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Adecuaciones curriculares. La planificación del docente

ricardoosh23 de Julio de 2013

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Las Adecuaciones Curriculares.

Las adecuaciones curriculares constituyen un elemento fundamental de la definición de integración educativa. La lógica de las adecuaciones curriculares es sencilla: cuando la escuela regular no cuenta con los medios para satisfacer las necesidades educativas de algunos alumnos o alumnas, o éstas rebasan las posibilidades directas de trabajo pedagógico del profesor, es necesario definir los apoyos que requieren esos alumnos y proporcionárselos; sin embargo su diseño y realización pueden ser complejos.

A continuación se presentan algunas ideas que pretenden orientar a los profesores de la escuela regular y a los profesionales de educación especial al diseñar y poner en práctica adecuaciones curriculares.

La primera cuestión por señalar es que parte de las adecuaciones curriculares sean sistemáticas y acertadas, hay que tomar en cuenta dos elementos fundamentales del trabajo docente:

a) la planificación del docente

b) la evaluación de los alumnos que presentan N.E.E

.

La planificación del docente.

Si se pretende que la acción docente realmente se oriente al desarrollo integral de todos los alumnos, debe planificarse adecuadamente, de otra forma se cae en el espontaneismo y la improvisación.

La planificación constituye una acción mediadora entre los planes y programas de estudio y las escuelas y los grupos. La planeación es, por tanto, una serie de operaciones que los profesores, bien como conjunto, llevan a cabo para organizar a nivel concreto la actividad didáctica, y con ello poner en practica aquellas experiencias de aprendizaje que irán a constituir el currículo efectivamente seguido por los alumnos.

Al momento de realizar la planeación, es conveniente tomar en cuenta una serie de elementos para la organización y el desarrollo de actividades de aprendizaje efectivas en el aula. Estos elementos son:

 El conocimiento de los planes y programas de estudio vigentes, tanto en lo que se refiere a su orientación teórico-practica, enfoques y propósitos generales, como en la comprensión y manejo de los conocimientos, capacidades, habilidades intelectuales y actitudes que se pretenden lograr en cada asignatura, considerando el nivel educativo y el grado escolar de que se trate.

El conocimiento de las condiciones institucionales para el servicio educativo, lo cual implica tener presentes los recursos y apoyos con los que cuenta la escuela.

El conocimiento de las características y necesidades educativas del alumnado.

 El conocimiento de los planes y programas de estudio vigentes

En cualquier sistema educativo, los planes de estudio integran los principales componentes de la cultura general y del conocimiento actualizado al que todo menor debe acceder – según su edad y nivel de desarrollo- para conformar una visión coherente de la realidad física y social en la que le corresponde vivir, en función de los requerimientos del desarrollo económico, social, técnico y científico de la sociedad.

En nuestro país, los planes y programas de estudio de los 3 niveles de la educación básica y los materiales de apoyo para la enseñanza que se proporcionan a los profesores constituyen la base para la organización y el desarrollo de esa tarea, ya que: a) proporcionan a los maestros y maestras un enfoque adecuado para el trabajo en las distintas asignaturas, b) abarcan los contenidos básicos que el alumno debe adquirir, y c) sugieren actividades que apuntan al desarrollo de capacidades y habilidades de aprendizaje que permitan a los alumnos actuar con mayor independencia y con mayores recursos.

En la medida en que los maestros consideren los lineamientos contenidos en los planes y programas de estudio como propuestas flexibles, susceptibles de ser adaptadas a las necesidades educativas e intereses de todos sus alumnos y a las condiciones de trabajo en las que realizan su labor, se abren mayores y más ricas oportunidades para una acción educativa relevante y trascendente.

Desde la perspectiva de la integración educativa, no es posible pensar que los fines de la escuela cambian dependiendo de las características de un individuo o de un grupo, ya que esto nos llevaría a plantear la existencia de un currículo paralelo, diferente en su estructura y en los objetivos que persigue.

El trabajo desarrollado en los centros de educación especial bebe buscar el logro de los mismos propósitos que busca la educación regular.

