Uri Osito

Caminando lentamente por un parque a mitad de una fría noche de invierno, los faros te iluminan el camino, te cubres del frio tapándote con tu bufanda favorita, das unos pequeños suspiros

“Esta noche esta fría, debo llegar pronto a casa”

Siguiendo el camino comienzas a divisar a lo lejos algo extraño, la curiosidad te comienza a invadir un poco, pues es raro identificar qué es lo que divisas a lo lejos. Poco a poco con el transcurso de los segundos te vas acercando, la imagen de aquello extraño que divisabas se va volviendo más nítida y toma forma de algo conocido para ti, algo que estás acostumbrado a ver, pero…no en ese preciso lugar; Al acercarte te preguntas

“¿Qué hace esto aquí?”

Notas que… en una de las muchas bancas del parque en aquella noche hay un oso de peluche sentado, abandonado, te da una la impresión algo triste, un sentimiento de soledad te invade, pues cuando lo ves más de cerca notas que es un osito lindo de peluche, tiene unos ojos muy lindos y redonditos, su naricita es color oscuro pero brilla con la luz de los faros por la noche, su color es cafecito pero esta algo sucio y maltratado, lo tomas para inspeccionarlo más de cerca, pues tu curiosidad no te deja de invadir

“¿Quién te abandona aquí lindo osito?”

Al tomarlo con tus manos notas que está sucio y roto al tacto, esta descuidado. Pero el sentimiento de tristeza aún sigue en ti, como si fuera que alguien lo haya abandonado apropósito para no volver a usarlo nuevamente.

“Vienes a casa conmigo”

Le das una sonrisa al osito de peluche y decides tomarlo, lo metes entre tu abrigo acolchado y lo abrazas, “Aun estando algo descuidado te llevare a casa” dices en tu cabeza. En el transcurso que queda de la caminata hacia tu casa no paras de pensar en ¿Cómo alguien pudiera dejar un osito en ese lugar? Y más aún… ¿Cómo es que nadie lo haya tomado en el transcurso del todo el día? O tan siquiera ¿Nadie noto que había un osito de peluche en aquella banca?

Sigues caminando y te toma algo de tiempo llegar hasta tu casa por el frio invernal de la noche, pero llegas sana y salva, abres con cuidado la puerta y enciendes la luz de tu sala, sientes el calor de tu pequeña casa, dejas las botas en la entrada pues están aún están cubiertas por algo de nieve, volteas al reloj que tienes colgado enfrente de tu puerta y decides que es momento de acostarse debido a la hora muy tarde, así que vas a tu habitación y solo te cambias de ropa, te alistas con tu pijama favorita para irte a dormir en tu cama; volteas de nuevo al reloj y suspiras.

“Es algo tarde, pero…Bienvenido a Casa…Señor eso”

Diciendo en tu cabeza…“Si esa será tu nombre” Abrazas al osito de peluche y lo dejas a un lado de tu cama, aun con los algo ojos cansados por el día agitado te recuestas y caes dormido profundamente, entre lo que puedes soñar hay vagos fragmentos de tu infancia gracias al señor oso, pero sientes como un sentimiento de calma y tranquilidad te invaden.

El frio de la noche resuena en tu ventana, escuchas la ventisca de la nevada pero eso crea una sinfonía de paz y tranquilidad para una hermosa noche de sueño

Ya por la mañana te despiertas algo tarde, no te das cuenta de la hora pues ignoras el reloj y cuando despiertas solo sientes que ya puedes iniciar otro día más, ahora si con los ánimos arriba volteas al reloj y te espantas por la hora.

“¡Me quede dormida! “

Exclamas con voz fuerte, das un salto repentino de la cama para salir con prisa, pero te tropiezas y caes, las sabanas de tu cama se enredaron en ti haciéndote caer, riéndote de ti misma por ser algo torpe y no notarlo te das un golpecito en la cabeza con ternura “Tooonta” te dices a ti misma entre tus pensamientos, te levantas con cuidado y arreglas tu cama con algo de prisa… Pero cuando te das cuenta el osito de peluche estuvo toda la noche contigo e incluso dormiste con él te calmas y te llenas de nuevo con amor y ternura

“Buenos días señor oso, disculpe mi torpeza” (con tono dulce)

Le das una sonrisa tierna de los buenos días y en tu rostro se dibuja una felicidad, tomas al señor oso y lo acomodas sobre tu cama, en una esquina; te pones de frente al señor oso y le dices:

“Cuando regrese del colegio te pondré hermoso señor oso”

Lo miras convencida y animada sabiendo que disfrutaras mucho hacer eso, entonces con rapidez vas a tu closet por tu uniforme del colegio, sabiendo que se hace tarde para tus clases por haberte quedado dormida, pero algo interrumpe tu concentración mientras te alistas y preparas pues escuchas el sonido de tu teléfono celular, regresas a tu cama para buscar tu celular y notas que tienes un nuevo mensaje de texto:

[Querida Hasumi, hoy anunciaron por radio que las clases se suspendieron por la tormenta de anoche, no olvides hacer tus obligaciones pendientes, un enorme abrazo, Atentamente: Mamá]

Tu día se alegra mucho más con esta estupenda sorpresa de noticia, con rapidez te subes a tu cama de la emoción y comienzas a saltar y a gritar de la emoción:

“! Señor Oso!, ¡Señor Oso!, ¡estaremos todo el día juntos!” (exclamando con alegría y felicidad)

Rebosando de felicidad tomas al señor oso de la esquina donde lo habías acomodado y decides que te meterás a la ducha con él para poder limpiarle la suciedad que tenía.

“Señor oso, está muy sucio, hoy le toca baño”

Así que entre saltos de felicidad y vas camino al baño con el señor oso entre tus brazos, buscas tu toalla y tu muda de ropa, poco a poco vas camino al baño, al entrar en él y dejar todo preparado para el señor oso te desvistes y abres lentamente la regadera para dejar salir un poco de agua fría y abrir la llave de agua caliente, pues por la nevada el agua estaba demasiada fría. Asentando al señor oso en el piso del baño bajo la regadera te agachas y lo miras de frente:

“Señor oso no vayas a hacer nada pervertido” (como si estuvieras regañándolo con ternura)

Entonces con eso te comienzas a bañar, el agua caliente invade tu cuerpo y sientes como todo se pone tranquilo y hermoso al mismo tiempo comienzas a lavar con cariño al osito de peluche, quitándole todo lo sucio e incluso poniéndole un poco de tu shampoo favorito para que sea un baño muy especial al señor oso

“Hoy olerás muy rico señor oso”

Te toma tiempo lavar al señor oso mientras te bañabas, pero

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