Separación De Poderes

La separación de poderes como medio para lograr la equidad en el estado

INTRODUCCIÓN

Mediante el siguiente trabajo hablaré acerca de la importancia de la separación de poderes en el estado de derecho.

Antiguamente el poder era uno solo, mejor dicho era el monarca o rey el que tenía el poder por sobre todas las cosas, sus decisiones y disposiciones no podrían ser cuestionadas y tampoco contrariadas, esto originaba que la mayoría de veces se utilizara el poder de forma caprichosa y en propio beneficio.

Ante esto surge una duda: ¿Fue necesaria la separación de poderes para poder lograr un Estado democrático? Mi respuesta es que si, con la separación de poderes se pudo ver un mejor manejo del gobierno y un mejor trato a los habitantes, puesto que no solo se daban leyes más justas si no que estas podían ser apeladas y así mismo, en algunos casos ser dejadas de lados, por ser demasiadas perjudiciales.

El objetivo central de mi ensayo es que las personas que me lean sepan cuán importante fue la separación de poderes, para que así no exista ninguna clase de abuso de autoridad y haya mejor democracia en la Sociedad.

Para poder explicar mejor mi tesis a continuación daré a conocer argumentos que avalen mi postura.

Para comenzar definiré el poder, ya es quien viene siendo algo importante y benefactor para la sociedad pues con ellos podemos decir que es provechoso para todos los ciudadanos siempre y cuando lo sepamos utilizar.

1.- EL PODER.

Esta noción alude a la capacidad de una persona o de un grupo de personas para determinar, condicionar, dirigir o inducir la conducta de los demás. Expresa una combinación de energía y capacidad al servicio de una idea.

Se trata de un fenómeno que se encuentra presente en todas las nociones coexistencia les. Así, en cualquier núcleo humano siempre encontraremos a alguien que conduce y a quienes obedecen y son guiados. Como afirmaba Santo Tomas de Aquino, el poder “es la acción de una voluntad sobre otra voluntad”.

Luis Pinto Ferreira señala que “el poder es un proceso social, hecho objetivo de la convivencia de los hombres, un fenómeno especifico de la sociedad”. En realidad, no existe prácticamente relación humana en donde una persona no ejerza algún grado de poder sobre otra. Esto puede percibirse desde la misma familia, que es el núcleo básico de la organización social.

El poder es una fuerza social destinada a imponer comportamientos humanos en la dirección que fija quien la ejerce. Se trata de una acción vigorosa que expresa una cualidad dominante de la voluntad personal o de la de un conjunto de hombres. Este atributo de la preeminencia o superioridad de la energía de la voluntad hace que se diferencie claramente de la mera fuerza bruta.

La dimensión de esta acción no es cuantitativa, sino cualitativa: implica una preeminencia ético-política que mueve a la obediencia por consentimiento voluntario. Su núcleo característico es su fundamento moral.

El poder es inherente a la naturaleza humana; es una acción innata del hombre de anteponer su voluntad o su concepto a los del resto de sus congéneres. Existe en los hombres la creencia de la necesidad del poder. La realidad social contiene en sí misma la idea del jefe, guía, autoridad o líder.

Al poder se le considera socialmente algo tan natural como el agua, el fuego o la lluvia; la idea de que se pueda vivir sin jefes parece absurda. Como afirma Maurice Divergir, se trata de un “dato inmediato de la conciencia reforzado por la educación”. Desde su primera infancia el niño es orientado a plegarse a la voluntad de sus padres; posteriormente, la escuela con sus profesores, vigilantes, directores, régimen de sanciones, etc. - acrecentará ese sentido de la autoridad y la obediencia (el propio infante, a través del llanto o la sonrisa, descubre rápidamente su capacidad de inducción sobre sus padres).

A través del poder se distingue la

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