VICIOS Y TENDENCIAS NEGATIVAS-TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN APLICADAS A LA RADIO
krishvazquez18 de Agosto de 2013
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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ESTE
FACULTAD DE FILOSOFÍA
TERCER CURSO – CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN
VICIOS Y TENDENCIAS NEGATIVAS – TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN APLICADAS A LA RADIO
Estudiantes: DORYS VANESSA AYALA Y ANGEL MANUEL VIVEROS.
Materia: Prensa Oral y Redacción
Profesor: Carlos María Vera
CIUDAD DEL ESTE – PARAGUAY
Abril de 2013
INDICE
Páginas
Portada 1
Índice 2
Introducción 3
Desarrollo 4 al 12
Conclusión 13
Bibliografía 14
INTRODUCCIÓN
Los seres humanos vivimos inmersos en un verdadero océano verbal, en un mundo o una realidad social eminentemente competitiva, donde la palabra, en especial la expresada verbalmente, es un factor decisivo que viene a constituir el medio más importante de unión o desunión; de comprensión o incomprensión; de éxito, reconocimiento o indiferencia; de fracaso, frustración o marginación entre los seres humanos. En otros términos, el habla viene a ser un proceso vital que posibilita la comunicación con los demás, aumentando la oportunidad de vivir mejor en una sociedad como la actual.
Así pues, todos los seres humanos necesitamos del lenguaje verbal para expresar nuestras necesidades, pensamientos, sentimientos y emociones. También lo necesitamos para adquirir conocimientos, para abstraer y proyectarnos simbólica y realmente en el tiempo y espacio, así como para comunicarnos y adaptarnos al medio.
Como comunicadores radiales al hacer uso del lenguaje oral, debemos tomar doblemente el empeño de expresar de la manera más clara y emotiva posible para cumplir nuestra misión de formar a la sociedad.
VICIOS Y TENDENCIAS NEGATIVAS
Mala Pronunciación
¿A qué llamamos “buena articulación”? A la pronunciación clara de las palabras. Que los demás puedan oír y distinguir bien todo lo que decimos. Por costumbre o pereza, algunas personas hablan con la boca muy cerrada, casi sin mover los labios. Otros, por timidez, adoptan un tono muy bajo y apenas se entiende lo que dicen.
Levanta la cara, limpia tu garganta, abre bien la boca. Igual que el músico, el locutor o la locutora afinan su instrumento antes de tocarlo, para que el público no pierda una sola nota de su sinfonía.
No hay que apelar a la popularidad de la emisora ni a la coloquialidad del lenguaje radiofónico para machacar el idioma. En un sociodrama no importa, porque estamos reflejando nuestra manera de hablar cotidiana. En una entrevista, el entrevistado puede hablar como le venga en gana, mientras no ofenda. Pero para conducir una revista o un informativo, los locutores y locutoras deberán esforzarse en pronunciar bien.
No hay que irse al otro extremo, a una manía por la dicción que reste naturalidad a quien habla. Son esos que pronuncian hasta la segunda “s” de Strauss y la “p” de psicología. En algunos cursos de locución, se ejercita el sonido fricativo de la “v” para diferenciarla de la “b”. Tal exageración, impropia del idioma español, suena muy pedante.
Aprendamos a hablar claro
Para la mayoría de la gente, que apenas utiliza la escritura en cartas familiares o crucigramas, el que alguien haya escrito un libro despierta admiraciones casi fetichistas. Poco importa que el texto sea un éxito editorial o una cosa mal hecha. Quien estampa su nombre en la tapa de un libro ingresa en el Olimpo de los intelectuales. Porque muy poca gente sabe o cree que sabe escribir.
Pero todos sabemos o creemos que sabemos hablar. Especialmente, los bachilleres, y aún más los universitarios, dan por descontado que dominan el idioma, que saben expresarse. Pero no es oro todo lo que reluce. Esa formación académica, tan provechosa para una determinada profesión, a lo mejor estorba para la profesión de la palabra. Con demasiada frecuencia, los muy estudiados incluso los de ciencias de la comunicación o periodismo resultan inservibles ante un micrófono. Prueba indudable de esto —hay que decirlo a media voz para que no ofender a nadie— es que los mejores comunicadores y comunicadores con que contamos en nuestras emisoras nunca han estudiado comunicación.
