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Tarjetas Departamentales


Enviado por   •  15 de Octubre de 2013  •  3.708 Palabras (15 Páginas)  •  542 Visitas

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Tarjetas departamentales.

Cada vez más tiendas departamentales ofrecen tarjetas de crédito con beneficios que van desde facilidades para pagar a meses sin intereses, hasta la posibilidad de acumular kilómetros en programas de viajero frecuente. Si estás pensando en contratar alguna, asegúrate de conocer las ventajas y desventajas de las opciones que hay en el mercado, así tendrás más elementos para tomar una decisión.

Aunque en apariencia son muy similares, estas tarjetas son distintas de acuerdo al uso que puedes darles. A grandes rasgos podemos decir que hay dos posibilidades:

1. Tu tarjeta sólo te permite hacer compras en las tiendas de la cadena que la ofrece.

2. Tu tarjeta te permite pagar en todos los establecimientos que acepten tarjetas de crédito.

En el primer caso, la tienda que emite la tarjeta es quien ofrece el financiamiento con recursos propios (coloquialmente, les llaman tarjetas “departamentales”). En el segundo caso, quien te otorga la línea de crédito es un banco que respalda al establecimiento que te ofreció el plástico. (A estas se les llama “de marca compartida”). En este artículo hablaremos sólo de la primera opción, es decir, de las tarjetas emitidas por tiendas departamentales sin respaldo de una institución financiera.

Las desventajas

Pueden ser más caras que las tarjetas bancarias: el Costo Anual Total (CAT) promedio de estos plásticos es de 116%, muy alto si lo comparamos con el CAT promedio de las tarjetas bancarias que es de 42%, según datos de la Asociación de Bancos de México. Antes de contratar una tarjeta de crédito, fíjate en el CAT, esto te dará una idea de cuánto pagarás por el uso del plástico, esta medida incluye todos los costos relacionados con el financiamiento: tasa de interés, comisiones, seguros y otros gastos.

Sólo son aceptadas por la tienda que la emitió o aquellos establecimientos que pertenecen al grupo comercial; por eso antes de decir sí a quien te ofrece este tipo de plásticos, debes preguntarte si eres cliente frecuente de la tienda, si no lo eres, no tendrá ningún caso contratarla. Toma en cuenta que hoy las tarjetas de crédito bancarias son aceptadas en diferentes establecimientos comerciales: un restaurante, el cine, las gasolineras y hasta las propias tiendas departamentales las reciben como forma de pago.

La mayoría no cuenta con un seguro por fallecimiento que cubra la deuda de la tarjeta en caso de que fallezca el titular. Si existe una tarjeta adicional, la persona a nombre de quien está el plástico, se convierte en obligado solidario del adeudo. Liverpool ofrece un programa de protección familiar que incluye este tipo de seguro, pero con un costo, la cobertura es de hasta $20,000 para cubrir el saldo de la tarjeta en caso de que el titular fallezca. Los dos primeros meses de contratada la tarjeta es gratis y a partir del tercer mes pagas por el servicio $34.90 que se carga en tu estado de cuenta.

Pocas te ofrecen la posibilidad de disponer efectivo. Aunque disponer dinero con una tarjeta de crédito es un financiamiento caro, sabemos que las emergencias ocurren. Algunas sí te permiten hacerlo, como las de Palacio de Hierro, C&A y Liverpool (esta última te pide como requisito un mínimo de seis meses con el plástico). Con algunas puedes disponer sólo en sus tiendas, con otras sólo en cajeros automáticos y otras te permiten hacerlo en ambas modalidades.

Las ventajas.

No cobran algunas comisiones: uno de los beneficios de las tarjetas departamentales es que en su mayoría no cobran comisiones por anualidad, apertura del crédito, reposición por robo o extravío y por tarjetas adicionales. Esto es un ventaja frente a las bancarias, sobre todo si eres totalero, es decir, si pagas el total de tus consumos más las parcialidades correspondientes a las promociones a meses sin intereses, no pagarás un solo peso por el plástico. Consulta con tu tienda departamental las comisiones vigentes.

Creas historial: para otorgarte este tipo de plástico la mayoría de los establecimientos no te pide que cuentes con un historial crediticio, sólo verifican que este último, en caso de que cuentes con él, no sea negativo. Esto es una ventaja, pues no es tan fácil que un banco te dé una tarjeta de crédito sin contar con antecedentes crediticios, por eso tramitar una tarjeta departamental puede ser una buena opción para comenzar a formar un historial - los establecimientos comerciales al igual que los bancos reportan tus conductas de pago a las Sociedades de Información Crediticia que a futuro, si demuestras ser buen pagador, te abra las puertas a otros créditos. Recuerda que el crédito, usándolo con planeación y responsabilidad, es una herramienta útil para acelerar la creación de patrimonio.

