Análisis Del Movimiento Social 15-M

El Movimiento 15-M, también conocido como movimiento de los indignados, es un movimiento social que se forma a raíz de la manifestación que tuvo lugar el 15 de mayo de 2011, convocada por diversos colectivos donde después de que unas 40 personas decidieran acampar en la puerta del Sol de Madrid esa noche de forma espontánea, se produjeron una serie de protestas pacíficas en España, la intención que perseguían era promover una democracia más participativa alejada del bipartidismo PSOE-PP y del dominio de bancos, así como una división de poderes real y otras medidas con el fin de mejorar el sistema democrático.

Tras el desalojo por parte de las Fuerzas de seguridad del Estado, de la acampada en la Puerta del Sol al día siguiente de la manifestación se reprodujeron numerosas acampadas en las plazas de la mayoría de las ciudades españolas, así como otras, creadas por españoles que vivían en ciudades de todo el mundo. En los primeros días de la Acampada de Sol se decidió acampar como mínimo hasta las elecciones municipales de España de 2011 del 22 de mayo.

Estas acampadas dieron lugar a asambleas populares abiertas que se celebran generalmente en plazas y que están estructuradas por comisiones, y grupos de trabajo que abarcan numerosos temas Educación, Cultura, Medio Ambiente, Trabajo Social, Política, Economía, Feminismos, Ciencia y Tecnología etc… Miembros de estas asambleas han acabado creando plataformas, asociaciones, cooperativas, y proyectos políticos entre otros colectivos nacidos a raíz de la manifestación, en los que participan actualmente.

Si hablamos de su origen, podemos decir que “El movimiento 15-M” representa una respuesta colectiva a los problemas más importantes que tiene actualmente la sociedad como por ejemplo las consecuencias sociales de la crisis económica, la precariedad laboral y el paro masivo, especialmente juvenil, y el distanciamiento del sistema político e institucional de la voluntad de la mayor parte de la ciudadanía. Era una llamada a no aceptar sin más la tiranía del poder financiero, a no ser mercancía en manos de políticos y banqueros, y una invitación a dar un paso más allá, pasando de la indignación a la actuación en busca de soluciones, como reflejó Jose Luis Sampedro en su escrito de apoyo al movimiento.

En cuanto a las características, es una movilización de carácter social y progresista que defiende los intereses de capas mas desfavorecidas y con mayores incertidumbres laborales, la gente parada, y para solucionarlo, propone unas medidas tanto sociales como económicas basadas en el refuerzo del acceso a un empleo decente, los derechos sociales y laborales y una mejor distribución de la riqueza.

Es un movimiento democratizador, por un lado, denuncia ese déficit democrático de la gestión dominante de la política socioeconómica. Así, exige al sistema político una mayor vinculación a los deseos y opiniones de la sociedad, la no subordinación de la política a los mercados financieros y el fortalecimiento de la democracia. Además, reclama una regeneración democrática con mayor adecuación representativa, honestidad de los políticos y transparencia de las instituciones y promueve la participación activa de la ciudadanía.

Es un movimiento pacífico, profundamente democrático y solidario y de composición fundamentalmente juvenil. La mayoría de jóvenes, sufren un bloqueo cuando no un retroceso en sus expectativas laborales y profesionales y, por tanto, en sus proyectos de vida, por lo que han llevado a cabo este movimiento para tratar de mejorar las cosas. Para ello era esencial evitar la violencia o la represión del movimiento, reafirmar sus mecanismos pacíficos y democráticos y consolidar la simpatía de la mayoría social.

¿Qué grupos están implicados?

Los grupos o plataformas son aquellas entidades que de una forma u otra están ligadas a este movimiento social, el 15-M tuvo muchísimo movimiento o apoyo, llegaron a formar un aglomerado de casi seiscientas entidades que simpatizaban entre ellas para conseguir un objetivo, dichas plataformas estaban divididas en muchos tipos de reivindicaciones tales como el consumo, la cultura, justicia, feminismo, desobediencia civil, inmigración, sanidad… etc. Y un sinfín más de éstas, las plataformas más significativas fueron algunas tales como FEMEN, MAREA HUMANA INTERNACIONAL, RED JURIDICA, DEMOCRACIA REAL YA y muchas otras. También se les llamó mareas dependiendo de los sectores o colectivos a los que hiciesen alusión y cuyas personas se centraban mas en dichos campos que en la idea del conjunto aunque todo fuese a desembocar en el mismo propósito.

¿Qué apoyo social tienen?

El apoyo a este movimiento, fue grande, tan grande que fue rápidamente una semilla y motivo de inspiración para otras partes, tanto nacionales como extranjeras. En España tuvo un apoyo muy fuerte por parte de la sociedad, no existían edades, ni creencias sociales, ni ningún rasgo excluyente, a no ser, claro está, que fuese alguien que no comulgase con las ideas generales del movimiento, tanto es así, que grandes pensadores de nuestro país o se personaron en manifestaciones o escribieron y mandaron, cartas de ánimo o apoyo al movimiento, grandes personalidades de la sociedad como Eduardo Punset o José Luis Sampedro, además de personalidades de otros países como Richard Stallman o Joseph Stiglitz, se vieron reflejadas en esta masa de personas que bajo lemas como “basta ya” o “si no nos dejáis tener sueños, vosotros no dormiréis”, hicieron pensar que era posible un cambio en la política de este país, de una forma pacífica y tolerante en el que prácticamente todo el mundo estaba de una forma u otra identificado y aceptado.

José Luis Sampedro, a quién se le considera como el primer indignado, el indignado de honor en un movimiento que renegaba por definición de cualquier padre político, redactó el siguiente escrito mostrando su apoyo a este movimiento:

“Queridos amigos:

Ante la imposibilidad de asistir a vuestra convocatoria, deseo con estas líneas manifestar mi adhesión a la iniciativa ¡Democracia real ya! Naturalmente interpretando la palabra “real” como adjetivo referido a realidad y no a realeza.

Hace unos meses me uní a Stéphan Hessel prologando su panfleto Indignaos. Era un llamamiento a no aceptar sin más la tiranía del poder financiero y el abandono de los valores que encarnaba nuestra civilización (Europa). Poco después, Rosa María Artal tomó el relevo y bajo el título Reacciona nos invitó a unos cuantos estudiosos a profundizar en las razones para actuar frente a la crisis económica, política y social del sistema.

Ahora es vuestro turno,

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