Sistema Circulatorio

RESPIRACION Y CUIDADO DE LA SALUD

El ser humano inhala el aire por la boca y la nariz. El oxígeno contenido en el aire llega a los pulmones, posteriormente pasa a los bronquios, a los bronquiolos y de ahí a los alveolos, pequeñas estructuras donde se intercambia el oxigeno por el CO2, y que conducen el oxígeno al sistema circulatorio.

Como resultado de este proceso se producen sustancias nutritivas y energéticas que requerimos para realizar todas las funciones vitales, además se libera dióxido de carbono y agua.

El dióxido de carbono (CO2) y el agua pasan al sistema circulatorio para que, a lo largo de las venas, el CO2 sea conducido a los pulmones y expulsado del cuerpo en la exhalación, y el agua que contiene sustancias de desecho se elimina por la orina. Si el CO2 no es expulsado del organismo, podemos morir intoxicados.

En algunas ocasiones, sobre todo cuando no se tiene el hábito del ejercicio, duele uno de los costados. Si el dolor es en el costado izquierdo, lo más seguro es que se trate del bazo, entre cuyas funciones está la de reservar sangre.

Cuando sientes dolor, el bazo te envía la señal de que se ha quedado sin reserva de oxígeno, así que para que lo proveas de más, se comprime, pues ya no le llega sangre, Por eso, si vas a realizar cualquier ejercicio, requerirás entrenamiento para aprender a oxigenar el cuerpo, de tal manera que llegue la cantidad necesaria de oxígeno al bazo.

Si te duele el costado derecho, es muy probable que se trate del hígado, el cual se ha quedado sin oxígeno para transformar los nutrientes que le permitirán obtener la energía que requiere para trabajar.

La respiración es indispensable para que todo el cuerpo trabaje de manera integral. Lo anterior significa que la respiración y la nutrición están estrechamente relacionadas, debido a que la energía liberada de los nutrientes por la acción del oxígeno hace posible que nuestro cuerpo desempeñe las demás funciones esenciales que nos mantienen con vida. Nuestros sentidos y músculos esqueléticos trabajan para obtener alimento, y al incorporarlo en nuestro cuerpo, el aparato digestivo lo convierte en compuestos asimilables y desecha los materiales inservibles.

ANALISIS DE ALGUNAS CAUSAS DE LAS ENFERMEDADES RESPIRATORIAS MÁS COMUNES COMO INFLUENZA, RESFRIADO Y NEUMONÌA E IDENTIFICACIÒN DE SUS MEDIDAS DE PREVENCIÒN.

Entre los microorganismos existentes en el aire hay muchos que pueden enfermarnos de las vías respiratorias. De acuerdo a la Secretaria de Salud en invierno la incidencia de infecciones respiratorias agudas se incrementa hasta 30%, principalmente en niños menores de cinco años.

Las infecciones respiratorias, como el resfriado común, las infecciones de garganta y oídos, la bronquitis, la laringitis, la gripa y la neumonía, tienen distintos grados de riesgo, pero generalmente requieren cuidados sencillos.

Resfriado común, catarro o resfrío. Es una enfermedad originada por virus conocidos como rinovirus y coronavirus. La aparición de los síntomas no es repentina, sino que se van mostrando lentamente: la fiebre, en caso de haberla, y el agotamiento son leves. Puede haber tos, ligero dolor de garganta, secreción nasal, lagrimeo; no hay dolor de cabeza ni muscular y el apetito es normal. No suelen presentarse complicaciones, pero cuando las hay, pueden ser inflamación de los oídos (otitis), de la laringe (laringitis), sinusitis o bronquitis y congestión nasal. El efecto dura aproximadamente tres días. Puede padecerse en cualquier época del año, aunque lo más común es en los cambios de estación (septiembre, octubre y mayo).

Influenza a H3N2, comúnmente conocida como gripa estacional. Es una enfermedad infecciosa ocasionada por el virus identificado como H3N2. Aparece repentinamente, hay fiebre (que puede prolongarse por tres días), agotamiento, tos seca, dolor de garganta, de cabeza, muscular y de articulaciones, y escalofríos. Los síntomas están presentes de una a dos semanas y bajan las defensas, por lo que puede avanzar a otras infecciones mas graves, como neumonía, e incluso ocasionar la muerte. Se presenta principalmente durante el invierno. Estos virus pueden ser inactivados con el uso de detergentes o desinfectantes.

En los países desarrollados hay campañas anuales de vacunación, sobre todo para las personas más propensas, como niños, embarazadas y adultos mayores. Como esta enfermedad también es originada por las aves, es muy importante que se lleve un control estricto de estos animales de corral.

Influenza A H1N1. Surge en 2009, convirtiéndose en pandemia, tal como lo declaro la OMS. La origina un virus de la gripa, tipo A, llamado H1N1, para diferenciarlo de la gripa estacional. Los síntomas que presenta son dolor muscular, aumento de la secreción nasal, tos, fiebre mayor a 38 C y dolores de garganta, de cabeza, musculares y articulaciones. También hay vómito, diarrea y pérdida de apetito. Generalmente progresa hacia la neumonía viral. En caso de que se adquiera la enfermedad, es importante seguir las indicaciones de la Secretaria de Salud: evitar los cambios bruscos de temperatura, no saludar de mano ni de beso, lavarse las manos frecuentemente, evitar tocarse ojos, nariz y boca; estornudar o toser sobre un pañuelo o en el ángulo interno del codo; no asistir a sitios cerrados o con aglomeraciones, es decir, permanecer en casa; utilizar cubrebocas y desecharlo diariamente, al igual que los pañuelos, en bolsas de plástico antes de tirarlos a la basura, para evitar la dispersión del virus.

En las tres enfermedades citadas antes, los virus van en las gotitas de la saliva, con las que se puede contagiar a otras personas por medio de las vías respiratorias.

Desafortunadamente, no existe un tratamiento específico, por lo que se toman medidas para reducir los síntomas tales como la tos, la congestión nasal, el dolor de cabeza y la rinorrea. Pero la enfermedad desaparecerá hasta que el ciclo de vida del virus concluya, que en la mayoría

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