ÉTICA Y EDUCACIÓN

ETICA Y EDUCACIÓN

Introducción

La ética proviene de la palabra griega ETHOS que significa “costumbre”, por lo que su significado se refiere a la conducta o el carácter del ser humano ante sus hábitos. La acompaña la moral que nos provee de actitudes y acciones permisibles dentro de ciertos contextos que nos admiten convivir de manera sana dentro de una sociedad.

Por lo que la ética en la educación es fundamental, pues formar estudiantes con ética profesional y moral no solo proveerá soluciones factibles para erradicar problemáticas escolares, sino que contribuirá al crecimiento de nuestro país.

Por ello mismo, es importante reconocer que al incorporarse la modernidad, ésta dio prioridad a las tecnociencias, pues se ha visto reducida la ética moral debido a la creciente globalización, así como han aparecido términos como “educación de calidad”, “excelencia” (Latapí, 2007), “competencias”, que se han enfocado más en la innovación, en la infraestructura, en el narcisismo que producen aspectos desgastadores a todos los individuos en la sociedad y los valores humanos, por lo tanto, son reducidos ante las exigencias administrativas y comerciales.

Uno de los factores que demuestra lo anterior, son los índices de reprobación existentes en el CECyTEH Plantel Tetepango, así como en nuestro país. Dicha problemática es el reflejo devastador de nuestra educación actual, pues nos muestra a estudiantes que no están conscientes de su realidad debido a que carecen de un plan de vida, de un conocimiento de sí mismos por sobre sus propias capacidades y grandes virtudes.

Es indiscutible que el seno familiar tiene gran responsabilidad de este creciente problema, pero todos los agentes involucrados también generamos una falsa ilusión por sobre la realidad de nuestros estudiantes y como consecuencia tenemos un bajo interés por el querer aprender, desinterés por descubrir, crear, explorar, investigar, querer saber, de generar anhelos de superación, y tan solo nos concretamos a tan solo fingir que educamos y que preparamos para la vida.

Como formadores educativos, dicha situación nos hace ser conscientes y reflexivos ante nuestro real quehacer, ya que nuestros principios básicos están regidos por sobre lo formal, tal como lo estipula Latapí. Pues no solo debemos brindar conocimientos técnicos, basarnos por sobre los lineamientos de ofrecer calidad y recaer por sobre la medición injusta de crear productos apropiados para incorporarse al sector de trabajo, sino involucrarnos de forma afectiva con nuestros estudiantes, demostrar con el ejemplo que todos podemos ser personas integrales y que son capaces de desarrollar actitudes y aptitudes correctas para ser honestos, solidarios, justos y responsables, así como ser autónomos para tener la capacidad de resolver problemas de índole profesional, académica y/o personal.

Por lo tanto es importante reconocer que la profesionalización en el área docente es fundamental no solo para crear perfiles adecuados, sino que también para la implementación de conocimientos y estrategias que impliquen procedimientos o actividades que fomenten la motivación intrínseca de los estudiantes bajo una actitud ética. La comunicación efectiva es necesaria, así como establecer la confianza en el estudiante para saber su situación personal, trabajar en conjunto con las coordinaciones correspondientes, padres de familia y agentes externos para erradicar en gran parte este problema.

Finalmente, sabemos que la educación es la base de nuestra sociedad, así como los jóvenes son el futuro de nuestro país, por lo que reconocer y concientizar es esencial para marcar la diferencia y comenzar con aportes positivos en las generaciones venideras.

El objetivo de la excelencia en el CECyTEH Plantel Tetepango

El concepto de “excelencia” de acuerdo a Latapí (2007) determina perfección, sin embargo, este término es demasiado ambicioso ante los principios de la educación, pues indica individualismo y ser el mejor de todos.

Y este es el concepto bajo el que se maneja nuestra educación actual, tomando como referencia el concepto de “educación de calidad”. Por ello mismo, la Organización Internacional de Normalización (ISO) ofrece sus servicios en nuestro país para que las empresas registradas ante esta normatividad se encuentren bajo las nociones de eficiencia y eficacia, ante el diverso mercado educativo (en este caso), así como contribuir al desarrollo y el uso de las tecnologías dentro del aprendizaje. Algo que se ha vuelto no solo una moda, sino un requisito de competitividad.

Por lo tanto, CECyTEH no ha excluido esta parte, ya que su política de calidad se basa en proporcionar servicios de educación tecnológica que cumple con los requisitos de formar personas competentes que satisfagan y colaboren con el crecimiento de su entorno; comprometiéndose al avance constante de la eficacia del sistema de gestión de calidad.

Por esto último, se entiende que nuestra educación, dentro de nuestro colegio, debe estar basada en la integración, coordinación, planeación y control de sus componentes para que nuestros “clientes”, es decir, nuestros estudiantes, puedan tener el mejor servicio, no solo en infraestructura, sino en calidad humana y de enseñanza. No obstante, este es el ideal y el mejor promocional de oferta en el mercado por sobre la realidad de nuestras condiciones.

De esta forma, nos limitamos a proporcionar servicios maquillados, contribuyendo a una “educación sin esfuerzo” en la que la excelencia está fundamentada en disminuir el índice de reprobación (que se encuentra en el 6%), aun cuando sigamos favoreciendo la sobreprotección de todos los agentes, de la falta de la intervención administrativa, de la falta de ética personal y profesional del docente, así como la falta de compromiso por parte de los padres de familia.

Es imprescindible reconocer que el seno familiar es la parte fundamental para que los estudiantes obtengan bases de formación ética, pues la atención que sus padres les brinden son reflejadas ante las actitudes que toman por sobre el aprendizaje. Si los ellos les enseñan que éste es indispensable para tener un futuro diferente, los estudiantes retomarán estas ideas. Así como el acervo docente debe contribuir a

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