COMPORTAMIENTO DE LOS JÓVENES BACHILLERES EN RELACIÓN CON EL MOVIMIENTO DE LOS EMOS

COMPORTAMIENTO DE LOS JÓVENES BACHILLERES

EN RELACIÓN CON EL MOVIMIENTO DE LOS EMOS

Hoy en día los jóvenes vivimos nuestra vida a un ritmo acelerado y cambiante propiciado por los avances científicos y tecnológicos que cada día se generan en el mundo y que llegan a nuestras manos con relativa facilidad. Pero también propiciado por el ritmo de vida tan agitado que llevan nuestros padres al tener que trabajar y desatender a los hijos por conseguir el dinero que les permita, a ellos, darles todo lo que necesitan para vivir en este planeta tan cambiante y dinámico.

Ante esta situación, que pareciera cotidiana y hasta común en todas las sociedades de los diversos países, los padres consideran que al proporcionar a sus hijos los satisfactores que requieren para cubrir sus necesidades cumplen con su función de “padres de familia”. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no les queda tiempo para convivir con los hijos ni platicar con ellos acerca de sus vidas, sus aspiraciones, sueños y hasta decepciones. La mayoría de los padres llegan cansados al hogar y sólo desean descansar y, en casos extremos, se comportan de manera violenta física o verbalmente con sus hijos, por las frustraciones o fracasos derivados del trabajo.

¿Qué pueden hacer los jóvenes antes esta situación? Desgraciadamente muy poco, porque los adultos los consideran inmaduros y rebeldes por la edad que tienen y la forma en que se comportan. La mayoría de ellos se acostumbra a ese ritmo de vida y logran acoplarse de una u otra manera, ya que en esa situación es a ellos a quienes les corresponde realizar las distintas labores domésticas: lavar la ropa, limpiar la casa, cocinar, etc., para ayudar a sus padres de alguna manera, además de asistir a la escuela.

Ante esta falta de atención (e incluso de cariño) los jóvenes buscamos personas que tengan tiempo de platicar o disfrutar con nosotros algo de su tiempo. Generalmente ese tipo de personas son nuestros compañeros de clase o de escuela; es con ellos con quienes formamos grupos o “flotas” para divertirnos de alguna manera, a veces sanamente y otras no tan sanas, pero que de una u otra manera nos permiten sentirnos apreciados y/o queridos.

En los últimos años ha surgido un grupo de jóvenes que se ha dado a notar por su forma de vestir, de actuar y de su pesimismo ante la vida. Se les conoce como “emos”, haciendo referencia a un ritmo de música de los años 80’s, como diminutivo de emotive (en inglés) cuyo ritmo era lento y pausado. Hoy en día se utiliza el término para identificar a estos grupos de jóvenes que son ajenos a este género musical pero se cree que se les dio por ser contrario a las emociones o más bien por vivir a un ritmo lento porque se dicen deprimidos por la vida, que odian a la vida y un montón de estupideces

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