Ofrecen promociones especiales a meses sin intereses, descuentos y el reembolso de un porcentaje de tus compras en monedero electrónico o en puntos con los que pueden adquirir más mercancía de la tienda. Algunos de estos plásticos otorgan descuentos en tu primera compra.

Dan la posibilidad de adquirir mercancías a pagos fijos, aunque en este esquema sí debes pagar intereses. Una modalidad a pagos fijos que llegan a ofrecer es comprar hoy y comenzar a pagar después, por ejemplo, dentro de tres meses, si bien obtienes un plazo de financiamiento mayor, la pregunta obligada que tienes que hacerte es, si hoy no puedo pagarlo, ¿podré hacerlo mañana con intereses?

Más días de financiamiento, es una de las ventajas que en particular ofrecen las tarjetas Sears y Sanborns, pues dan 25 días para pagar después de la fecha de corte sin cargo por intereses, estamos hablando de cinco días en promedio adicionales a los que ofrecen las tarjetas de crédito bancarias.

Aunque el mayor atractivo para contratar estas tarjetas son los descuentos que ofrecen las tiendas, es importante que no te dejes guiar por el impulso, evalúa si necesitas el producto y qué tan significativo es el descuento y antes de aceptar alguna de estas promociones lee los folletos informativos o la publicidad, pues así sabrás cuales son los términos y condiciones.

Ahora que conoces las ventajas y las desventajas que ofrecen estos plásticos, la decisión de contratar uno, es tuya.

Es fácil contratar.

Para otorgarte la tarjeta, los establecimientos solicitan ciertos requisitos, que varían de tienda en tienda. Si ya cuentas con una tarjeta bancaria con antigüedad mínima de un año, el trámite es más fácil, pues no te piden comprobar ingresos. Consideran también la edad, la antigüedad laboral, referencias personales y crediticias.

Piden ingresos mínimos en promedio de $4,000, menores a los que solicitan las tarjetas bancarias. Incluso algunas tarjetas no te piden forzosamente comprobar ingresos, por ejemplo, la tarjeta C&A puedes tramitarla si eres estudiante o ama de casa sin ingresos comprobables.

En todos los casos deberás llenar una solicitud y presentar una identificación oficial (credencial de elector, pasaporte o cédula profesional).

Haz buen uso del crédito.

Como las tarjetas bancarias, las departamentales tienen una fecha límite de pago y un mínimo requerido, y si no cumples con ningún pago podrías hacerte acreedor a una comisión por pago tardío, gastos de cobranza o intereses moratorios, y a una mala nota en tu historial crediticio. Por eso, si ya cuentas con una, la recomendación es: paga a tiempo y procura realizar el pago para no generar intereses o por lo menos más del mínimo para que liquides tu deuda más rápido y pagues menos intereses.

Presupuesta tus compras y analiza si podrás hacer los pagos mensuales que el comercio te requerirá según la operación, pregúntate si está dentro de tu capacidad de pago, es decir, si puedes contraerla sin riesgo a atrasarte, no sólo en esa deuda sino en todos tus compromisos financieros (hipoteca, crédito personal, préstamos familiares).

UNA TARJETA DEPARTAMENTAL.

Expertos en finanzas personales coincidimos en una cosa: las tarjetas de crédito departamentales no son convenientes por muchas razones. Entre las más importantes se encuentra, sin duda alguna, la altísima tasa de interés que cobran.

Sin embargo, hace tiempo obtuve una por razones de conveniencia: iba a realizar una compra planeada, con un monto grande, en época de rebajas.

En un principio no pensé que me fueran a dar toda la línea de crédito solicitada, pero para mi sorpresa lo hicieron.

Entonces la utilicé, acepté el seguro de vida con un pequeño costo adicional (porque esta tarjeta no tiene un seguro gratuito de liberación de saldos por fallecimiento) y al cabo de 13 meses (sin intereses) terminé de pagar. Conservé mi tarjeta (no tiene ningún costo ni cuota anual) y ahí fue cuando los problemas comenzaron. Como ya no la usaba, salió de mi “radar” y una vez que mi estado de cuenta llegó tarde, tuve un retraso por no haber cubierto a tiempo el cargo del seguro que había aceptado.

