Análisis del impacto de la implementación de vehículos eléctricos en el estado de Michoacán
Francisco Vera VeraDocumentos de Investigación5 de Julio de 2021
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MORELIA, MICHOACÁN 04/05/2021
Índice
Antecedentes del problema 3
Planteamiento del problema 5
Pregunta de investigación 6
Preguntas específicas 6
Objetivos de la investigación 7
Objetivo general 7
Objetivos específicos 7
Hipótesis de la investigación 8
Hipótesis general 8
Hipótesis especificas 8
Variable dependiente 8
Variable independiente 8
Justificación 9
Limitaciones de la investigación 9
Diseño del marco referencial 11
Marco conceptual 11
Marco espacial 14
Ubicación geográfica de Morelia, Michoacán. 14
Marco teórico 15
Vehículo eléctrico 15
Tipos de vehículos con propulsión eléctrica total o parcial 15
Impacto de los vehículos eléctricos en el sector automotriz 16
Impacto ambiental 17
Baterías 18
Incentivos fiscales de este tipo de vehículos en México 21
Ventajas del uso de vehículos eléctricos en empresas 24
Bosquejo del Método 25
Tipo de investigación 25
Diseño de la investigación 27
Población y muestra 29
Instrumento de recolección de datos 30
Formato de encuesta 30
Técnicas y procesamiento de información 32
Equipo 32
Consideraciones éticas 32
Cronograma 33
Presupuesto 33
Fuentes consultadas 34
Antecedentes del problema
A diferencia de los que se cree el automóvil eléctrico fue creado a mediados del siglo XIX, mucho antes de la aparición de los vehículos de combustión interna, el primer prototipo de un vehículo eléctrico fue creado por Robert Anderson en el periodo de 1832-1839, posteriormente en 1888, el ingeniero alemán Andreas Flocken crea el primer automóvil eléctrico de 4 ruedas.
A inicios del siglo XX el 28% de los vehículos en el mercado estadounidense eran eléctricos, más sin embargo en los años de 1930 la aparición del vehículo de combustión interna genera la desaparición casi total de los eléctricos que hasta ese entonces existían. No es sino hasta los años de 1980 cuando gracias a la crisis del petróleo y al aumento de la contaminación que se retoma la idea de crear vehículos más amigables con el medio ambiente y se retoma la investigación y desarrollo de los vehículos eléctricos.
En el siglo XXI, gracias a las gigantes inversiones por parte de las grandes compañías automotrices y el aumento en los precios del petróleo en el año 2008 es que esta nueva visión del automóvil para el futuro toma gran importancia y comienza a crecer de manera exponencial en todo el mundo.
Para el año 2010 se vaticinaba un crecimiento que haría que el auto eléctrico para el año 2020 fuese una mayoría en el mercado de vehículos, más sin embargo se comenzaron a hallar problemas y frenos para esta alternativa de movilidad limpia, por ello es que a partir de 2011 hasta mediados del año 2016 el mercado del automóvil eléctrico cayó en un periodo de declive.
Desde 2012 se comenzó en EE.UU a comercializar lo que hoy en día es el sedán eléctrico más vendido en todo el mundo, el Tesla Model S, con el comenzaría a recuperarse el mercado de los vehículos eléctricos, pero no es sino hasta el año de 2017 cuando por fin Tesla logra posicionar su marca en todo el mundo y con ello logra impulsar el nuevo crecimiento de los vehículos eléctricos, a partir de ese momento y hasta el presente el 80% de las marcas de automóviles a nivel mundial ya cuenta con al menos 1 vehículo totalmente eléctrico en su portafolio de productos, ya sea un vehículo meramente citadino hasta un superdeportivo con prestaciones inimaginables hace apenas una década.
La reducción de la dependencia hacia los combustibles fósiles, el cuidado al medio ambiente, así como el aumento en la eficiencia de los motores, son algunas de las causas por las cuales este tema ha sido fruto de numerosas investigaciones en todo el mundo. Una de estas es “Total cost of ownership of electric vehicles compared to conventional vehicles: A probabilistic analysis and projection across market segments”, realizada por Wu G., donde se analiza la situación del vehículo eléctrico comparada con la del convencional.
Así como ese hay muchas más investigaciones que podríamos mencionar, más sin embargo no se ha realizado un estudio en el cual se lleve a cabo un cálculo comparativo donde se incluyan datos como por mencionar alguno los apoyos que el gobierno da para la adquisición de este tipo de vehículos sobre uno tradicional.
Ya que es un tema en constante cambio los datos utilizados deben ser los más actuales posibles para que el estudio logre obtener resultados acertados. De esta forma es que surge este trabajo bajo un punto de vista complementario a la situación actual del vehículo eléctrico en nuestro mercado.
Planteamiento del problema
En la actualidad tanto la sociedad en general como las grandes empresas se han decantado por la idea del cuidado del medio ambiente, con esto en mente muchos productos han evolucionado con el fin de apoyar esta tendencia; el mercado automotriz no ha sido la excepción y por ello a partir de finales del siglo XX e inicios del siglo XXI muchas compañías a nivel mundial se han dado a la tarea de invertir y desarrollar nuevos productos impulsados por energías renovables, para así en un futuro cercano lograr dejar atrás los vehículos de propulsión por petróleo.
Esta meta se ha encontrado con grandes obstáculos, uno de ellos es el aumento en la necesidad de la movilidad, lo cual ha generado que muchas personas aún sigan prefiriendo los automóviles de propulsión clásica sobre las nuevas propuestas de vehículos de propulsión eléctrica, ya que estos últimos se encuentran con la limitante del rango (Km) que pueden recorrer con una carga, ya que al ser aun una tendencia nueva no se cuenta con una infraestructura tan grande de estaciones de carga en carreteras y ciudades como si la tienen los vehículos de combustión interna.
Paralelamente, el petróleo es un bien que cada vez se vuelve más escaso. Ya que las reservas a nivel mundial acabarán agotándose en un plazo bastante próximo.
De este modo, muchas compañías optan por emprender nuevas estrategias e incluir en sus gamas de vehículos nuevos modelos “medioambientalmente amigables”. Los objetivos perseguidos son dos: por una parte, mejorar la eficiencia energética respetando el entorno al máximo y por otra, encontrar una fuente de energía alternativa al petróleo.
En el trabajo se pone de manifiesto que, desde la perspectiva actual, la alternativa que parece más viable a los vehículos impulsados por combustibles fósiles es el vehículo eléctrico.
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