Antisocial

Imagínate vivir todos los días con el temor a que te hagan daño, imagínate sentir el miedo cada día al tomar el camino para ir al instituto por la razón de que te lastimen simplemente por ser como eres y por aceptar lo que eres, imagínate no querer levantarte por las mañanas porque sabes que las únicas personas con las que deseas iniciar el día nunca están y ese día no es la excepción, o imagínate sentir una pesada carga sobre ti todos los días; tener que hacer un papel de madre cuando tu ni siquiera tuviste una, realmente. Por otro lado, imagínate creer que tenías una vida hermosa, con una familia inigualable y de un día para otro todo eso ya no está y sabes que jamás volverá…

Pero sabes que el daño y dolor físico se queda en segundo plano cuando la herida que verdaderamente importa es la del corazón.

Ahora no imagines, siente. Esta es la historia de 4 chicas con una vida totalmente diferente a simple vista, pero que en el fondo tienen más en común de lo que uno se puede imaginar.

Aquí aprenderemos cuánto daño pueden hacer nuestras palabras, aprenderemos a ponernos en el lugar de las demás personas o al menos intentarlo. Aprenderemos cuan trascendente puede ser una simple palabra para algunas personas. Y que a veces una pequeña acción puede salvar una vida antes de que sea demasiado tarde. Aprenderemos a valorar la vida y gracia que tenemos, porque comprenderemos que somos demasiado afortunados por tener lo que tenemos y muchas veces no lo valoramos.

P.O.V Narrador

Un nuevo día más de existencia en la vida, cuatro pares de ojos se abren en distintas partes de la ciudad de Yamanashi, Japón.

Cuatro cuerpos de levantan para comenzar a realizar la rutina de todos los días siendo dirigidos por la nada.

Cuatro corazones se preparan para afrontar otro día más sumidos en el dolor y la miseria.

De este modo es como Berenice, Arlette, Sofía y Celeste inician su rutina diaria, 4 personas que tienen muchas cosas en común, pero que el destino no dio la oportunidad de que sus caminos se crucen.

O al menos para conocerse en persona y saber quiénes eran las personas que las ayudaban y querían como si fuesen su familia, porque el destino nunca se equivoca, sabe muy bien cuándo dejar coincidir a las personas…

P.O.V Berenice

(Lo dice mientras se arregla para ir a la escuela)

Hoy el día luce un poco más genuino y menos tormentoso a diferencia de los días que me han perseguido por estos últimos años. Aunque quizá mi subconsciente me hace creerlo así porque se supone que este día sea increíble para mí; nueva “vida”, nueva escuela, nuevos compañeros de clase, nuevo comienzo en todo, creo que sólo el dolor y la depresión han sido permanentes en mi vivir diario. Por otro lado, creo que sigo esperando a que ocurra un milagro, mi destrozado corazón sigue anhelando que llegue el día en el que todo deje de doler y sus heridas se cierren por completo.

Sé que no soy lo que mis padres esperaban, para empezar ni siquiera me esperaron en sus vidas, para ellos soy la culpable de todos sus problemas, así que prefieren amar más su dinero y el status de la “familia” antes que preocuparse por el bienestar físico y emocional de su hija. Deprimente ¿no? Bueno, dicen que debes aprender a vivir con lo que te toca, pienso que después de un tiempo las personas se acostumbran a vivir con el dolor trepando como telarañas encima de sus espaldas sin darles descanso alguno, haciendo que el caminar se vuelva aún más difícil.  

No sé si agradecer o lamentarme por mi vida, realmente sino fuera por esas tres chicas, mis grandes amigas misteriosas de las cuales sólo sé su nombre y su historia, no sé que habría sido de mí. Pero no contaré como nos conocimos, eso no me corresponde.

Sólo diré que es absurdo darse cuenta que le importo más a tres personas que nunca me han visto, a diferencia de mis padres, los que se supone que deben quererme más que a nada en este mundo.

Saben, puedo asegurar que, al bajar al primer piso de nuestra nueva casa, ellos no estarán, desayunaré sola como todas las mañanas en el lugar donde vivíamos antes. Ellos dijeron que el mudarnos cambiaría las cosas, nunca dijeron si era para bien o para mal, supongo que esa es mi respuesta al enigma que nunca resolví.

A veces desearía morir, como el día de hoy. Pero hoy las ganas me rebasan, desde hace unos días tenía planeado algo, precisamente hoy necesito más que nunca el apoyo de mis padres, hace un par de meses perdí comunicación con las chicas y me está siendo difícil sobrellevar esto. Sólo esperaré unas horas más para llevar acabo lo planeado…

“Antisocial”, así me comenzaron a llamar mis familiares cuando me cerré por completo, no salía con nadie, no hablaba con nadie. Ellos no se daban cuenta del daño que me hacían con decirme esa palabra tan insignificante. Esa palabra llegó a cobrar sentido cuando las conocí, a las chicas. No sé si fue por casualidad o por algo mayor, pero también a ellas las llamaban de la misma manera, y entre nosotras nos dimos el apoyo que en casa no nos daban. Nunca cambiaría el que me hayan llamado “Antisocial…

P.O.V Narrador

Berenice bajó al primer piso de su casa, como había pensado al despertar; sus padres no estaban en casa.

