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Solo Un Sueño

jorgemilonas17 de Noviembre de 2012

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Sólo un sueño

Voy a advertirte algo antes de que te arrepientas, debes saber que después de contarte mi experiencia no podrás volver a dormir en paz porque no hallaras la paz ni la felicidad en tus sueños, cuando duermas solo recibirás miedo, odio, locura y mentiras, te lo advierto no querrás dormir después de contarte esto, puedes dejar de leer esto y seguir viviendo en la ignorancia si quieres… ¿de veras quieres continuar leyendo esto?... como quieras, te contaré mi experiencia, ocurrió en una sola noche, yo era un adolescente como tú, que se dedicaba a estudiar, hacer amigos y vivir la vida, pero esa desdichada noche me fui a dormir, así es, a dormir. Pensarás que eso no tiene nada de espectacular pero eso es porque no sabes todavía lo que puede significar para ti dormirte, empecé a sentir esa sensación de tranquilidad que te hace visualizar el sueño y estas a punto de dormirte. Entonces empecé a percibir algo en mi mente, era como si estuviera viviendo el sueño en primera persona, había un pasillo enorme que parecía infinito, podía ver que al final solo había oscuridad, seguí andando hasta llegar a ese lugar, cuando llegue a la zona oscura esta se encendió de golpe, entonces vi a una especie de persona gigantesca inclinándose hacia mí, no era un ser humano, tenía un aspecto realmente perturbador, su cara era cadavérica con dos enormes ojos blancos como el marfil, su dentadura podía verse a simple vista y su cráneo era afilado y grotesco, tenía una especie de capa negra que lo cubría completamente, me observaba constantemente como esperando a que yo le hablase, al rato dije mis primeras palabras. — ¿Quién eres? —El gigante al oír mi pregunta hizo un sonido parecido al crujido de los huesos y con una voz realmente profunda acorde con su apariencia me respondió. —En el mundo de los sueños no solemos tener nombres, nosotros somos lo que somos, somos el producto del mal que esconden los hombres y las mujeres, yo me hago llamar el Guardián, yo protejo y escondo lo que los seres humanos no quieren aceptar pero que aun así existe dentro de todos y cada uno de ellos, tu al igual que muchos tienes la oportunidad de encontrarse conmigo en sus sueños y les puedo permitir la posibilidad de mostrarles sus males mas escondidos. Aunque he de advertirte que cuando despiertes no volverás a ser la misma persona y siempre estaré en tus sueños mostrándote el mal, ahora he de hacerte yo una pregunta que deberás responder con seguridad… ¿quieres ver el mal que protejo de tu mente?— No supe muy bien que contestar, realmente estaba tomando decisiones en un sueño, era como si lo estuviese viviendo, como si tuviese la posibilidad de vivir mis sueños, de todas formas tenía muy claro que solo era un sueño, así que le conteste te al guardián —Deseo que me muestres lo que proteges— Entonces, el gigante se puso firme muy lentamente como si esperase que me echará atrás y le dijera que no lo hiciera, debí haberlo hecho, pero no lo hice, de repente el gigante miró a la derecha donde se abrió una especie de portal oscuro, él me dijo con una voz que retumbó en toda la sala.

