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Sistema Financiero En Colombia

solele69123 de Noviembre de 2012

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INTRODUCCION

Cuando se habla del sistema financiero, siempre lo relacionamos directamente con los establecimientos bancarios o básicamente con lo que se conoce como “la banca”, pero en el mercado intermediado se encuentran los establecimientos de crédito, las sociedades de servicios financieros y otros agentes que permiten la captación de recursos del público para ser colocados en forma de crédito o inversión.

El Sistema Financiero está conformado por todas las entidades, medios y mecanismos que permiten la transferencia de recursos entre los agentes que presentan superávit o excedentes de recursos hacia aquellos agentes económicos que requieren dichos recursos o que presentan déficit. Si se lograra una transferencia directa, no habría la necesidad de involucrar intermediarios, pero dados los riesgos y las dificultades de acceso a la información y al contacto directo entre oferentes y demandantes de recursos, se requiere la existencia de intermediarios y mecanismos para lograr dicha transferencia y es allí donde surgen los agentes del sistema financiero que captan los recursos de los superavitarios en diferentes plazos, montos, tasas, riesgos y condiciones y los transfieren a los agentes deficitarios, en algunos casos cambiando los plazos, montos, tasas, riesgos y demás condiciones.

El Sistema Financiero Colombiano está conformado no solo por las entidades que captan y colocan recursos o que hacen la transferencia, sino además por las entidades de control, regulación, vigilancia, custodia, calificación, colocación y otras funciones que hacen parte del sistema y que permiten mayor transparencia, menores riesgos y mayor cumplimiento de las obligaciones por los diferentes agentes. En el Sistema Financiero se encuentra entonces el ente de regulación y vigilancia que en nuestro caso es la Superintendencia Financiera que regula.

La regulación y supervisión se lleva a cabo a través del control de monopolio, la estabilidad financiera, el mantener instituciones financieras seguras y saludables y la protección al consumidor, buscando corregir las fallas de mercado, el riesgo sistémico, de crédito, de mercado, político, cambiario, de país, etc., la prevención del fraude, lavado de activos y las reglas de competencia en casos de fusión. La supervisión, por su parte, la realiza la Superintendencia Financiera, entendiendo que el ente regulador principal es el Ministerio de Hacienda, la autoridad monetaria, cambiaria y crediticia es el Banco de la República y la Junta Directiva y la entidad encargada de los seguros de depósito es el Fogafín.

En el caso de los establecimientos de crédito, allí se encuentran los establecimientos bancarios que realizan captación de corto y mediano plazo en cuenta de ahorros y cuenta corriente, captación a través de CDT´s y otros productos y colocación de los recursos a través de créditos ordinarios, hipotecario, de consumo, entre otros. Están además las compañías de financiamiento comercial que realizan básicamente operaciones de crédito de consumo y leasing, las corporaciones financieras que utilizan los créditos industriales de mediano y largo plazo y las cooperativas financieras. En cuanto a las sociedades de servicios financieros y otros, se encuentran las fiduciarias a través de los fondos de inversión, las administradoras de fondos de pensiones y cesantías como ahorro de largo plazo, los almacenes generales de depósito, los comisionistas de bolsa, las compañías de seguros y las sociedades capitalizadoras.

En el mercado de instrumentos es donde se realizan las operaciones con valores negociables y se clasifica en renta fija, renta variable y mercado de derivados. El mercado de renta fija es donde se negocian títulos de deuda como bonos, TES, papeles comerciales, CDT´s, entre otros y que se asume como de menor riesgo para el inversionista por tener menor volatilidad frente a otros títulos.

En el mercado de renta variable se negocian las acciones y otros títulos que representan propiedad o participación en una empresa y que tienen mayor riesgo porque los precios dependen del emisor y de variables del mercado. El tercer mercado de derivados es un mercado de operaciones de futuro que permite hacer coberturas de determinados riesgos, como el caso de futuros, opciones, forward, swaps, entre otros. Este mercado de instrumentos se negocia en las bolsas de valores (o de futuros) y en agentes autorizados para realizar negociación y que se conoce como “mercado sobre el mostrador”.

