Sueños Frustrados

SUEÑOS FRUSTRADOS

Esta es la historia de una familia integrada por cuatro personas que habitan en la ciudad de Duitama en la vereda de la trinidad. la protagonista de esta realidad es Alicia Molano de 49 años, la cual cada día trata de sacar adelante a su familia, pero las oportunidades son pocas y esto hace que sus sueños y los de toda su familia se trunquen. Les contaremos un poco, detalle a detalle, su diario vivir.

Sus dos hijos, Juan de 15 años y Andrés de 14 años, cursan quinto y sexto respectivamente, ellos se levantan a las 5:00 am a iniciar su rutina diaria, como ayudar a encender la estufa de carbón. Ellos con un sencillo pero amoroso desayuno parten para ir a la escuela, van desde su casa hasta las afueras de paipa y este recorrido lo hacen a pie, llegan a su colegio aproximadamente a las 7:00 am, su intensidad académica es de cinco horas, sus ganas de estudiar se ven opacadas por el cansancio y el hambre que un simple desayuno no pudo saciar, ya que los recursos no alcanzan para darles unas onces que refuercen su energía, lógicamente esto se ve reflejado en su desempeño académico. A las 12 m parten a su casa haciendo nuevamente ese largo recorrido.

Estos niños cuentan que su gran anhelo es poder estudiar medicina y el otro ser profesor. Pero ellos dicen que viendo su realidad, su futuro es pedirle a Dios que puedan lograrlo.

Ellos para poder aportar al hogar han trabajado de ayudantes de construcción en sus tiempos libres. Además de esto su madre no tiene trabajo, porque lo único a lo que se ha desempeñado es trabajar en casas domesticas. Y se le dificulta conseguirlo, ya que en ningún lado la quieren contratar de una manera legal, brindándole las prestaciones, horas extras y mucho menos asegurarla.

Su esposo José Pérez, de 75 años quien no tienen un trabajo estable, debido a su edad, se dedica cuando su salud lo permite a la agricultura, pero esto no le da la remuneración que el espera. El único aporte del estado es un pequeño subsidio de familias en acción, pero esto no es un aporte lógico para una familia con estas necesidades, la casa donde habitan no es de su propiedad, ellos acceden a cuidarla sin lucro alguno, con tal de tener un techo en donde dormir.

Es triste saber que en un país como Colombia, que dice ser unido y feliz no se brindan las verdaderas oportunidades a familias como estas, que lo único que hacen día a día es luchar para poder sacar a sus hijos adelante, y que no sigan viviendo esta cruda realidad, ellos solo piden una oportunidad para poder sacar a sus hijos adelante, una oportunidad de progreso, y es de admirar esto, puesto que no son de los que se queda esperando que todo “les caiga del cielo” entonces lo único que les queda es pedirle ayuda a los de arriba, en este caso no estamos hablando de Dios ni toda su corte de Ángeles, sino de los gobernantes, y que hacen ellos? Los ponen en una larga lista de espera la cual

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