Teoría De La Demanda
erikarojas8516 de Octubre de 2012
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TEORÍA DE LA DEMANDA.
ANTECEDENTES.
A pesar que el modelo es generalmente atribuido a Alfred Marshall (debido a que ese autor formalizo, analizo y extendió su aplicación), el origen del concepto es anterior.
La expresión ‘oferta y demanda’ fue acuñada por James Denham-Steuart en su obra Estudio de los principios de la economía política, publicada en 1767. Adam Smith usó esta frase en su libro de 1776 La riqueza de las naciones, y David Ricardo, en su libro Principios de política económica e impositiva de 1817, tituló un capítulo "Influencia de la demanda y la oferta en el precio".
En su La riqueza de las naciones Smith asume, en general, que la demanda es relativamente fija en el plazo corto y mediano (dependiendo últimamente de la cantidad de personas), y que, consecuentemente, es únicamente la oferta la que hace que el precio suba o baje. Conviene recordar que en aquellos tiempos las empresas eran pequeñas, y solo podían contribuir, cada una, fraccionalmente a satisfacer la demanda. Esto, junto a la existencia de libre competencia, hacia que los precios de mercados disminuyeran al máximo posible, tendiendo al costo de producción, el que, a su vez, depende de consideraciones técnicas, no de la demanda. Ricardo, en los Principios de política económica e impositiva, establece de forma más rigurosa algunas suposiciones que sirvieron para forjar sus ideas sobre la oferta y la demanda. Pero fue Antoine Augustin Cournot el primero que desarrolló un modelo matemático para explicar la oferta y la demanda en su libro Desarrollo de los principios matemáticos de la teoría de la bonanza económica, transformando así lo que era una idea general en una “ley económica”.
Durante los últimos años del siglo XIX surgió la escuela de pensamiento marginal. Este campo fue iniciado por Stanley Jevons, Carl Menger y Léon Walras. La idea principal es que el precio se establecía a partir de la demanda: los consumidores solo pagan lo que consideran adecuado por los bienes, cualquiera sea el costo de producción. Fue un cambio sustancial respecto a las ideas de Adam Smith sobre la determinación del precio de oferta.
Este modelo fue desarrollado y formalizado más tarde por Alfred Marshall en su ensayo Principios de economía. Junto con Léon Walras, Marshall se centró en el punto de equilibrio en el cual las dos curvas se cortaban. Desde finales del siglo XIX, esta teoría de la oferta y la demanda se ha mantenido prácticamente inamovible. La mayoría de los estudios posteriores se han centrado en buscar adecuar el modelo a situaciones más reales, incorporando aspectos tales como los costes de transacción, la racionalidad limitada o incluso el principio de no racionalidad, etc. basados en la percepción que es el caso que la situación real del mercado corresponde a una de competencia imperfecta.
Por ejemplo -desde las primeras décadas del siglo XX- una variedad de autores -tales como Joan Robinson; Edward Hastings Chamberlin; Heinrich Freiherr von Stackelberg; Jan Tinbergen; Wassily Leontief, etc, introdujeron una serie de adecuaciones o modificaciones parciales a la formalización de Marshall.
Dos leyes enunciadas por Hermann Gossen en 1854, son el antecedente más directo de lo que posteriormente se conocería en la historia del pensamiento económico como la “Revolución Marginal”.
a) La Ley de Prolongación que se enuncia de la siguiente manera: “Cuando un deseo cualquiera se persigue sin interrupción, su intensidad, después de haberse en un principio acentuado, decrece y acaba por convertirse en nada”
b) La Ley de Repetición que se enuncia: “Cuando una sensación agradable se repite, el grado de intensidad y duración decrecen tanto más rápido, cuanto más rápidamente se suceden las repeticiones”.
DEMANDA.
Es la relación inversa que existe entre el precio de un bien y la cantidad que un individuo adquiere de ese bien, a los distintos precios.
En la Demanda hay una serie de factores determinantes de las cantidades que los consumidores desean adquirir de cada bien por unidad de tiempo, tales como las preferencias, la renta o ingresos en ese período, los precios de los demás bienes y, sobre todo, el precio del propio bien en cuestión. Si consideramos constantes todos los valores salvo el precio del bien, esto es, si aplicamos la condición ceteris paribus, podemos hablar, de la tabla de demanda del bien A por un consumidor determinado cuando consideramos la relación que existe entre la cantidad demandada y el precio de ese bien.
TIPOS DE DEMANDA.
