Sociales

Universidad de las Américas

Facultad de Educación

La evaluación autentica en Historia, geografía y ciencias sociales

Tema: La mejor evaluación en Historia, geografía y ciencias sociales es…

Nombre: Rita Troncoso Cisternas

Profesor: Carlos Vilches Araya

Asignatura: Didáctica de las Cs. Sociales

Fecha: 30 de diciedmbre de 2014

Hablar de evaluación es un tema muy amplio que conlleva un sinfín de elementos a considerar, por lo general se tiende a confundir la evaluación con la calificación, para esto definiremos ambos conceptos: La evaluación se puede entender de diversas maneras, dependiendo de las necesidades, propósitos u objetivos de la institución educativa, tales como: el control y la medición, el enjuiciamiento de la validez del objetivo, la rendición de cuentas, por citar algunos propósitos. Desde esta perspectiva se puede determinar en qué situaciones educativas es pertinente realizar una valoración, una medición o la combinación de ambas concepciones. Mora (2004) por otra parte el término calificación está referido exclusivamente a la valoración de la conducta de los estudiantes, calificar por tanto es una actividad más restringida que evaluar. La calificación será la expresión cuantitativa o cualitativa de los juicios de valor que emitimos sobre la actividad y logros del alumno. En este juicio de valor se suele querer expresar el grado de suficiencia o insuficiencia, conocimientos, destrezas y habilidades del alumno, como resultado de algún tipo de prueba, actividad, examen o proceso Ruiz (2009), al hacer la comparación nos damos cuenta que no son lo mismo, que si la calificación es parte de la evaluación pero no es el único refuerzo o requerimiento para el aprendizaje, generalmente se considera válida solo las evaluaciones de carácter sumativa y no se valora la formativa o procesual, por lo que se piensa que una nota es la única forma de comprobar que los aprendizajes son o fueron adquiridos, ¿pero esto es así realmente?, ¿una nota valida la enseñanza entregada y el aprendizaje adquirido de manera significativa?. Generalmente todo se basa en los números y estos estigmatizan a los estudiantes los cuales se identifican con un valor numérico, lo que hace se encasillen en esto, sin innovar, sin querer superarse porque ya saben lo que valen, entonces para qué esforzarse más. Por otro lado están las expectativas y prejuicios de los mismos docentes quienes también son entes estáticos o planos que no tratan de innovar o adaptar situaciones para que el alumno tenga mayores expectativas o ansias de superación, porque los profesores tampoco esperan más de sus alumnos, no en todos las ocasiones es así, pero generalmente tenemos profesores cansados que no se sienten animados por crear evaluaciones que ayuden o sean en función de los estudiantes para esto nos preguntamos entonces ¿cuál es la mejor evaluación para Historia, geografía y ciencias sociales?, considerando que al evaluar los procesos, sucesos, periodos o etapas en historia, siempre nos encontramos con la misma problemática, qué tipo de evaluación utilizar, cuál será la más idónea para lograr que los estudiantes obtengan resultados positivos y no se mire como un aterrador proceso al cual hay que enfrentarse. Además de estar en la constante lucha con el estigma de que la Historia es tediosa y aburrida se deben buscar métodos llamativos y que interesen al alumno, para que involucre en ellos. De esta premisa nace esta interrogante, utilizamos entonces una prueba que mide conocimientos duros, pero que sabemos que los resultados obtenidos por los estudiantes serán momentáneos, que sólo estudiarán para pasar la prueba y obtener una buena calificación, sin importar la significación que el contenido tenga para ellos. De aquí nace esta búsqueda de encontrar nuevos instrumentos que ayuden y valoren las experiencias previas de los alumnos, incorporando lo que ellos saben con los nuevos aprendizajes, acercando el contenido a su entorno, para desde allí comenzar con la planeación de nuevas estrategias.

Dentro de los procesos evaluativos existen variados instrumentos, pruebas objetivas, de desarrollo, guías, presentaciones, ensayos etc., pero también existe otro tipo llamada evaluación autentica, según Condemarín y Medina (2000) consideran que la evaluación auténtica conceptualiza la evaluación como parte integral y natural del aprendizaje. Esta perspectiva utiliza múltiples procedimientos y técnicas para evaluar las competencias de los estudiantes en su globalidad y complejidad, otorgándole especial relevancia a las actividades cotidianas y significativas que ocurren dentro de la sala de clases. También parte de la base que la permanente integración de aprendizaje y evaluación por parte del propio estudiante y de sus pares, constituye un requisito indispensable del proceso de construcción y comunicación del significado. De acuerdo a esto podemos decir que este tipo de evaluación constituye un aporte a la realidad escolar de hoy en día ya que se centra en los estudiantes y se basa en la permanente integración de los aprendizajes y la evaluación por parte del propio alumno, por lo que es holística, colaborativa y multidimensional, aunque sigue utilizando los otros instrumentos tradicionales y los adecúa al contexto en pro de un mejora permanente, formando parte de la evaluación formativa o procesual.

De acuerdo a Condemarín y Medina (2000) existen principios que responden a la evaluación autentica, en ellos encontramos:

- Constituye una instancia destinada a mejorar la calidad de los aprendizajes

- Constituye una parte integral de la enseñanza

- Evalúa competencias dentro de contextos significativos

- Se realiza a partir de situaciones problemáticas

- Se centra dentro en las fortalezas de los estudiantes

- Constituye un proceso colaborativo

- Diferencia evaluación de calificación

- Constituye un proceso multidimensional

- Utiliza el error como una ocasión de aprendizaje

- Cuando decimos que constituye una instancia

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