Todos y todas hablamos, sí. Pero unos lo hacen con gracia y otros sin ella. Unos seducen y otros mortifican. ¿Por qué? ¿Cuáles son los recursos, el entrenamiento necesario para hablar bien? Las palabras tienen relación con la vegetación. Igual que las plantas, el vocabulario germina, crece, se puede llenar de plagas, puede reverdecer o secarse. Necesitamos, entonces, cultivar nuestra manera de hablar, aprender la agricultura de la palabra.
Articulación cerrada
Se produce cuando quien expone no abre suficiente la boca (labios y mandíbulas). Es como si se expusiera adormecido. La palabras salen apagadas, sin vida. Esto afecta los matices y, por no entenderse muchas veces lo que se dice, sobreviene la desatención del oyente.Para corregirlo se pueden realizar los ejercicios foniátricos detallados al final de este apunte.
Articulación blanda
Articular una palabra implica pronunciar cada letra correctamente. Para graficar la explicación, hay que “morder” el vocablo. El vicio “articulación blanda” ocurre cuando el orador se apura al exponer y se le “patinan” las letras.
Por ejemplo:
Pronunciar la “X” cono “C” o “S”: Las enfermedades sesuales por sexuales, eselente por excelente.
Convertir las letras “NS” en “S”: La istitución por la institución, costituido por constituido.
Hay casos en que se “deslizan” algunas letras:
La istitucialización de la etidá por la ins-ti-tu-cio-na-li-za-ción de la en-tidad.
Actualiación de la motología por ac-tua-li-za-ción de la me-to-do-lo-gí-a.
Existe en nuestra sociedad un prejuicio de incultura para aquellas personas con articulación blanda. Recuérdese en el ambiente radial la famosa frase de un sindicalista:
“...y en este ato solene cantaremos el hino nacional”
Para corregir este vicio se comienza por “morder” las palabras; tomar un diccionario y extractar aquellas de difícil pronunciación. Si alguna resulta difícil de leer a primera vista, separarla en sílabas y repetirla cinco veces.
Esdrujulizarían
La palabra esdrújula es aquella que se acentúa en la antepenúltima sílaba (ej.: sístole, piélago), y sobreesdrújula la que lleva acento en la sílaba anterior a la antepenúltima sílaba (ej.: entrégamelo).
La “esdrujulización” consiste en hacer esdrújulas palabras que son graves (se acentúan en la penúltima sílaba), o aguda (se acentúan en la última sílaba).
En la práctica elocutiva, es muy común que la esdrujulización, suela estar acompañada de “golpes” en las palabras mal acentuadas. En el siguiente ejemplo, la letra subrayada corresponde a la acentuación dada por el orador que comete esdrujulización:
“La municipalidad ha convocado a las autoridades gubernamentales para revocar la medida cuanto antes”
Si se lee esta frase “golpeando” las silabas subrayadas, notarán cuán agresivo puede ser el discurso. A continuación léase la frase coregida, acentuándola correctamente:
“La municipalidad ha convocado a las autoridades gubernamentales para revocar la medida cuanto antes”. La diferencia es significativa. Evítese cometer este vicio que impone un especial autoritarismo al discurso.
Seseo
Existe seseo cuando se pronuncia s en lugar de z. En esos casos se conserva la ortografía del fonema, es decir, z ante a, o, u, y c ante e, i, pero no se emite en la lengua hablada. Junto a ello existe una alteración en la emisión de la s, que deja de ser ápico-alveolar para pasar a ser predorsal. Dada la extensión de la pronunciación seseante, ha dejado de ser considerada como errónea o dialectal, ya que sería más sencillo marcar las zonas no seseantes del dominio lingüístico hispano y que corresponderían a las dos Castillas, Madrid, algunas zonas catalano-hablantes, Asturias, Cantabria y el País Vasco. En el resto de los países y comunidades donde se habla español, incluidas las de América Latina, existe el seseo.
Ceceo
El ceceo consiste en pronunciar la z por la s. En este caso varía la pronunciación de la z, que no es interdental, sino que la punta de la lengua se apoya sobre los incisivos inferiores. Este fenómeno está poco extendido y no se considera un fenómeno correcto. Pertenece a algunas zonas de la Extremadura meridional y a la Andalucía rural. Es también un rasgo de la lengua hablada pero no escrita.
Muletillas
Vicio muy frecuente en personas ansiosas, nerviosas, inseguras, o también usadas por conveniencia (para ganar tiempo). Ellas son: el “bueno” cuando se comienza una oración o su reiteración excesiva durante la elocución. El “esteee”; el “eeeee”;
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