Seguridad Vial

En respuesta a la inseguridad vial, el titular de la Cámara Industrial Paraguaya de Motocicletas (Cipama), Jorge Samaniego, señaló que el gremio desarrolla un sistema de responsabilidad social a través de acciones bien precisas. Por ejemplo, comentó que la cámara firmó 48 convenios con municipalidades y la Opaci, con el fin de entrenar a los motociclistas, previo a la obtención de sus respectivos registros de conducción.

Dijo que Cipama lleva a cabo programas de capacitación para policías de tránsito, promueve escuelas de conducción para motociclistas y las empresas entregan casco y chaleco por cada moto vendida. Samaniego añadió que en diciembre de 2010 firmaron un convenio de cooperación técnica con la Opaci, cuyo objetivo es el fortalecimiento de la gestión municipal en la capacitación de conductores y postulantes a obtener licencias de conducir en la categoría motociclista.

En el marco de este convenio, Cipama entrega a las municipalidades, en calidad de comodato, una motocicleta y las señales de tránsito necesarias para la toma de exámenes prácticos a quienes desean lograr su licencia de conducir. "Fuimos a la ciudad de Bella Vista Norte para hacer una pista de conducción, para que la gente practique y se tomen cursos prácticos de motos, y me resaltó el intendente el beneficio que esta acción produjo, pero me recalcó que necesitaban también una oficina registradora para la obtención de chapas", recordó.

Samaniego resaltó que "motoqueiros" de Brasil ingresan legalmente a territorio paraguayo con chapas, pero los paraguayos no pueden hacer lo mismo, porque no cuentan con las chapas, por lo que tienen que viajar 70 km hasta Pedro Juan Caballero para sacar la chapa, pero por el camino infringen las leyes, porque circulan sin chapa. Acotó que la moto cumple un gran rol social en el interior del país y suple la carencia de servicios públicos de transporte.

Conseguir mayores ahorros de energía, aumentar los desplazamientos en las ciudades respetando el medio ambiente y evitar la emisión de gases contaminantes se han convertido en una prioridad para conseguir una plena movilidad sostenible.

Para alcanzar estos retos se hace necesario dar paso a nuevas formas de transporte, especialmente en núcleos urbanos, donde se concentra un elevado tráfico rodando. Entre las múltiples opciones, las motocicletas eléctricas comienzan a abrirse camino por las numerosas ventajas medioambientales y económicas que representan para el usuario.

La eliminación del consumo de gasolina para su funcionamiento las convierte en un medio más ecológico que los ciclomotores convencionales, que evita la emisión de monóxido y dióxido de carbono, CO y C02, así como óxido de carbono, entre otros. Además, al ser silenciosas, acaban también la contaminación acústica.

A ello se unen otros beneficios como los ahorros en combustible. La inversión inicial se ve pronto amortizada, ya que el usuario final pagará diez veces menos por la electricidad que consume que por la gasolina que tendría que utilizar. Asimismo, se ahorra en desplazamientos si se opta por realizar la recarga en casa.

Todas estas ventajas han contribuido a que las motocicletas eléctricas hayan registrado un constante crecimiento en los últimos tiempos. Un avance que ha sido posible gracias a los desarrollos tecnológicos del mercado, que ha mejorado en aspectos como la autonomía de las baterías, y las ayudas a su implantación, como ha sido el caso del Plan Movele de movilidad eléctrica. Mediante esta iniciativa, promovida por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, todas las personas físicas o jurídicas que han adquirido un vehículo eléctrico o motocicleta eléctrica en España han recibido una ayuda directa que oscila entre los 750 € y los 20.000 €, dependiendo del tipo de vehículo.

En el caso

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