Tomé mi responsabilidad (aunque no llegue el estado de cuenta uno es responsable) y pagué los cargos moratorios, que significaban 10 veces el importe del seguro que me cobraban. Y lo cancelé (ya no lo necesitaba).

Posteriormente tuve una boda y me llegó una invitación para “reactivar” mi tarjeta, con descuento de 10% aún sobre lo ya rebajado y aproveché la oferta; era época de rebajas y compré el regalo para la boda y un electrodoméstico para la casa. En ese momento la tienda tenía la promoción de “compre ahora y comience a pagar dentro de cinco meses”. Mi idea era pagar de contado en ese momento para no generar ningún interés.

Llegó mi estado de cuenta mencionando que no tendría que pagar nada todavía (por la promoción). Ya no me llegó ningún otro, lo cual me pareció normal dado que mi cuenta no registró ningún otro movimiento.

El mes que tenía que pagar, me llega el primer estado de cuenta, con la sorpresa de que ya tenía un cargo vencido, y que los cargos por intereses ordinarios, moratorios y de cobranza sumaban más de 1,000 pesos.

Llamé al teléfono de atención a clientes de la tienda, para hacer la aclaración.

Les informé que en ese momento estaría liquidando todo el saldo, pero que por favor comprendieran la situación y pedí que me eliminaran los cargos adicionales.

Me trataron de forma muy descortés: con la punta del pie y con una prepotencia y arrogancia desgarradora. Desde luego no pienso volver a poner un pie en esa tienda: han perdido un cliente.

Envié una carta tanto al Director de Crédito como al Director de Relación con Inversionistas de ese almacén, para informarles de la situación y mi posición con ellos. Es verdaderamente lamentable que algunas empresas prefieran perder a sus buenos clientes, con un amplio crédito y que siempre pagan sus saldos totales, por una situación pequeña.

Creo que era importante hacerles notar que un poco de cortesía y actitud de servicio al cliente hubieran bastado. Ésa es la diferencia entre las empresas que destacan y las que no.

Mi crédito ya está saldado. Sin embargo, es de notar que las dos pequeñas “manchitas” en mi historial crediticio están relacionadas con esta tarjeta.

Entonces: ¿Conviene tener una tarjeta de crédito departamental? Después de leer mi historia, yo creo que no. Pero independientemente de eso, creo que no por las siguientes razones:

No para compras cotidianas, porque cobra una tasa de interés mucho mayor y por lo tanto, el Costo Anual Total de ellas es altísima.

No porque de cualquier forma las promociones a meses sin intereses o descuentos están también disponibles si uno paga con otras tarjetas bancarias (salvo la de compre hoy y comience a pagar después).

• No aunque uno esté acostumbrado a usar las tarjetas de crédito como se debe, y pagar cada mes el pago para no generar intereses, por lo que me sucedió.

No porque suelen tener un mucho peor servicio al cliente que muchos bancos (aunque uno no lo crea –hay bancos que sí lo tienen).

No porque es un plástico adicional, con una línea de crédito adicional, que podría generar en cualquier momento tentaciones.

MEDIDAS DE SEGURIDAD.

Protege tu información personal y financiera

En 2011 el monto reclamado por los usuarios ante la Condusef, relacionado con posibles fraudes con sus tarjetas de crédito y débito, transferencias electrónicas o cheques, ascendió a 476 millones de pesos y se estima que los bancos anualmente reembolsan 800 millones de pesos por cargos no reconocidos por el cliente. La clonación es un delito que ocasiona pérdidas tanto a usuarios como a instituciones financieras.

También conocida como skimming, la clonación consiste en copiar los datos que contiene la banda magnética de una tarjeta al deslizarla en un pequeño dispositivo

Llamado skimmer. La información se almacena para luego transferirla a una tarjeta nueva que los delincuentes usarán para hacer compras a tu nombre en establecimientos o por internet.

Contrario a lo que se podría pensar, este procedimiento es muy sencillo y no requiere de expertos en informática, toma segundos y sólo se necesita el skimmer, que cabe en la palma de la mano.

Esta práctica no sólo ocurre en México, sus dimensiones han alcanzado esferas internacionales, pues el crimen organizado viaja de un país a otro para no ser detectado. Si atendemos a los foros de usuarios, vemos que la mayoría de los reportes de clonación provienen de bares y restaurantes, tiendas comerciales o departamentales, hoteles y centros turísticos. Sin embargo, cualquier lugar es propicio para cometer el delito.

