“VIVA LA VIDA, VIVA LA PAZ”
pedagogia2224Ensayo29 de Febrero de 2016
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“VIVA LA VIDA, VIVA LA PAZ”
“El aborto mata la paz del mundo...Es el peor enemigo de la paz, porque si una madre es capaz de destruir a su propio hijo, ¿qué me impide matarte? ¿Qué te impide matarme? Ya no queda ningún impedimento”.
Estimados Compañeros, Señoras y Señores; que amablemente nos acompañan:
Me dirijo a ustedes, porque ustedes representan los valores, la conciencia, la moral, y el compromiso; ya que eso, en los tiempos que vivimos, empieza a escasear de manera alarmante. No solo hablo de valores religiosos, que son igualmente honorables, sino de valores morales, de compromiso con los demás, y de compromiso con la verdad y con la Libertad. Vengo a hablarles sobre un tema muy polémico, un tema que concierne a todo el mundo….EL ABORTO.
Empezaré por llamar a las cosas por su nombre: el aborto es la interrupción y finalización prematura del embarazo. Hay quienes etiquetan a la vida, y quienes valoran la vida en función de parámetros como la dependencia, el desarrollo orgánico, las posibilidades de supervivencia, o la situación económica. Mucho se habla y discute sobre si el embrión es humano, sobre si se puede considerar persona a un feto.
Pero, sin embargo; para muchos ciudadanos, la vida es un valor en sí mismo; el más alto valor a proteger.
No hay derecho más importante que el derecho a la vida. No hay seres vivos que merezcan morir, no hay seres vivos indignos. Una sociedad que califica la vida, que la etiqueta, que la prejuzga, que antepone lo social, lo económico, a la vida, una sociedad que reniega del derecho a vivir; es una sociedad moralmente enferma. Todos los seres humanos tienen derecho a vivir. Y es una responsabilidad moral ineludible, proteger el derecho a vivir de todos los seres humanos, pero aún más la de proteger la vida de aquellos que están absolutamente indefensos. La ciencia, que es en lo que se basan los que defienden estas prácticas, considera que la vida empieza desde el mismo momento de la fecundación, y en consecuencia; la interrupción voluntaria de este proceso natural es interrupción del desarrollo de una vida; de la misma manera que lo es disparar en la cabeza a un individuo, el resultado es el mismo: muerte involuntaria por asesinato. El aborto es una tragedia, primeramente para el ser vivo no-nacido, al que se mata; en segundo lugar, para las mujeres, que se ven sometidas a la más antinatural de las operaciones: la de eliminar la vida que late en su interior, cuando su cuerpo, y en no pocas ocasiones, su mente, está preparado para todo lo contrario, para dar vida.
En la historia de las sociedades modernas el dilema sobre la defensa de la vida y la legalización del aborto es un tema que ha generado amplias controversias, ya que tergiversa términos, desinforma, y razona contra la ciencia y contra la lógica misma. El aborto es una práctica cotidiana que se ejerce en la clandestinidad. Aunado a ello, hay que mencionar que existe el mercado negro de abortos, que se realizan en condiciones de salubridad confiable sólo para las familias pudientes, capaces de absorber las cifras millonarias que generan; mientras que las mujeres que no tienen esos recursos, son víctimas de verdaderos mercenarios, y por si eso no fuera poco, se exponen a situaciones de insalubridad que ponen en riesgo su vida.
“Si aceptamos que una madre suprima el fruto de su seno, ¿qué nos queda?”
De aquí, que me permito algunas reflexiones sobre la moralidad en la actualidad; la libertad no es un medio, es un fin en sí mismo. La libertad tiene dos caras: elección libre y asunción de la responsabilidad de nuestras elecciones. Por eso es tan importante diferenciar la norma de la excepción, ya que la norma ha de ser la responsabilidad, porque no hay libertad sin responsabilidad.
Sin responsabilidad,
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