Aprendizaje sostenible: Una pauta para la inclusión en el ámbito profesional

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Aprendizaje sostenible: Una pauta para la inclusión en el ámbito profesional

Introducción

El aprendizaje ofrece una gran oportunidad para fortalecer las habilidades individuales de modo que las personas puedan enfrentar los desafíos que les sobrevengan, así como adaptarse a los cambios, los cuales son una constante para todos los seres humanos, pero en ocasiones se torna difícil ir a la par de la evolución del mundo actual, por ello, el poder contar con ayuda y métodos adecuados para hacerle frente a la adversidad y presión social constituye una fuente de bienestar de gran importancia.

Prácticas inclusivas dentro del área de la psicología

La sociedad de hoy en día presenta varias problemáticas relacionadas al comportamiento y estado emocional: violencia de género, violencia intrafamiliar, consumo de sustancias psicotrópicas, delincuencia juvenil, entre otros…,  es allí donde recae parte de la responsabilidad del ejercicio profesional del psicólogo, en trabajar para contribuir a la salud mental de la sociedad como lo establece el código ético, “El psicólogo debe actuar con base en el respeto por los derechos fundamentales, la dignidad y el valor de las personas y de la sociedad.”

Una de las formas en las que el estado puede brindar bienestar a la sociedad es a través del reconocimiento y gestión en el área de la salud mental, considerando que la salud es un derecho, la cual requiere acciones forjadas bajo términos de igualdad, buscando generar y desarrollar la vida digna de toda persona; pero más allá de lo que el gobierno pueda hacer, desde la individualidad y el cometido profesional, cada uno puede involucrarse con el propósito de brindar bienestar, con acciones condescendientes que no siempre serán retribuidas económicamente, tales como:

• Brindar capacitaciones en centros educativos ubicados en zonas de conocimiento de alto riesgo, sobre temas de: violencia sexual, violencia intrafamiliar, prevención de enfermedades de transmisión sexual, embarazo a temprana edad, peligros del uso de drogas y equidad de género.
• Formar asociaciones más consistentes y enfocadas, que trabajen hacia los organismos estatales de modo que se pueda respaldar la inclusión de los derechos, las oportunidades y la atención de las personas con trastornos mentales, desequilibrio emocional o adicción.
• Impulsar acciones que puedan crear entornos y condiciones de vida que permitan a las personas adoptar y mantener modos de vida saludables.
• Incentivar cambios en la formación de futuros profesionales en el área de la salud mental y social a través de proyectos que permitan preparar a seres más sensibilizados con la realidad actual y que puedan contribuir de manera eficiente con la sociedad.

Conclusión

La educación, la formación profesional y el aprendizaje permanente son pilares fundamentales para que cada persona alcance un desarrollo integral que le permita llevar un nivel de vida satisfactorio, en donde no se vulneren sus derechos y no quepa la exclusión.

Las competencias personales, sociales y de aprendizaje, son imprescindibles en el mundo actual, el poder desde las aulas impartir una enseñanza significativa y perdurable logra formar personas capaces de ser resilientes, responsables y respetuosos con la sociedad y sobre todo con gran calidad humana.

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