—Por este portal podrás ver a Mentira, cuando creas haber terminado simplemente vuelve conmigo para poder mostrarte más.— Entré por el portal abandonando la sala donde se encontraba el Guardián. Al entrar pude ver otro extenso pasillo que daba a una sala, en esa sala había otro ser gigantesco que estaba enterrado en el suelo de cintura para abajo, tenía un color de piel morado, con un montón de alfileres y clavos tan grandes como vigas de acero clavados en todo su cuerpo, por la sala donde se encontraba habían montones de esos metales puntiagudos y enormes tirados por el suelo, este ser se percato de mi presencia, me miró con lo que parecían sus ojos, que eran completamente negros, esbozó una sonrisa que parecía forzada mostrándome todos sus dientes y me dijo con una voz dura. — ¿Te sorprende verme en este estado? Por si no te lo había dicho el guardián, yo soy Mentira, la mentira que día a día cumplen los seres humanos con tal de huir de la verdad, me sorprende lo mucho que recurren a la mentira los hombres y mujeres de este mundo; vez todos estos clavos y alfileres de mi cuerpo, cada uno es una mentira, y cómo puedes ver, hay bastantes, día a día me clavo hasta diez alfileres y clavos. Yo me sorprendí cuando dijo que el mismo era el que se clavaba esos alfileres y clavos, así que le pregunte. —¿No te duele cuando te perforas la piel con ellos?— Al oír mi pregunta la criatura soltó una risa que parecía burlona, cuando paro de reír me dijo. —Por supuesto que siento dolor… un dolor terrible, a veces no puedo evitar gritar de dolor ¡Me atravieso yo mismo mi propia piel con estos malditos metales! me iría de aquí pero como podrás ver estoy enterrado, tengo que cumplir mi condena como Mentira.— Yo me compadecí por esa criatura y le pregunte. —¿Si te duele, porque te haces esto?— La criatura me miro con seriedad y me respondió con una voz ronca. —Yo me hago esto sabiendo que me duele al igual que tu mientes sabiendo que estas mintiendo, tú me haces esto cada día… yo soy tus mentiras— Al oír esas palabras me asuste, pude ver que era una persona que realmente no era nunca sincera, siempre estaba mintiendo, esa criatura era la personificación de mis mentiras, en lo que llevo de vida había mentido mucho, soy un mentiroso asqueroso, me doy asco, me da miedo ver esa realidad pero debo recordar que solo es un sueño. Decidí irme de inmediato, me dirigí al portal y llegue a la sala donde se encontraba el Guardián, entonces lo miré muy seriamente, antes de que yo pudiera decir nada pronuncio unas palabras —-Lo que acabas de ver es solo la verdad, cuando te encuentras con Mentira, hayas una verdad que los seres humanos no quieren admitir pero esa es la verdad, ahora puedes irte o si lo deseas puedo seguir mostrándote lo que protejo, conforme vayas pasando cada portal te será más fácil llegar al final— El Guardián abrió un nuevo portal y me dijo —¿Deseas continuar?— Tenía curiosidad por ver qué era lo siguiente que me encontraba pero estaba algo temeroso. Pero seguía pensando que sólo era un sueño y que no importaba, solo era un sueño, le conteste algo inseguro al Guardián —-Si, continuare— El Guardián me miró y me dijo.

—Cuando pases por este portal te encontrarás con Odio… ten cuidado esta vez, Odio no es tan tranquilo como Mentira, podrías hacerte daño— Después de que el Guardián me advirtiese pase a través del portal, me encontré en un desierto de arena negra con un cielo tan blanco como la nieve, no había ni frio ni calor. Entonces de la arena emergió la cabeza de otro ser gigantesco justo delante de mí, este era aun más horripilante que el anterior, en lo que parecía su cráneo, pude ver que tenía como unos alambres tan largos como las vías de un tren atravesando toda su cabeza, no tenia ojos sólo una boca sin labios, tenía una respiración que sonaba como un viento huracanado, lanzaba unos gruñidos muy potentes, entonces exclamo. —¡Oh, grandes males del mundo! ¿Por qué no quieres liberarme de esta prisión que me ahoga? Déjame mostrar mi furia por lo que me aflige, me duele, me duele tanto que sería capaz de despedazar a mis propios seres queridos, malditos sean… ¿Por qué? Este odio me recorre y me deja sin respiración, no hay nada que pueda destruir, no queda nada en este lugar abandonado en la mente de este ser humano— Me quedé asombrado al ver a esa criatura maldiciendo descontroladamente. Fue entonces cuando decidí hablarle —-Disculpa ¿Por qué estas tan enfadado? No vale la pena que te enfades sin razón.— La criatura se detuvo, empezó a olisquear hacia la dirección a la que yo estaba, parecía tener una expresión de ira contenida como si estuviera a punto de comerme o destrozarme vivo, pero no hizo nada de nada, se contenía como si no pudiera hacerme nada resignándose a la vez que parecía estar furioso, después hizo un profundo suspiro y me dijo —-…Te odio…no sabes cuánto te odio ¿sabes quién soy? Soy tu odio acumulado durante años, desde que tu mamá te quitó la pelota con la que jugabas hasta hoy que tu profesor te ha regañado esta mañana; soy las maldiciones que no has podido decirles a la cara a las personas que más odias en este mundo, no sabes lo que tienes en tu interior, eres odio, yo soy odio, yo soy el odio que has creado dentro de ti acumulándose pero a la vez escondiéndose, mostrándote como una persona tranquila recurriendo a la mentira.— El gigante al decir esas palabras empezó a salir de la arena dejando ver su cuerpo, estaba encadenado por el cuello lo que le impedía moverse con facilidad, de repente entre rugidos y maldiciones se empezó a arrancar la piel del pecho de la que salían

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