Trabajo De Parto Prematuro
23 de Noviembre de 2013
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AMENAZA DE PARTO PREMATURO.
Servicio de Ginecología (Dra. L. González, Dra. R. Gopegui, Dr. M. Usandizaga)
y Servicio de Farmacia (Dr. F. Puigventós) .
Revisión actualizada febrero 2003.
Aprobado por la Comisión de Farmacia y Terapéutica. Hospital Universitario Son Dureta.
Actualización 2012
IMPORTANTE! Actualización 2012, ver en:
HYPERLINK "http://www.elcomprimido.com/FARHSD/PROT_PARTOPREMATURO_HUSE_ACTUALIZACION_2012.doc" http://www.elcomprimido.com/FARHSD/PROT_PARTOPREMATURO_HUSE_ACTUALIZACION_2012.doc
Actualización 2008
Se dispone de una actualización del protocolo de amenaza de parto prematuro, basada en una revisión de las publicaciones más recientes sobre agentes tocolíticos y corticoides en dicha indicación. Esta actualización sustituye la versiones anteriores (la de Febrero 2003 y la de Enero 2006). Fue presentada y aprobada por la Comisión de Farmacia y Terapéutica del hospital, el día 30-04-2008.
Ver en:
HYPERLINK "http://www.elcomprimido.com/FARHSD/PROTPARTOPREMATURO_ACTUALIZACION_Mayo2008.doc" http://www.elcomprimido.com/FARHSD/PROTPARTOPREMATURO_ACTUALIZACION_Mayo2008.doc
El parto pretérmino y sus secuelas a corto y largo plazo constituyen un serio problema en cuanto mortalidad, discapacidad y coste a la sociedad. Aproximadamente 75% de las muertes perinatales se producen en niños nacidos prematuramente (Slatery, 2002)
La fisiopatología subyacente del parto pretérmino es desconocida.
Varias etiologías están involucradas en la patogénesis del parto prematuro, lo que explica porque es tan difícil de diagnosticar y de prevenir (Lockwood CHJ 2002; Bazarra. A, 2002.)
El antecedente de haber tenido un parto prematuro anterior es uno de los factores de riesgo más importante. El riesgo aumenta 2.5 veces en el próximo embarazo.
Las mujeres con parto pretérmino, no solamente presentan mayor riesgo para si mismas, sino que también lo trasmiten a sus hijas, pues se ha observado una agregación familiar del parto prematuro. Porter y Colls 1996, (citado por Williams 2001).
La frecuencia se ha incrementado actualmente, afectando a 6-7% de los recién nacidos en países desarrollados (King. JF, 2002). En Estados Unidos es alredor del 11% (Goldenberg, 2002) cifra similar a la observada en nuestro Hospital en 2002 (11.8%).
La tecnología de reproducción asistida aumenta el porcentaje de nacimientos múltiples y partos prematuros (Mitchell AA 2002; Bazarra A, 2002). En gestaciones únicas concebidas con tecnología de reproducción asistida el riesgo de parto prematuro es 2.6 veces mayor que en la población general, siendo más frecuentes los trastornos cardiovasculares, metabólicos, cromosómicos y del sistema nervioso central (Schive LA, 2002).
El intervencionismo obstétrico en gestaciones pretérmino en casos de preeclampsia, sufrimiento fetal, rotura prematura de membranas, CIR y desprendimiento prematuro de placenta, evita algunos casos de muerte fetal intrauterina, pero puede conducir a un pequeño aumento de mortalidad neonatal (Joseph KS et al, 2002). No solo el riesgo de morbimortalidad neonatal, sino también secuelas pulmonares a largo plazo, parecen ser mayores en aquellos recién nacidos que nacen pretérmino por indicación materna o fetal, que en los recién nacidos que nacen espontáneamente en las mismas semanas de gestación (Kurkinen-Räty. M et al, 2000).
Por ello la decisión de intervenir en la gestación pretérmino continua siendo una elección obstétrica difícil, que debe balancearse, sopesando beneficios frente a los riesgos asociados al parto pretérmino (Joseph. KS, 2002).
La capacidad limitada de los agentes tocolíticos para prolongar el embarazo y los malos perfiles de seguridad hacen que la incidencia del parto prematuro haya permanecido incambiable en las últimas décadas.
Actualmente, debido a los avances en la medicina perinatal ha habido un incremento en las tasas de supervivencia en recién nacidos prematuros y bajos pesos, especialmente en los grandes prematuros y puede esperarse ahora en niños nacidos después de las 32 semanas en países desarrollados una tasa de supervivencia de casi el 100%.
En gemelos nacidos antes de las 28 semanas el resultado de supervivencia es peor que en embarazos únicos de la misma edad gestacional. Por ejemplo, se ha publicado (Williams,2001) la tasa de supervivencia de recién nacidos únicos entre 23 y 26 semanas es del 56 % comparado con 38 % en recién nacidos de embarazos gemelares. Entre 29 y 37 semanas mejora el resultado de los gemelos, con tasas de mortalidad equivalentes que las de los recién nacidos de embarazos únicos.
