Ser Docente Es

1. Ser docente es: saber escuchar y no sólo oír, posibilitando el diálogo creador, entendiendo por tal la posibilidad de comunicarse con el otro, encontrándose con él a través de todos los medios de que dispone.

El documento sobre el docente universitario de donde emana esta frase que escogí en su penúltimo párrafo nos llama a: Superar la dicotomía entre teoría y práctica. Es desde esta dicotomía desde donde quiero argumentar mi análisis reflexivo, no perdiendo de vista esta visión ideal de ser docente que plantea la frase escogida, con la cual muy pocos podrían estar en desacuerdo.

En primer lugar yo pienso,  que tras dichas frases y propuestas se ocultan distintas perspectivas y visiones sobre la profesión docente; expresadas, muchas veces, de manera contradictoria en las decisiones de política educativa en nuestros países latinoamericanos, yo hago esta mirada basándome en mi experiencia tanto en Chile, como en Colombia. Mi reflexión quiere aportar al debate sobre el trabajo docente.

En Chile con la instauración  del modelo neoliberal, en dictadura y la influencia de las teorías económicas en educación, específicamente el taylorismo y posteriormente el toyotismo , se amplía el papel asignado a las instituciones educativas a la formación del recurso humano que requiere el desarrollo económico. Los procesos pedagógicos se asimilan a la producción industrial, dejando de ser relevantes los sujetos que constituyen el hecho pedagógico, estudiantes y docentes, en cambio se erigen como instrumento central de la pedagogía los métodos y técnicas para la enseñanza.

Por otro lado en los discursos y políticas educativas actuales está la visión del docente como un profesional reflexivo y crítico, pero solo en la teoría, por cuanto por la política de consensos en materia legislativa, no se ha optado nítidamente por una u otra visión, y en las leyes que regulan la educación prevalece un hibrido que permite  la existencia de ambos modelos: Uno fundamentalista de mercado y otro llamado de la economía del conocimiento. Concordante con estas dos visiones los docentes y las instituciones educativas están tensionados por estas políticas educativas contradictorias que responden a dos modelos de sociedad inspirados en teorías económicas divergentes.

Por último mencionaré que es fundamental permitir la concentración de la labor docente en la atención de un número de cursos y alumnos que permita, realmente en forma profesional, organizar contextos de aprendizaje y de comunicación para los alumnos. Tal como lo describe la frase origen de esta reflexión. Está situación es parte del debate en mi país (Chile), en donde en este momento está en curso una reforma a la educación, en particular a la Educación Superior, que pretende valorar la profesión docente ,establecer un sistema de gratuidad , todo esto para mejorar la calidad de la educación. Pero me doy cuenta que acá en Colombia esta preocupación no es la central , la realidad es aún más precaria ,para explicar esta aseveración, diré que la baso en la observación  y en el compartir experiencias con varios docentes Universitarios, los que expresan: que las condiciones laborales ofrecidas a los profesores de cátedra difícilmente les alcanza para cubrir sus gastos. Los profesores catedráticos reciben su salario por clase dictada, no se les reconoce el tiempo que tardan en preparar las clases, el que tardan en corregir, y en pasar notas al sistema. Es en este contexto que la falta de tiempo se agrava más, al tener una buena parte de los docentes que trabajar en varias universidades para completar su salario, para que les alcance simplemente para vivir. Es aquí que se da a mi juicio la mayor dicotomía entre teoría y práctica, pues por un lado las teorías educativas plantean una idea de ser Docente ideal, que la realidad no lo permite, por las condiciones prácticas de subsistencia de los docentes.  

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