SESIÓN 6 ACTIVIDAD 2 (PRODUCTO 8) DE FORMA INDIVIDUAL RELATAR LAS EXPERIENCIAS AFECTIVAS Y SENTIMIENTOS EN EL PROCESO EDUCATIVO.

¿Por qué soy maestro? Vaya pregunta eso es algo que aún yo no podría responder, sobre todo que mi padre quería que fuera Ingeniero agrónomo y esa era la idea que me había inculcado desde pequeño….recuerdo cuando me encontraba estudiando en la preparatoria (tele bachillerato de Tihuatlán) en plena juventud, desorientado sin saber qué rumbo tomaría mi vida, sin ningún objetivo en particular y simplemente me dejaba llevar por la costumbre o necesidad de que todos los jóvenes estudian, claro está, la mayoría porque también me tocó ver como algunos amigos se fueron quedando en el camino tristemente realidad para ellos….en general no me preocupaba por el futuro y sencillamente vivía el presente.

Para eso un compañero de nombre Guadalupe “Lupillo” para los amigos me preguntó que qué iba a estudiar a lo cual no tuve respuesta, entonces me sugirió ir a sacar ficha a la Escuela Normal para Maestros, que primeramente no fue de mi agrado porque para mi familia ser maestro no era la mejor opción, era algo de lo más bajo, era preferible ser un buen comerciante. Pero en ese tiempo que la relación con mi padre no era muy buena, aproveche la oportunidad y le hice caso a mi amigo, y fue así como estudié para maestro.

Pero ahora era el momento de poner todos mis conocimientos teóricos en práctica, recuerdo que la zona 200 fue el lugar a donde llegué y aún sigo en ella…y creo que seguiré, en fin…. De aquí me mandaron al Ejido Colorado en el municipio de Coatzacoalcos, recuerdo bien era el 10 de octubre de 1989, llegué una tarde lluviosa y me instalé en la casa del maestro que estaba en el mismo patio de la escuela, algunos niños se acercaron a platicar conmigo preguntándome si era el nuevo maestro; fue el primer acercamiento que tuve con mis alumnos, con los niños, o como les digo de cariño a todos mis alumnos “mis niños”, esas personitas ávidas de conocimientos y que llegan a la escuela con el deseo de seguir aprendiendo cosas nuevas…fue algo maravilloso como me recibieron y desde entonces no puedo hacer otra cosa que comprometerme a ser mejor como persona y extraordinario como maestro.

Nada es más hermoso que tener la oportunidad de compartir con mis alumnos las experiencias y saber que al final de cuentas aprendes el doble de lo que enseñas, de tener el privilegio y el honor de que me cuenten sus desventuras, sus desilusiones y también sus proyectos a futuro.

Tengo el placer de compartir mi tiempo con ellos, de ver como cambias y modificas a un ser que cree en ti, me fascina el instante en que descubro la mirada atenta, una mente abierta, un rostro optimista, una postura de entusiasmo; con ellos avanzo por ese camino del acuerdo y de los éxitos.

Nada es más satisfactorio que ver rostros de alegría cuando ven sus evaluaciones y se sienten orgullosos de saber que sus objetivos se han alcanzado, y por el contrario es una tristeza ver los rostros de desilusión cuando esos objetivos

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