Demanda Agregada: Consumo e inversión globales, es decir, total del gasto en bienes y servicios de una economía en un determinado período de tiempo.
Demanda Derivada: La que es consecuencia de otra demanda. Así, la demanda de capitales y de mano de obra depende de la demanda final de bienes y servicios.
Demanda Elástica: Característica que tienen aquellos bienes cuya demanda se modifica de forma sustancial como consecuencia de cambios en el precio de dicho bien o cambios en la renta de los consumidores.
Demanda Inelástica: Demanda que se caracteriza porque la variación en el precio de un bien determinado apenas afecta a la variación de la cantidad demandada de ese bien, de forma que queda manifiesta la rigidez de su demanda. En ocasiones esta relación es incluso inexistente, y entonces se habla de total rigidez de la demanda.
Demanda Exterior: Demanda de un país de bienes o servicios producidos en el extranjero.
Demanda Interna: Suma del consumo privado y del consumo público de bienes y servicios producidos en el propio país.
Demanda Monetaria: Función que expresa la cantidad de riqueza que las personas y las empresas guarda en forma de dinero, renunciando así a gastarlo en bienes y servicios o a invertirlo en otros activos.
Demanda Individual: Refleja el comportamiento de un individuo o unidad consumidora en particular.
Demanda de Mercado: Refleja las preferencias del conjunto de individuos o unidades consumidoras respecto a un determinado bien o servicio. La demanda de mercado se obtiene de agregar para cada precio las cantidades requeridas que cada una de las unidades consumidoras demandaría.
La demanda de mercado depende de las mismas variables que las demandas individuales, mas una variable adicional; el tamaño y características de la población.
LEY DE LA DEMANDA.
De la observación del comportamiento de los compradores en el mercado podemos obtener una generalización fundamental, la cual se conoce con el nombre de Ley de la Demanda:
Para determinar las características de la demanda, lo primero que tenemos que tomar en consideración es la cantidad del producto que los consumidores están dispuestos a demandar, de acuerdo con las variaciones que experimente el precio del mismo. Ahora bien, puesto que además del precio pueden existir muchos factores que influyan en las cantidades demandadas, inicialmente platearemos, por razones de simplificación, una situación teórica en la cual se considerarán constantes todos esos otros posibles factores, con excepción del precio del producto en consideración. Esto es lo que los economistas llaman ceteris paribus.
Bajo tales condiciones se cumplirán perfectamente los postulados de la Ley de la Demanda, de acuerdo con la cual, como ya vimos, las cantidades demandadas de un bien variarán inversamente a su precio. Expresado en otras palabras, la demanda de un bien aumentará en la medida en que su precio disminuya y viceversa.
LA CURVA DE LA DEMANDA.
Gráficamente la Curva de la Demanda se puede representar de la siguiente forma:
Curva de la Demanda
En la figura queda gráficamente representada la siguiente tabla de demanda, en la cual P representa los precios y Q las cantidades demandadas de un bien.
P Q
12 04
08 08
04 12
Vemos así que en la medida en que va disminuyendo el precio del bien en consideración, las cantidades demandadas del mismo van incrementándose.
La inclinación negativa de la curva de la demanda es una de las características fundamentales de la misma y queda determinada por la Ley de la Utilidad Marginal Decreciente. De acuerdo con dicha Ley, la capacidad de un bien para satisfacer una necesidad es cada vez menor en la medida en que se poseen mayores cantidades del mismo.
La “Utilidad Marginal” de un bien sería el incremento en la Utilidad Total que proporcionaría a su propietario una unidad adicional del referido bien. A medida que un individuo obtiene unidades adicionales de una mercancía o un bien, la satisfacción o utilidad total que obtiene de éste aumenta, pero no proporcionalmente; aumenta a una tasa decreciente y, posiblemente, alcanzará un máximo a partir del cual unidades adicionales del mismo podrían llegar a proporcionarle una utilidad total negativa.
Ley de la Utilidad Marginal Decreciente:
“La utilidad de las cosas varía en relación inversa con su cantidad. A medida que aumentamos el consumo o adquisición de una cosa la utilidad total aumenta, pero a un ritmo decreciente, por razón de que la utilidad de cada unidad adicional del producto se va reproduciendo según aumenta la cantidad total de unidades adquiridas”
Por otra parte, cabe destacar que la señalada inclinación negativa de la curva en consideración queda también explicada por la Ley de Igualación de las Utilidades Marginales Ponderadas, cuanto mayor sea la cantidad de un bien, en relación a las cantidades de
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