Tú como usuario de los servicios financieros y el banco como la institución que los oferta son corresponsables de la seguridad de los mismos. Veamos qué le toca hacer a los bancos.

¿Qué hacen los bancos?

Las instituciones financieras tienen hasta diciembre de 2013 para migrar todos sus plásticos de banda magnética a chip. En ese lapso, también los lectores de tarjetas en puntos de venta, los cajeros automáticos y las cajas registradoras deberán haberse adaptado a esa tecnología. Esta obligación impuesta por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores busca reducir prácticas fraudulentas, pues la tecnología del chip es más segura que la banda magnética. La información que guarda el primero, sólo puede ser descifrada por el banco, se activa únicamente con la clave personal del usuario (NIP), que sólo él conoce. Así, para completar una operación en un comercio será necesario que éste lo teclee, de lo contrario el pago no podrá ser completado. Si tu plástico aún no cuenta con el chip pregúntale a tu banco cuando realizará el cambio.

A partir de diciembre de 2013, los bancos deberán asumir el riesgo y por tanto los costos de las operaciones realizadas mediante el uso de tarjetas sin circuito integrado (chip) en cajeros automáticos o terminales punto de venta, que no sean reconocidas por los usuarios. Los montos deberán ser abonados a la cuenta del cliente a más tardar cuarenta y ocho horas posteriores a la reclamación1.

Sistemas de pago en línea

Ante el aumento de amenazas en el comercio electrónico, hay empresas cuya labor consiste en ofrecer a sus clientes sistemas de pagos seguros. El más popular de estos servicios es PayPal. Cuando creas tu cuenta en su portal debes registrar los datos de tu tarjeta de crédito o débito para que se efectúen los cargos de las compras que realices en comercios que utilizan su plataforma de cobro. La ventaja es que ellos funcionan como intermediario, así no tienes que revelar tu información a cada uno de los comercios electrónicos donde compres. Pero el problema es que si compartes tus datos con estos servicios de pago, equivale a darle tu información a un tercero. Un defraudador podría apoderarse de tu cuenta de PayPal y realizar consumos no autorizados por ti.

Para estos casos, la empresa tiene previsto un proceso de reclamación donde notificas la compra que no reconoces a más tardar 60 días después de que se realizó el cargo. PayPal puede tardar el tiempo que quiera para hacer la investigación, pero si ésta demora más de 90 días te hará un abono provisional por lo reclamado. Cuando concluya la investigación te notificará el resultado: si la resolución es a tu favor, podrás conservar el depósito provisional. Pero si la resolución no te favorece te deberá informar por qué y en caso de que te hayan abonado algo te lo descontará de tu cuenta. Las autoridades mexicanas no podrán ayudarte a resolver esta situación pues este servicio no está regido por las leyes de nuestro país y opera bajo sus propias políticas y condiciones.

Si utilizas sistemas de pago en línea como PayPal cambia periódicamente tu contraseña, monitorea tu historial de pago (que aparece en su página) para cerciorarte que no se hayan realizado transacciones no autorizadas por ti, no olvides cerrar tu cuenta cada vez que dejes de utilizar el servicio y evita hacer compras en computadoras públicas.

Usuarios de PayPal también han sido víctimas del phishing, fraude que consiste en el envío de correos electrónicos que aparentan provenir de fuentes confiables (en este caso de PayPal) y buscan obtener información confidencial (datos personales como nombre completo, dirección de correo, contraseña y sobre todo datos de tu tarjeta de crédito) para cometer un fraude. Estos correos están perfectamente creados, utilizan logos y mensajes de notificación que hacen referencia a la institución. Si te llega un correo de esta naturaleza, fíjate en el saludo, normalmente empresas como PayPal se dirigen a ti por tu nombre y apellido, y no con un saludo general; desconfía si te solicitan información personal.

Con todo esto, muchas empresas de este tipo se han hecho famosas justamente por la experiencia que los usuarios han tenido con ellas y que comparten con otros a través de foros o blogs.

Otra forma de hacer compras en línea es directamente en la página del proveedor, por ejemplo las líneas aéreas te solicitan los datos de tu tarjeta para comprar un boleto de avión (el número de tarjeta, el nombre que aparece en ésta, la fecha de expiración y los tres últimos dígitos de tu número de seguridad (CVV) impreso en la parte posterior de tu plástico).

Al igual que los sistemas de pago, esta modalidad de compra tiene sus riesgos, sin embargo los proveedores de tarjetas de crédito Visa y MasterdCard han ideado un sistema de autenticación en línea para que tus compras sean más seguras. En la página 38 podrás encontrar más información sobre cómo opera dicho sistema.