Le pidió a André que la lleve a la escuela, el chofer de la familia pero que era como un padre para Berenice, al menos más de lo que su padreo biológico lo es.

• Berenice: André, buenos días, ya estoy lista, ¿podemos partir para llegar a tiempo al instituto?
• André: Por supuesto señorita, en un momento partimos para su escuela. (Sube al coche y espera a que Berenice entre)

En lo que Berenice entraba al auto le llegó un mensaje del grupo de sus amigas.

*ANTISOCIAL-CLUB*

Sofía: Chicas, ¿están ahí?, es difícil decir esto, no explicaré mucho. Sólo diré que lo siento y no me culpen por rendirme… enserio traté de ser fuerte y les agradezco por todo el apoyo que me dieron en su momento. Ha sido muy difícil luchar por las dos bellas creaturas que tengo en mi vida, pero ya es el momento de partir. Fue un gusto haberlas conocido, fue algo hermoso haber descubierto que no era la única “antisocial” en este mundo, fue hermoso habernos conectado por una simple palabra pero que para nosotras haya significado demasiado.

Celeste: ¿Aún siguen vivas? Jo, Mala broma ¿cierto?, creo que Sogui me leyó la mente desde donde sea que esté, justo iba a entrar al grupo para despedirme. Ayer me golpearon de nuevo, no entiendo por qué debo aguantar esto si no le hice daño a nadie, no entiendo como este mundo puede ser tan cruel y no dejarte amar a quien tu quieres… pero no puedo seguirme imaginando un mundo en el cual nadie te dice qué hacer, cómo vestir o a quién debemos amar; cuando la realidad es otra. Espero poder verlas en otra vida, quien sabe, quizá en otra vida fuimos más que amigas, saben, me encanta imaginar que pudimos haber sido hermanas, y que esta distancia no existe entre nosotras. Nunca cambiaría el haber sido una “Antisocial”, sino fuera por eso nunca las hubiera conocido, en verdad, gracias…

Arlette: Chicas… Ha pasado un tiempo ¿no?, saben, al final de mi historia la música no pudo salvarme, al contrario. Me hizo aún más daño, porque lo que sea que haga me recuerda a ellos; mis padres. Creo que ha llegado el día para dejar ir todo este dolor. Al fin pude perdonarlos, pero ya es demasiado tarde para intentar rescatarme a mí. Muchas personas no entienden lo que un divorcio puede desencadenar, para mí fue como la muerte. Todo este tiempo me he sentido paralizada, intentaba ver las cosas desde otro punto de vista, pero al final la depresión consiguió ganarme. Sé que esto no es un adiós, sino un hasta luego. No les diré que luchen, porque odio dar consejos que ni yo misma sigo. Pero perdónense a sí mismas y a los que les hicieron daño por tanto tiempo. ¿Quién lo diría? El grupo de las “Antisociales”, creo que el ser llamada de ese modo es lo mejor que me ha pasado… Gracias chicas porque nunca nos soltamos las manos y luchamos juntas, aunque a distancia, pero lo hicimos. Pero ya es hora de dejarnos ir mutuamente, hubiese deseado haberlas conocido…

Berenice: Es difícil darse cuenta que no le importo a mis padres, ¿saben? Creo que muchas veces les hablé sobre esto. Pero es aún más difícil tener que despedirnos. Pero la vida así es ¿no?, se nos va de las manos, y cuando menos lo notemos ya la hemos perdido.

Sé que todas nos hemos hecho el juramente de que no seremos como las personas que nos han lastimado. Que no seremos como nuestros padres, quienes nos dieron la espalda. Que no seremos como esas personas que nos hacen daño, no sólo físicamente sino emocionalmente simplemente por amar. Que no seremos como esa madre o padre que se refugiaron en las drogas y el alcohol y que nos dejaron a cargo como si nosotros fuésemos los padres. Y que no dañaríamos a nuestros hijos con un divorcio, algo que nos mata lentamente por dentro. He aprendido bastante de ustedes, me hubiese gustado tenerlas a mi lado en estos momentos. Saben, muchos padres no comprenden que el dinero no es lo que realmente importa, si no pasar tiempo con los hijos. Me duele pensar que afuera hay personas como nosotras que sufren. “Antisocial”, palabra que al principio me dañaba demasiado escucharla, porque personas que creía que me querían comenzaron a decírmela. Pero que esa palabra con ustedes cobró un sentido demasiado bello y me hizo sentir que realmente tenía una familia…

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