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Tesis Maria Sayago


Enviado por   •  30 de Junio de 2014  •  5.440 Palabras (22 Páginas)  •  487 Visitas

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS

LLANOS OCCIDENTALES EZEQUIEL ZAMORA

EXTENSIÓN PÁEZ

ESTRATEGÍAS EDUCATIVAS PARA LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA DE LOS SISMOS O TERREMOTOS EN VENEZUELA

Autores: María Sayago C.I. V-14.540.368

Juan Lucena C.I. V-8.660.684

Tutor: Prof: Armando González

Sección “A” Geografía e Historia

Acarigua, 06 de junio de 2014

PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA

La historia de la sismología venezolana puede agruparse en 3 importantes ventanas de tiempo para entender el proceso que ha tenido. Una que parte en los siglos XVI y XVII en que los primeros pobladores de la nación eran los directamente afectados y no lo comprendían, abarcando hasta la venida de los primeros cronistas, esencialmente clérigos traídos con los colonizadores y que vertían en sus escritos la cotidianidad de su orden e incluso los fenómenos a los cuales se veían azotados, constituyéndose en una suerte de memorias vivientes que volcaban sus relatos en documentación eclesiástica, correspondencia privada u oficial según el caso.

Cabe destacar, que para los siglos XVIII y el XX, se considera como una segunda etapa, otros eran los cronistas más letrados, editores de diarios nacionales o locales e incluso fotógrafos y cineastas considerándose estas, formas alternas de realizar crónicas en sismología. No obstante ello, persiste desde tiempo atrás, la inveterada carencia de elaborar catálogos e incluso de la destrucción de reciente fecha de valiosas fuentes documentales limitando el acceso a muchos datos. Debido a esto, aparecieron quienes se dedicaron a recoger en incipientes o logrados catálogos, toda acción de los terremotos y sus secuelas, hasta la presencia del academicismo en donde era discutido cabalmente la naturaleza del fenómeno “sismológico” bajo un contexto científico.

Es por eso, que cada época de las indicadas ha tenido características propias en cuanto a su modus vivendi, más en ninguna ha sido mencionada la escritura o la existencia de pictogramas u otras evidencias de nuestro pasado cultural alusivas a la ocurrencia de terremotos. Si bien los arqueólogos han subdividido la Venezuela prehispánica atendiendo a 4 épocas: Indo hispana, neo India, meso India y paleo India, entre el año 17.000 AC hasta el 14.000 AC, respectivamente, la datación más antigua conseguida por vía de trincheras de observación paleo sísmica ha sido obtenida en un segmento de la falla de Boconó acercándose a una edad > 8990 BP, razón por lo que el período de estudio en esta disciplina es señalado hasta, sin que ello constituya un límite fijo, todo lo contrario, es lo más reciente que se ha podido encontrar en la fase de una investigación nacional de tal naturaleza.

A la carencia de manifestación escrita, previa la conquista en Centroamérica, la información sobre temblores o algunos de los aspectos relacionados con ellos, se pueden dividir en 2 tipos de datos. Los correspondientes a tradiciones y leyendas, muy raros de conseguir en Venezuela con muy escasas excepciones como la mencionada población de San Antonio de Capayacuar, estado Monagas, fundada por Fray Jerónimo de Muro a orillas del río Colorado en el fértil sitio de Capayacuar el 7 de agosto de 1713 (Kopp, 2004) en la que señala: (…) cada vez que la culebra de la laguna de Los Ipures se mueve, tiembla (…) o reportes de temblores específicos ocurridos previos a la conquista y recogidos por estos, los más extraños. Tal semblanza no está comprobada en la actualidad. El primer terremoto que afectó la geografía venezolana después se la invasión de América ocurrió el 1 de septiembre de 1530 con Mb 7,3, el cual destruyó el pequeño fuerte que Jácome de Castellón había hecho construir en la entonces llamada Nueva Toledo (hoy Cumaná).

Bien sea por la narración y descripción de sus efectos o por la interpretación de registros sismográficos, en los 4 siglos y medio subsiguientes a 1530, se tiene conocimiento de varios miles de sismos con epicentro en territorio venezolano o en regiones adyacentes; de ellos, unos 130 han ocasionado algún tipo de destrucción en localidades venezolanas. Por el hecho histórico y por la afectación se pueden mencionar: El 25 de diciembre de 1541 la primera ciudad que habían fundado los españoles llamada Nueva Cádiz en la isla de Cubagua fue destruida por un terrible fenómeno natural de un terremoto y un maremoto simultáneos que azotó las islas de Cubagua y Coche, algunas casas cayeron, se vino al suelo el escudo de piedra del ayuntamiento y las aguas inundaron las calles destruyendo la ciudad en su totalidad y arrastrando los escombros hacia el mar. También, el 03 de febrero de 1610, en la Grita, Estado Táchira (60 muertos); igualmente, el 11 de junio 1641 en Caracas (300 muertos); y el día 21 de octubre de 1766 al amanecer, una extensa área del noreste del continente suramericano fue sacudida por movimientos sísmicos. La extensión del área afectada fue excepcional, pues alcanzaba a Maracaibo por el oeste, Cayena al sureste, las islas de Guadalupe y Martinica al norte y el río Ventuari al suroeste; así como también numerosos poblados de los actuales estados Sucre, Monagas, Nueva Esparta, Anzoátegui, Miranda y Bolívar sufrieron daños severos y sus habitantes acamparon en las calles hasta el año siguiente, pues los sacudimientos se repitieron en el transcurso de catorce meses.

Es de hacer notar que, el 26 de marzo de 1812, día Jueves Santo, el país fue convulsionado por un terremoto destructor que causó grandes estragos en Caracas, La Guaira, San Felipe, Barquisimeto, Santa Rosa, Mérida y otras poblaciones intermedias, con un total de 15.000 a 20.000 víctimas; algunos riachuelos cambiaron su curso, en el valle de Caracas, manó agua fétida a borbotones y vastos espacios fueron inundados. El joven Simón Bolívar se presentó para ayudar a las víctimas de este evento, y el médico José Domingo Díaz, enemigo de la causa de la independencia, acudía a la misa de la catedral. Los españoles vociferaban que era un “castigo del cielo por sublevarse en contra del monarca Fernando VII”. Nuestro Libertador, les

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