Implementa tus medidas.

Toma precauciones para que no te pesquen, así la información de tu plástico no caerá en malas manos. Cuando la clonación se realiza en cajeros automáticos, además de robar la información de la banda magnética, los defraudadores buscan obtener tu Número de Identificación Personal (NIP). En esos casos, además de colocar el skimmer en la ranura donde ingresas tu tarjeta, ponen un micro cámara apuntando al teclado para grabar tu NIP. Con estos dos elementos pueden retirar dinero de los cajeros automáticos hasta vaciar tu cuenta.

Antes de hacer un retiro revisa que el cajero automático no cuente con dispositivos extraños en el lector de tarjetas, que no haya cámaras ocultas y de preferencia tapa con tu mano el teclado a la hora de capturar tu NIP.

Procura que al pagar en un comercio, la transacción se realice siempre en tu presencia, y cuando te regresen la tarjeta verifica que sea la tuya. En los restaurantes o bares es común que se lleven tu tarjeta para pasarla por la terminal punto de venta, pide que te la lleven hasta tu mesa, si no es posible acude a pagar la cuenta directamente a la caja. No pierdas de vista tu plástico.

Nunca apuntes tu NIP en tu tarjeta o lo guardes cerca de tu cartera o plásticos. No crees contraseñas con la fecha de tu cumpleaños o números consecutivos como 1234 o repetidos como 8888.

No dejes tus productos financieros (cheques, tarjetas) en tu auto, al usar un vallet parking te los pueden clonar.

Seguros contra fraude

Otra medida de seguridad que han implementado los bancos son los seguros contra fraudes en tarjetas de crédito y débito. En la mayoría de los casos se trata de un beneficio adicional que la institución ofrece gratuitamente y en otros tiene un costo. Normalmente ofrecen coberturas por:

Robo, extravío y clonación: protege el saldo de tu cuenta ante estos casos. Una vez que te des cuenta de lo ocurrido deberás dar aviso a tu banco. El periodo de la protección varía de acuerdo a cada institución, pero puede ir entre las 48 y 72 horas previas o bien posteriores a tu reporte.

Protección de efectivo por retiro en ventanilla o cajero automático: si te asaltan al retirar dinero en un cajero automático o ventanilla, el banco te reintegra el monto de lo robado. Te puede amparar hasta las 96 horas a partir de que hayas realizado el retiro de efectivo.

Operaciones por internet: si alguien hace uso, sin tu autorización, de tu NIP o clave bancaria, token o tarjeta de seguridad que utilizas en tu portal bancario para hacer transferencias de fondos, el seguro te cubre por éstas.

Utilización forzada por terceros de tarjeta de crédito o débito: si eres obligado a retirar efectivo de un cajero automático, utilizando tu tarjeta de débito o crédito, el banco te reintegrará hasta cierto monto. Cuando la ofrecen, la cobertura puede ir desde que haces la primera disposición y hasta las 96 horas siguientes.

Servicios de asistencia: a través de una sola llamada puedes bloquear todas tus tarjetas, también te dan asesoría legal telefónica.

Robo con violencia de cartera o bolso de uso personal: te cubre por el daño patrimonial que sufras en estos casos, así como los objetos personales. No ampara dinero en efectivo.

Uso fraudulento de celular: te indemniza por el robo de tu teléfono móvil contratado en plan tarifario. Responde por las llamadas hechas, comúnmente durante las siguientes 24 horas al robo o previas hasta el momento del bloqueo del teléfono. Deberás entregar el estado de cuenta del plan tarifario para reclamar.

Asistencia por robo de identidad: colaboran contigo y las autoridades para reportar los documentos oficiales extraviados, te proporcionan asesoría legal y gestión judicial y extrajudicial en caso de que hagan uso indebido de tus documentos oficiales.

Estas coberturas te protegen por un número de eventos al año y por ciertos montos establecidos. Verifícalos en tu póliza, dentro de las condiciones generales del seguro.

Para que te indemnicen podría ser necesario que presentes la copia certificada de tu denuncia ante el Ministerio Público. Para los casos en donde el seguro te cubre tarjetas de otras instituciones financieras será necesario el reporte o solicitud de bloqueo del plástico ante el banco correspondiente.

Reporta de inmediato el siniestro, pues estos seguros te amparan por cierto periodo antes o después del siniestro. Si reclamas fuera de tiempo, no te cubrirán.

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