Soberania

2.1.-Origen de la Soberanía, titularidad, ejercicio de la soberanía y el origen del poder público.

Los griegos no llegaron a hacer o elaborar un concepto de soberanía, aun cuando unas de sus corrientes si hacen referencia a un poder supremo de dominacion.Pero están muy lejos de presentar ese poder con las características que corresponden a la soberanía como se entiende actualmente.

Los romanos que fueron los herederos culturales de los griegos tampoco llegaron a concebir al estado soberano como lo es en la actualidad. La situación de dominio de los romanos sobre otros pueblos contemporáneos al suyo, le impedían ver y así poder hacer comparaciones para así precisar las características del mismo, el cual, simple y sencillamente consideraban tenía una supremacía indiscutible y así, hablaban de mangostas y potistas, vocablos con los cuales expresaban el poderío del estado romano; per, sin explicar nada del contenido preciso de ese poder mucho menos del estado, ni la independencia de roma a los demás estados.

En roma no obstante de conocer el concepto de soberanía, sostenían ciertos principios acerca de la detentación del poder y su ejercicio, de esta manera establecía que la idea de la fuente de todos los poderes públicos, se encontraba en el pueblo. Podemos afirmar que la soberanía no fue concebida en la antigüedad, la idea de la misma se gesta a fines de la edad media, como una justificación ideológica de la victoria que alcanzo el rey como la encarnación del estado sobre la potestades que su poder le había estado mermando, y que eran : El papado ;el imperio y los sueños feudales; así del primero de ellos reivindica el poder temporal; al segundo le negó el vasallageque los príncipes debían al emperador; recupero la autoridad pública que había pasado a su patrimonio.

El concepto de soberanía es realmente reciente y, como ya se menciono en líneas anteriores lógicamente fue desconocido en la antigüedad. Con las ideas del cristianismo surge la vida social el poder de la iglesia, de ahí en adelante el estado tendría un fuerte antagonista que, a lo largo del tiempo, vendría a generar polémicas entre los mismos doctrinarios al queras dilucidar y dejar claros interrogantes, como ¿Quién estaría subordinado a quien? ¿Cual de los dos estaría subordinado al otro? Este fue el tema principal de las principales corrientes doctrinales, durante casi cuatro siglos, es decir, del siglo XI al XV.

Vencedor de esta lucha resulto el absolutismo de los reyes de Francia contra el papado y el gobernador del sacro imperio germánico, la soberanía recibe su mejor concepto en este maneto; el encargado de esto fue Juan Bocino que aparece en el siglo XVI como uno de los más vigorosos escritores de su época, que estudiaron al Estado y la significación de la soberanía, la cual concibe como poder supremo que reina entre súbdito y ciudadanos sin restricciones legales.

Resultado del proceso histórico, surge el Estado soberano, el cual es independiente y es supremo. Con respecto a la independencia se mira principalmente a las relaciones internacionales, y como una consecuencia de ello, el –estado tiene una existencia en un plan de igualdad con respeto a los demás Estados, es decir, no puede estar subordinado a otro Estado, ya que, de lo contrario su soberanía estaría menguada.

Al hablar de la supremacía del Estado soberano, se hace referencia de la soberanía interior, a cuanto su potestad la ejerce sobre todos los individuos y las colectividades que están dentro de su órbita.

La evolución histórica de la soberanía termina al colocar al Estado como titular del poder soberano, con el fin de evitar el sin fin de adversidades que hasta entonces se habían originado. Así la doctrina europea acepta que el sujeto de la soberanía es el Estado y que ese poder tiene que ser ejercido por los órganos.

La doctrina europea por haber depositado ficticiamente la soberanía en el Estado y realmente en los órganos ha fracasado.

La doctrina americana es distinta, y al efecto, destituye de soberanía a los gobernantes y se la reconoce originariamente en la voluntad del pueblo, externada en el documento llamado constitución.

Dentro de este sistema el titular de la soberanía es el pueblo; así, una vez que el pueblo ejerce la soberanía, esta reside de forma absoluta en la constitución, no en los órganos ni en quien gobierna.

2.2.-Doctrina de la soberanía aplicada a todas las constituciones mexicanas.

La soberanía ha sido un concepto de trascendental importancia en nuestro país por la influencia, especialmente, de ese gran ideólogo que fue Juan Jacobo Rousseau. Sin embargo, todo ha venido formando una cadena que se ha venido eslabonando; así, podemos hablar, por hacer una referencia, de la repercusión que tuvieron las ideas de este ideólogo en la Nueva España por la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII y la renuncia de éste. Posteriormente viene el hermano de Napoleón Bonaparte a ocupar el trono, ahí empieza y surge el momento en que se proclamó la soberanía de la nación con el propósito de desconocer al hermano de Napoleón que ocupaba el trono. En México, una vez que se tiene conocimiento de estos hechos, empiezan a surgir brotes de ideas surgidas en la libertad y la soberanía.

En la Constitución española de 1812 —Constitución de Cádiz— se puede apreciar claramente la teoría de Rousseau; su artículo tercero claramente manifestó que el poder soberano radica esencialmente en la nación y que, por lo tanto, corresponde a ella en forma exclusiva el derecho de establecer sus leyes fundamentales.

Don Ignacio López Rayón, en sus Elementos constitucionales, en el artículo cinco, hace mención de que la soberanía dimana inmediata¬mente del pueblo, reside en la persona del señor don Fernando VII y su ejercicio en el Supremo Congreso Nacional Americano. De igual forma, en el artículo seis del ordenamiento que se menciona se puede leer lo siguiente: "Ningún otro derecho a esta soberanía puede ser aten¬dido, por incontestable que parezca, cuando sea perjudicial a la inde¬pendencia y felicidad de la Nación." 8

2.4.-LA SOBERANÍA INTERNA Y LA SOBERANÍA EXTERNA

Característica propia de un Estado soberano son la independencia y la supremacía. La independencia se asocia en forma exclusiva a las relaciones internacionales; desde este punto de vista, existe sobre bases de igualdad con los demás Estados soberanos. Por ello, un Estado no puede estar subordinado a otro, ya que si así fuera se vería menguada su soberanía. Así, la independencia es característica de la soberanía exterior.

La supremacía se

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