Ética comunicativa y educación para la democracia.

Ética comunicativa y educación para la democracia

El sentido de la ética en el proceso educativo implica dos posturas y son:

• No interferir en la autorrealización del otro

• Aquellos que imparten la educación enseñan e inculcan normas

La primera postura corresponde tanto al libre albedrio como la formación de valores, uso de la razón y una postura crítica por consiguiente; un compromiso hacia la sociedad y la democracia. Para entrar a este profundo debate, se requiere del giro ético de la filosofía ya que este en la formación moral de un individuo, para integrarse como persona civil. En Colombia, hay nuevos ethos en la educación que van encaminados a la capacidad intelectual, reflexión y superación personal siendo claves en la autorrealización y en la maximización de las capacidades intelectuales y organizativas de la población. Para que se dé lo anterior, tiene que haber un profundo cambio social y que se consolidando la educación para crear personas más capaces, más pensantes, más críticas y reflexivas en todos los ámbitos; explotando de una forma positiva sus capacidades.

Para que se dé una posible propuesta de argumentación moral desde diversas concepciones de la ética, se necesita de la fenomenología moral, el sujeto moral y por ende; los sentimientos. Entonces con la ayuda de la fenomenología, se puede analizar los fenómenos morales en contextos determinados para dar una explicación desde las concepciones contemporáneas de la ética, la formación moral de los ciudadanos. El sujeto con alta capacidad moral, enfrenta la vida y asume una decisión de acuerdo a sus valores en una circunstancia determinada pero lo anterior depende también de los sentimientos, ya que por naturaleza, el ser humano está en una constante lucha por el dominio de sus emociones y la capacidad racional. Estos sentimientos pueden ser tanto positivos como negativos y se da tanto por factores externos (Reconocimiento al deber cumplido, satisfacción, placer, gratitud…) como por factores internos (odio, miedo, culpa resentimiento, alegría, amor…).

El principio puente para la fundamentación de la moral, es explicado desde el punto de vista de J Habermas y Kant en donde Habermas indica la necesidad del principio metodológico a partir de las experiencias y de los juicios que van desde la forma de pensar, actuar y el sentir y en Kant, la responsabilidad de nuestras acciones es proporcional a la libre forma de actuar bajo una determinada circunstancia.

El puente de todo lo anterior es en la moral y en la ética y esta es la que dirige la comunicación humana tanto a sí mismo, como a los demás por medio del pensamiento, lenguaje, respeto y participación democrática por medio de acuerdos

sobre mínimos y consensos como por el proceso comunicativo para que haya un comunitarismo correcto, justo y equitativo fortalecer el así llamado nivel hermenéutico de la comunicación: la comprensión, el reconocimiento de otras culturas, los derechos del otro, el derecho a la diferencia.

Por otro lado, para democratizar la democracia de una sociedad, se necesita de la consolidación del contrato social en torno a unos mínimos políticos puede constituirse en paradigma de orden y paz, cuando de hecho los motivos del desorden social y de la violencia pueden estar en la no realización concreta de los derechos fundamentales. Dicho de otra manera << Se busca entonces su fundamentación en un sentido deliberativo de la política y en una concepción política de la justicia que valide la legitimidad que se deposita en las diversas formas de institucionalización del poder. Dicha forma de política tiene que basarse en las estructuras de la opinión pública, la cual capta problemas globales de la sociedad y los hace conscientes en amplios sectores de la población: allí radica, en última instancia, toda esperanza normativa, la

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