HISTORIA DEL SECTOR FINANCIERO

La historia del sector financiero en un país está siempre ligada a la de su sociedad y su economía. Por ello, la nuestra responde a la de la evolución de las ideas y de la economía colombiana a lo largo de doscientos años de vida independiente. Se inicia con los rudimentarios esquemas de crédito heredados de la Colonia y termina con el refinado sistema actual, después de vivir las experiencias de la banca libre, de la banca centrada en la operación de corto plazo, de la banca de fomento, de la banca estatal y de la banca especializada, hasta llegar a la banca universal de hoy en día.

Conocer los orígenes del sistema financiero es bastante complejo, ya que no existen investigaciones que lleguen a profundizar los antecedentes históricos precisos respecto al origen de las funciones bancarias y de financiamiento, sin embargo puede suponerse que surge y evoluciona con las actividades comerciales, por la necesidad de organizar el manejo de los recursos a través de actividades bancarias y financieras. Antes del surgimiento de la moneda, el trueque podía considerarse como una actividad bancaria ya que fue el apoyo para ver la necesidad de un instrumento que permitiera realizar operaciones comerciales y dar valor a las cosas.

En cuanto a la evolución de la banca en Colombia, durante el dominio español, se imponía el uso de la moneda española, circulando el real, la onza, la media onza, el doblón y el escudo como monedas de oro. Sin embargo, fue evolucionando el sistema financiero colombiano, creando en 1821 el Banco Nacional que fracasó por normas sobre la moneda circulante, surge en 1864 la sucursal del Banco de Londres para emisión, depósito y crédito pero quebró porque no recuperaba su cartera. En 1871 surge el Banco de Bogotá, en 1876 el Banco de Colombia y solo hasta 1923 se realizó la llamada “Misión Kemmerer”, donde surge el Banco de la República como banca central.

En la Colonia hubo mecanismos de ahorro y crédito. Hubo, desde luego, quien recibía dinero a interés y lo prestaba para ganarse el margen de intermediación. La Iglesia Católica, confundida con la Corona española, estableció maneras para otorgar crédito a través de una especie de hipoteca de los inmuebles: la “capellanía”, mediante la cual algunos bienes quedaban sujetos al cumplimiento de misas y de otros compromisos religiosos.

La idea de establecer un banco estatal, para financiar al gobierno, se plasmó por primera vez en el Congreso Constituyente de Cúcuta en 1821, pero no prosperó. Al nacer la República el crédito público dependió de los préstamos de los comerciantes antioqueños al gobierno central, de las contribuciones forzosas y de los empréstitos ingleses. En 1833, una ley consideró que la actividad bancaria formaba parte de la comercial; en 1839, Judas Tadeo Landindez constituyó en Bogotá un establecimiento mercantil y financiero que un par de años más tarde se convirtió en una compañía de “giro y descuento”. Un banco privado que, al sobre extenderse en la compra de vales del gobierno y en distintas inversiones, dio lugar a la primera bancarrota en la historia del país.

La banca comercial propiamente dicha se iniciaría en los años sesenta del siglo XIX cuando la economía comenzó a vincularse con el extranjero a través de las exportaciones agrícolas. Se implantó el modelo conocido como de “banca libre” bajo el cual, en ausencia de un banco central y de la regulación estatal, los mismos bancos eran responsables de que se mantuviera la confianza del público en los billetes convertibles en oro, que emitían en un ambiente de libre competencia.

El período de la “banca libre” pura duró poco tiempo. En 1880, la ley autorizó al presidente Núñez para organizar el Banco Nacional como agente financiero del gobierno central; los bancos privados fueron obligados en ese momento a aceptar los billetes emitidos por el Banco Nacional. Este nunca fue un banco central; fue un banco del gobierno, que le prestaba dinero y que comenzó a emitir billetes sin respaldo en oro lo que habría de provocar un escándalo político de grandes

dimensiones. En los años noventa el gobierno decidió cerrarlo. Vino después la Guerra de los Mil Días y un gran desorden monetario que desembocó en la hiperinflación de principios del siglo XX.

Solamente hasta 1923 el gobierno del presidente Pedro Nel Ospina invitó a una misión extranjera, presidida por el profesor Edwin Kemmerer de la Universidad de Princeton en los Estados Unidos para que organizara la moneda y las finanzas públicas nacionales; se creó en ese

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