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Salud Y Seguridad

Juvithza22 de Diciembre de 2013

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Los diez desafíos principales de la seguridad y la salud en el trabajo (SST) en el siglo 21

Diciembre 2002 / Por Juan Carlos Hiba

Es interesante conocer la proyección de la SST para las próximas décadas, sobre todo si parte de la óptica de un profesional lúcido y bien informado como es el Ing. Juan Carlos Hiba, Especialista en Condiciones de Trabajo, Seguridad y Salud Ocupacional del Equipo Técnico Multidisciplinario para los Países Andinos, de la Oficina de OIT en Lima.

Con ese fin hemos condensado una exposición del Ing. Hiba, realizada a un grupo de profesionales de la SST, sobre los desafíos estratégicos de la seguridad y salud en el trabajo para el presente siglo.

Primer desafío:

Integrar las condiciones y el medio ambiente de trabajo a laseguridad y salud ocupacional

El primer desafío consiste en integrar a la visión de la seguridad y la salud en el trabajo la amplia perspectiva que permite el concepto de lascondiciones y el medio ambiente de trabajo; concepto multidimensional que la OIT se ha encargado de diseminar desde hace más de veinte años (es el caso del Programa Internacional para el Mejoramiento de las Condiciones y el Medio Ambiente de Trabajo -PIACT- lanzado en 1976) y que abarca un conjunto de elementos que determinan la situación real laboral y social en la que se desempeña y vive el trabajador o la trabajadora. Comúnmente se admite que forman parte de ellas, entre otras, la duración de la jornada de trabajo, la organización y elcontenido de éste, los servicios de bienestar en el lugar de trabajo y losservicios sociales. Se suele considerar también en este concepto las cuestiones de remuneración, dada su importancia y su vinculación con las demás condiciones de trabajo.

Estas relaciones entre los distintos componentes y factores que conforman las condiciones y el medio ambiente de trabajo son importantes porque no es posible lograr un mejoramiento de tales condiciones si, en todas las etapas de la concepción, planificación, organización, distribución y ejecución del trabajo, no se toman en consideración las condiciones en que el trabajador o la trabajadora desarrolla su labor.

El primer desafío que tienen la seguridad y la salud en el trabajo, entonces, es ir más allá de los riesgos originados por la tecnología utilizada y del análisis de accidentes, debiendo analizar las condiciones en que las personas trabajan y las consecuencias que esas condiciones pueden provocarles, reflexionar sobre ellas e incorporarlas a su propio corpus, teniéndolas en cuenta a la hora de plantear el desarrollo de sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo. La OIT se propuso estudiar el tema y elaboró un libro que se tituló Introducción a las condiciones y el medio ambiente de trabajo, que se transformó, al poco tiempo, en un clásico de esa materia.

Segundo desafío:

Incorporar la ergonomía a la seguridad y salud en el trabajo

El segundo desafío trata de la pertinencia de incorporar los conocimientos de la ergonomía al dominio de la seguridad y salud en el trabajo. La principal característica de la ergonomía es que es antropocéntrica. En el momento de plantear el análisis de la actividad humana, la ergonomía propone centrar primero el análisis en el hombre. De una manera diferente de la mayoría de los enfoques de la psicología, o aun de otras ciencias o tecnologías aplicadas, la ergonomía no ve al hombre como una variable de ajuste, sino que trata de indagar sobre las situaciones laborales en las que él se encuentra, de manera que las condiciones de trabajo permitan al trabajador crecer y desarrollarse en tanto que persona. En esa línea de pensamiento, Thereau (1992), por ejemplo, la define como una “tecnología política” 4 .

La ergonomía es considerada -según Neffa- una disciplina autónoma, basada en resultados experimentales obtenidos a partir del estudio empírico y capaz de suministrar informaciones específicas para modificar las instalaciones, las maquinarias, equipos y herramientas, así como la tecnología, con el propósito de adaptar mejor el trabajo al hombre. Se trata de una disciplina que surge gracias a las contribuciones de la antropometría, la fisiología del trabajo, la sicología laboral, la ingeniería, la biomecánica, la toxicología y de otras disciplinas conexas que se ocupan del hombre en su situación de trabajo.

Una contribución importante de la ergonomía es la distinción entre eltrabajo prescripto, comúnmente llamado “tarea”, y que es asignado por la dirección de la empresa a los trabajadores, y el trabajo real o “actividad”, que es lo que efectivamente realiza el trabajador en su puesto de trabajo.