DIAGNOSTICO CORRECTO DE LA AMENAZA DE PARTO PREMATURO:
Es difícil la diferenciación precoz entre el trabajo de parto verdadero y el falso.
No se puede usar como único criterio diagnóstico las contracciones uterinas, ya que se produce un error en el 70% de los casos. Aunque la posibilidad de parto prematuro se incrementa con el aumento de frecuencia de contracciones uterinas, la medición de esta frecuencia no es clínicamente útil para predecir el parto pretérmino (Iams JD et al, 2002). La modificación del cérvix uterino es el criterio más fiable.
El colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos citado por Williams 2001, recomendó definir con precisión la amenaza de parto prematuro antes de inciar la tocolisis:
Presencia de contracciones uterinas regulares (4 en 20 minutos) junto con modificación cervical documentada (dilatación mayor de 1 cm y borramiento cervical apreciable, mayor del 80%).
Si no se consiguen demostrar las contracciones con la monitorización, la palpación de la actividad uterina es muy segura (Simpson 2001).
La medición de la longitud cervical por ultrasonidos puede ser usada como un método complementario en el estudio de una mujer con sospecha de amenaza de parto prematuro (Obstetricians and Gynaecologysts of Canada 2002). Requiere una pericia especial y hay la posibilidad de hallazgos falsamente tranquilizadores debido a dificultades anatómicas o técnicas (Williams, 2001)
Además de las contracciones uterinas dolorosas o indoloras hay otros síntomas asociados en forma empírica con el parto pretérmino inminente , como la presión a nivel pelviano, los dolores cólicos de tipo menstrual, el flujo vaginal sanguinolento o acuoso y el dolor en la parte inferior de la espalda. Algunos autores enfatizan la importancia de estos signos o síntomas, en cambio otros no vieron que fueran significativos.
ADMINISTRACIÓN ANTENATAL DE CORTICOIDES:
La Betametasona y la Dexametasona son los corticoides de elección porque cruzan fácilmente la placenta, su acción inmunodepresora es débil, carecen de actividad mineralocorticoide y tienen una acción más prolongada que el Cortisol.
Se deben administrar a todas las mujeres con riesgo de parto pretérmino, entre las 24 y 34 semanas ya que están asociados con una disminución significativa de la mortalidad neonatal y también del síndrome de distress respiratorio, hemorragia interventricular y periventricular en recién nacidos prematuros (Crowley. P, 2000; National Institute of Health, NIH, 2000).
Los efectos beneficiosos de los corticoides sobre la maduración pulmonar se han comprobado entre 24 horas y 7 días del tratamiento. No se han publicado efectos beneficiosos después de la administración de corticoides antes de las 28 semanas o después de 7 días de iniciado el tratamiento (Slattery MM, 2002).
Además, el pequeño número de neonatos de embarazos gemelares incluidos en los estudios, no permite afirmar con seguridad el efecto de la profilaxis con corticoides en el embarazo múltiple (Slatery MM, 2002).
Ante la falta de evidencia sobre la eficacia de administrar dosis de recuerdo semanales de corticoides y el desconocimiento de los efectos potencialmente peligrosos asociados con cursos múltiples de corticoides: aumento de la incidencia de infección neonatal, bajo peso y disminución de la circunferencia cefálica (Bernstein, 2001; National Institue of Health, 2000. Slatery MM, 2002), se recomienda actualmente un curso único: 2 dosis de Celestone IM separadas por 24 horas.
Igualmente se puede emplear Dexametasona: 6 mg IM/12 h (4 dosis).
En caso de rotura prematura de membranas y sin signos de corioamnionitis también deben administrarse.
La corioamnionistis clínica se define como: temperatura materna igual o mayor a 37.8 y dos o más de los siguientes signos:
Taquicardia materna (100 latidos/min.)
Taquicardia fetal (mayor de 160 latidos/min.).
Dolor a la palpación abdominal uterina.
Líquido amniótico maloliente.
Leucocitosis materna (mayor de 15000)
ANTIBIÓTICOS:
Los resultados de un gran estudio multicéntrico controlado y randomizado (Kenyon 2001) incluyendo 6295 mujeres con amenaza de parto prematuro, recomiendan que no debe realizarse profilaxis con antibióticos de rutina en el manejo de mujeres con amenaza de parto prematuro y membranas íntegras.
El efecto beneficioso de antibióticos profilácticos en la rotura prematura de membranas es mejor definido. Los hallazgos del estudio Oracle I, indican resultados favorables, incluyendo prolongación del embarazo, y mejora del resultado neonatal.
LA TOCOLISIS ESTA CONTRAINDICADA EN LAS SIGUIENTES SITUACIONES:
Sufrimiento fetal intrauterino o muerte fetal.
Sospecha de corioamnionitis.
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