El conocimiento de las condiciones institucionales para el servicio educativo,

al momento de realizar la planeación, además de considerar los planes y programas de estudio, el maestro debe tomar en cuenta también algunos aspectos relacionados con las condiciones del centro en el que trabaja: por un lado, las condiciones materiales y la disposición de recursos para el trabajo didáctico; por el otro, el interés y compromiso de las autoridades, profesores, padres y alumnos para apoyar la integración educativa con base en una organización eficiente.

De lo que debemos de estar convencidos es de que, si se tiene la intención de realizar una planeación que responda a las necesidades educativas de los alumnos, hay que transformar la escuela, no en el sentido de conseguir grandes recursos o equipos sofisticados, sino en cuanto a la organización del trabajo, de los espacios existentes, del tiempo escolar, los procedimientos de enseñanza y evaluación y las actitudes personales, no solo por lo que se refiere a las exigencias de la integración educativa, sino en cuanto a las necesidades de cualquiera de los alumnos.

El conocimiento de las características de los alumnos

La heterogeneidad es una característica de todo grupo escolar. Debe tomarse en cuenta que las deferencias individuales son producto del nivel de desarrollo de los alumnos, las influencias de la familia y del medio social y cultural, sus antecedentes y experiencia escolar, sus expectativas, actitudes e interés hacia el trabajo educativo y, en consecuencia, de sus necesidades educativas.

Así un criterio básico para la programación es conocer las características particulares de los niños, como grupo y en lo individual. Con base en este conocimiento puede facilitarse el acceso al currículo, pues la programación tiene una doble vertiente: responder a la propuesta general de los planes y programas de estudio, y a las necesidades de aprendizaje de todos los alumnos.

La evaluación de los alumnos que presentan necesidades educativas especiales

Solamente aquellos alumnos con ritmos de aprendizaje muy distintos a los de sus compañeros son los que presentan necesidades educativas especiales y pueden precisarse mediante la evaluación psicopedagógica.

Estos dos elementos, la planeación y la evaluación, son indispensables para diseñar y poner en practica las adecuaciones curriculares, ya que a partir del conocimiento del alumno y de sus necesidades especificas es que el maestro puede realizar ajustes en la planeación que tiene para todo el grupo.

Las adecuaciones curriculares constituyen la estrategia educativa para alcanzar los propósitos de la enseñanza, fundamentalmente cuando un alumno o grupo de alumnos necesitan algún apoyo adicional en su proceso de escolarización.

Estas adecuaciones deben tomar en cuenta los intereses, motivaciones, habilidades y necesidades de los alumnos, con el fin de que tengan un impacto significativo en su aprendizaje. Dependiendo de los requerimientos específicos de cada alumno, se pueden adecuar las metodologías de enseñanza, las actividades de aprendizaje, la organización del espacio escolar, los materiales didácticos, los bloques de contenidos, los procedimientos de evaluación, e inclusive pueden ajustarse los propósitos de cada grado. Lo que no puede sufrir ajustes son los propósitos generales marcados por los planes y programas para cada nivel educativo.

Al diseñar las adecuaciones curriculares, los maestros deben establecer ciertas prioridades basándose en las principales necesidades del alumno, definidas mediante la evaluación psicopedagógica; de esta manera podrán actuar con mayor seguridad, considerando los aspectos que el alumno realmente necesita para alcanzar los propósitos educativos. Para establecer estas prioridades, los maestros se pueden basar en los criterios que propone Puigdellivol y que se presentan a continuación.

Criterio de compensación. Se da prioridad a las acciones encaminadas a compensar los efectos de una discapacidad en el desarrollo y aprendizaje del niño.

Criterio de autonomía / funcionalidad. Destaca el aprendizaje que favorece el desarrollo autónomo del alumno.

Criterio de probabilidad de adquisición. Se refiere a la decisión sobre el tipo de aprendizajes que están al alcance de los alumnos, dejando en segundo término o prescindiendo de los que le representen un grado un grado extremo de dificultad para su adquisición y aplicación.

Criterio de sociabilidad. Se refiere al conjunto de aprendizajes que propician las habilidades sociales y de interacción con el grupo, lo que implica que se desarrollen actividades en el aula que se encaminen a favorecer el contacto personal y la comunicación.

Criterio de significación. Implica

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