Otro aporte de la ergonomía es la falacia del trabajador promedio. Los estudios antropométricos constituyen una base sólida que muestran la variedad de tamaños corporales existentes en las personas. Dicha variedad en dimensiones antropométricas, se acompaña de otras diferencias individuales que representan un rango de capacidades y limitaciones en otras variables físicas, biomecánicas y fisiológicas. Estas, a su vez, dan lugar a disímiles capacidades de resistencia y de adaptación a los riesgos profesionales. Como resultado, debe quedar en claro que no es posible diseñar sistemas para trabajadores promedio.

La ergonomía -señala el mismo autor- sirve para fines múltiples: en primer lugar, para reducir o eliminar los riesgos laborales promoviendo un trabajo seguro alejado de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales; en segundo lugar, sirve para mejorar las condiciones de trabajo a fin de evitar un incremento de la fatiga provocado por una elevada carga global de trabajo en sus varias dimensiones: carga física derivada del esfuerzo muscular, carga síquica y carga mental; finalmente, la ergonomía sirve para lograr una mayor eficiencia de las actividades productivas.

La utilización racional de los conocimientos ergonómicos apropiados a cada realidad -comenta ese autor- hace entonces posible mejorar la productividad, reducir los incidentes, incrementar la calidad y reducir los costos laborales que se manifiestan bajo la forma del ausentismo, la rotación, los conflictos, la falta de interés en el trabajo. La ergonomía -concluye Neffa- brinda elementos para cuestionar la racionalidad y eficacia económica de la organización científica del trabajo en sus modalidades fordistas y tayloristas, y para humanizar el trabajo 5 .

Como vemos, hay buenas razones para aprovechar mejor a la ergonomía. Para incrementar la eficacia de las políticas y los programas de seguridad y salud en el trabajo, los ingenieros y los médicos especializados en estas dos disciplinas tendrían que desarrollar una alianza estratégica con los ergonomistas. Y si no los tuvieran a mano de ellos, tendrían que buscarlos, encontrarlos y acercarlos a los programas de seguridad. Y si no los encontraran, tendrían que estudiar ergonomía.

Tercer desafío:

Fomentar una cooperación más activa entre trabajadores y empleadores en SST

El tercer desafío se presenta en el nivel de las empresas. Se refiere a la necesidad de fomentar una cooperación más activa entre trabajadores y empleadores para establecer mejoras en materia de seguridad y salud ocupacional. Esta es una práctica que debería ser cuestión natural, un proceso normal, -pero que todavía no lo es- en los procesos de mejoramiento de la seguridad, de la salud laboral y de las condiciones y el medio ambiente de trabajo. Para lograrlo, es necesario instaurar procesos de diálogo social al interior de las empresas. Es necesario poner en marcha mecanismos que fomenten la información, la consulta y la negociación.

Por otra parte, los trabajadores y las trabajadoras deben también poder desempeñar su papel protagónico en estos procesos. No debemos olvidarnos que ellos y ellas, en tanto que personas adultas, son capaces de tomar decisiones en ámbitos muy diferentes fuera de las empresas. Son capaces de formar familias, criar y educar a sus hijos, cumplir con sus obligaciones cívicas a la hora de tener que decidir los destinos políticos de un país y, aún, ir a la guerra. ¿Por qué no pueden, entonces, ser los protagonistas de su propia seguridad y de su propia salud cuando se desempeñan en sus puestos de trabajo? Pueden, pero lograrlo no es fácil.

El problema del trabajo, en realidad, se puede analizar desde la perspectiva de un conflicto de poderes en los lugares de trabajo. El empresario pretende regularlo (por ejemplo, con la remuneración, la duración de la jornada de trabajo, la organización del trabajo) y el trabajador aspira a auto-controlarlo (por ejemplo, tratando de lograr su autonomía, con su capacidad para decidir el ritmo de la tarea y los momentos para las pausas en el trabajo, etc.). Ese conflicto debería superarse.

Los profesionales de la seguridad y la salud laborales, entonces, deberían esforzarse para que se puedan eliminar las barreras que impiden esa cooperación activa y deberían elaborar nuevas estrategias prácticas que favorezcan que esa participación se concrete y se logre un consenso. Las técnicas de la ergonomía participativa deberían tenerse en cuenta para responder a este desafío y para alcanzar esos fines. Algunos convenios de la OIT fomentan también tales prácticas.

Cuarto desafío:

Alentar la práctica extendida de culturas de seguridad en la educación, en la familia, en el trabajo

El cuarto desafío propone una expansión del campo de la seguridad y de la salud en el trabajo orientada hacia cuestiones culturales. Se trata de alentar la práctica extendida de culturas de seguridad en la educación, en la familia, en el trabajo. La experiencia demuestra una y otra vez que la posibilidad

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