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Trabajos Buenos


Enviado por   •  5 de Agosto de 2012  •  570 Palabras (3 Páginas)  •  300 Visitas

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SOPORTAR LOS MALOS MOMENTOS DE LA VIDA.

Nadie escapa de la problemática del dolor, la culpa y la muerte y cada uno la soporta a su manera. El hombre enfermo, mutilado o moribundo pelea con monstruosidades cuyo significado no alcanza a comprender, la filosofía puede ejercer de sustituto y ofrece argumentos que apuntalen cual pilares el suelo tambaleante de la existencia para que el hombre doliente se anime a aceptar su destino con dignidad. A continuación discutiremos sobre cuatro de estos pilares.

1.- Detrás de toda desesperación

siempre hay una idolatría.

Quien dedica toda su atención a una única actividad o a un único objeto de valor se esta programando a si mismo hacia la desesperación. Porque, como es sabido, todo lo terrenal se puede perder y se absolutiza es decir, cae con el todo lo bueno y lo malo que se ha absolutizado. Es decir, cuanto mas idolatra una persona algo terrenal que tienen a su alcance, tanto más profunda será su caída psíquica cuando ese algo terrena deje de estar a su alcance.

La salud, la vitalidad y la longevidad no son ninguna excepción, la salud es un bien magnifico y sería deseable que más personas sanas fueran consientes de ello, sin embargo no es ningún bien supremo.

La experiencia enseña que, tras la pérdida de un valor idealizado, es prácticamente imposible revalorizar los contenidos que daban sentido a la vida. Sólo cuando la pérdida se anuncia en forma de presagio es posible una reorientación psíquico-espiritual, por ejemplo, los períodos de enfermedad prolongados.

2.- Sonríe a los días radiantes.

Si ahondamos en este pensamiento, podríamos decir que la queja y la satisfacción son dos polos singularmente opuestos que se alternan en función de cómo observamos una misma cosa.

Frankl desarrollo un método terapéutico para superar trastornos de ansiedad, su funcionamiento se basa en el hecho de que los sentimientos de deseo y de temor se reprimen mutuamente. Por ejemplo, difícilmente se puede tener un miedo descomunal a los ratones y al mismo tiempo, se puede desear fervientemente tener un ratoncillo. Una sensación neutraliza a la otra.

3.- Rendirse al misterio.

El componente adicional de esta cita se refiere a la incapacidad del ser humano de entender el sentido de una tragedia. Nadie comprende por qué tiene que padecer dolores físicos o psíquicos ni por qué en el mundo hay hambre, pobreza, guerras, catástrofes y muerte.

Dos argumentos lo sustentan. Por un lado, no hay nada en la naturaleza que no tenga sentido, tal como hemos podido comprobar hasta hoy.

Por otro lado, el horizonte de comprensión de esa vida espiritual es tan amplio

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