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CAMBIOS DE LA ALIMENTACION


Enviado por   •  16 de Abril de 2015  •  1.869 Palabras (8 Páginas)  •  240 Visitas

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Cambios en la alimentación

Prehistoria:

Las principales fuentes de alimento en la prehistoria más antigua, el paleolítico, fueron la caza y la recolección de frutos y vegetales silvestres. Los grupos de homínidos se desplazaban tras las grandes manadas de animales o a lugares donde hubiera caza de forma regular. Tampoco podemos descartar el carroñeo de piezas abatidas por otros animales (generalmente carnívoros) y que posteriormente eran robadas por los homínidos, o del consumo de animales caídos accidentalmente en cuevas que hacían las veces de trampas naturales, como el caso de la cueva de Galería, en el yacimiento de Atapuerca (Burgos). Más tarde, en el neolítico, hace 10.000 años, aparece una nueva forma de adquisición del alimento, la agricultura y la ganadería. Cabras, caballos, cerdos, perros y, por otro lado, trigo, cebada. La domesticación y la agricultura trajeron consigo profundos cambios como la sedentarización, ya no hacía falta desplazarse de un sitio a otro para conseguir el allimento.

Es en este período cuando empezamos a comer algo parecido al "pan" que hoy conocemos, incluso se han encontrado restos de tortas de trigo con una capa de miel ¿el primer pastel? A propósito, es ahora, con el consumo del cereal, cuando aparecen las primeras caries. También en el neolítico, con la cerámica, aprendimos a "cocinar" de verdad los alimentos. En cualquier caso, si bien en los primeros momentos del paleolítico parece ser que la carne se consumía cruda, poco a poco, con el dominio y control del fuego, aparecen de manera sistemática huesos quemados al lado de hogueras con marcas de corte en su superfice. Es probable que los primeros "asados" fueran obra de los neandertales, hace 60.000 años.

Guerra Roma:

La base de la alimentación eran los cereales y las hortalizas y verduras. El cereal más consumido era el trigo, mientras que la cebada se reservaba para los animales y sólo se daba a los gladiadores y los soldados cuando se les quería castigar. El trigo se consumía crudo (cuando estaba tierno), macerado o convertido en harina, que se utilizaba para elaborar gachas, panes, pastas y pasteles, de los que existía una enorme variedad. No muy diferente de lo que se hace en la actualidad.

En cuanto a las hortalizas y verduras, tampoco hay grandes diferencias entre la dieta de un romano y la dieta mediterránea actual, con la excepción de que ellos, por razones obvias, no tenían acceso a patatas, tomates, ni pimientos, todos ellos de origen americano. Así, comían grandes cantidades de legumbres, calabazas, coles y nabos. Acelgas, ajos, cardos, cebollas, lechugas y puerros eran ampliamente consumidos. También comían chirivías, un tipo de raíz comestible parecida a las zanahorias, y zanahorias propiamente dichas, aunque éstas eran muy diferentes de las actuales, las cuales tienen su origen en una variedad desarrollada en los Países Bajos en la Edad Moderna (el color naranja de las zanahorias fue un homenaje de los cultivadores a la Casa de Orange y a la lucha holandesa por la independencia). Además, comían otras plantas que hoy ya no consumimos, como la malva, de las que comían las hojas cocidas y los brotes tiernos en ensalada.

Edad media:

Los ingredientes más comunes de la cocina medieval europea en aquellos tiempos eran el agraz, vino y vinagre. Estos ingredientes se combinaban extensamente con azúcar para dar a muchos platos un sabor distintivo y en la mayor parte de las veces agridulce. Las carnes más populares eran la de cerdo y pollo, mientras que la ternera era muy poco común, en comparación con la actualidad. El bacalao y el arenque formaban parte de los ingredientes de pescado más habituales, sobre todo en la Europa del norte. Sin embargo, existía una amplia variedad de consumo de pescado fresco. Es de destacar el uso de la leche de almendras, en sus variantes tanto dulces como amargas, siendo el alimento más empleado en los platos que debía haber leche, tales como sopas, estofados y salsas. La leche de almendras sobre todo muy popular durante la Cuaresma y los días de ayuno religioso.

La frase del padrenuestro «El pan nuestro de cada día» es casi figurativa para la mayoría de los europeos de la actualidad, pero en la Edad Media era algo más que una realidad concreta. El cereal, generalmente en forma de pan y menos en pasta, era considerada como la ingesta de alimentos más común entre todas las clases sociales. Se estima que el consumo de pan en varias regiones pudo llegar a ser muy similar a entre 1 y 1,5 kg por persona al día. Los granos más empleados en esto eran centeno, cebada, alforfón, mijo y avena. El arroz se mantuvo demasiado caro como para ser empleado y crecía sólo en el norte de Italia y en la costa este de España. No obstante el trigo era la forma más habitual de cereal en Europa durante la edad media, considerado como uno de los cereales más nutritivos, su empleo en pan denotaba estatus en la escala social, las harinas refinadas de trigo se reservaban para la elaboración de pan blanco que comerían las clases altas, mientras que las clases más bajas tomaban las harinas menos refinadas y su pan era más negro y con mayor contenido desalvado. Durante los periodos de escasez en las cosechas de cereal se empleaba como sustituto de los cereales, algunos frutos secos tales como las nueces, las legumbres secas, helechos y una amplia variedad de materia vegetal. La alternativa a aquellos que no podían adquirir pan era siempre el porridge o las gachas.

Mientras que los cereales eran la fuente primaria de alimentos diarios, muchos vegetales como las coles, las remolachas, las cebollas, el ajo y zanahoria se consideraban como

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