COMPROMISO DOCENTE PANACEA PARA LA CALIDAD EDUCATIVA

ENSAYO

COMPROMISO DOCENTE

PANACEA PARA LA CALIDAD EDUCATIVA

Desde los principios de las civilizaciones se ha considerado la educación como un elemento indispensable para el desarrollo de los países.  Existen muchos vestigios de la relevancia que ha tenido la misma, desde sociedades como los griegos, romanos y otras.  Lo anterior porque comprendían que de esta dependía la superación y sobrevivencia de los habitantes.  De igual forma, Costa Rica no ha sido la excepción y se ha caracterizado por la preocupación de la educación, desde principios de la independencia hasta la actualidad.

Por otro lado, la influencia de los diferentes períodos y pensamientos de distintos pensadores han sido fundamentales para determinar el tipo de educación que se desea impulsar, así como los requerimientos que se ameritaban en cada una de estas.  Es por eso que la educación se ha transformado y ha tenido influencias de variada índole; ya sean de tipo filosófica, psicológica, política y otros.

En consecuencia,  se puede decir que la educación, a través de la historia, ha sido considerada como el recurso más idóneo y el eje rector de todo desarrollo y renovación social. Mediante el proceso educativo no solo se promueve el aprendizaje académico, sino también se transmiten los valores fundamentales y la preservación de la identidad cultural y ciudadana; en consecuencia, es la base de la formación y preparación de los recursos humanos necesarios.

Por todo lo anteriormente manifestado, se puede decir que la función del docente es un aspecto de relevancia. Esto por cuanto el éxito educativo del estudiante depende en gran medida del compromiso y satisfacción que sienta el educador hacia su quehacer; ya que estos elementos harán que su función sea realizada de una manera idónea que coadyuvará en la forma como organiza sus lecciones e interactúa con sus discentes, logrando así incrementar el interés de los alumnos en las actividades que contribuirán a un proceso enseñanza aprendizaje más óptimo.

        Por esta razón, este ensayo consiste en exponer como la pasión y el compromiso profesional favorece la satisfacción en la labor así como la motivación y autoeficacia; ya que en la medida  que los educadores posean un alto compromiso hacia su labor podrá hacerle frente a las diferentes vicisitudes que tendrán que enfrentar en su diario quehacer.  Asimismo, logrará encontrar alternativas más acordes a las dificultades que se den y todo ello, en beneficio de lo más importante, el aprendizaje significativo que puedan obtener sus discentes, que al fin y al cabo es lo más elemental en la educación.  

        Dentro de la función como docente es natural que los principiantes sientan una gran ilusión por la ejecución de las tareas, ya que tienen toda la ilusión de poner en práctica lo aprendido durante los años de estudio; pero también existe una incertidumbre, puesto que es algo nuevo y no cuentan con la experiencia, así como el temor del fracaso.  

De igual modo, la mayoría de los centros educativos no cuentan con las condiciones adecuadas para el proceso enseñanza aprendizaje y esto tiene gran injerencia en la motivación y satisfacción personal de los educadores; puesto que deben enfrentar una serie de limitaciones que no son enseñados en las universidades.  Aunado a lo anterior, la heterogeneidad del alumnado, con diferentes problemáticas de variada índole.

        Es por esa razón que se requiere de personal con un alto grado de compromiso hacia su función; ya que esto contribuye a  un mejor desempeño de sus labores y, por ende, buscar alternativas para cumplir las metas propuestas en sus planes; pero sobre todo, lograr el aprendizaje significativo de sus discentes.  

          El compromiso para Zamora (2010) es “la fuerza relativa de identificación e involucramiento de un individuo con una organización” (p. 111).  De acuerdo con la cita anterior, se puede decir que el compromiso favorece que los educadores efectúen las actividades de su labor de manera tal que su desempeño sea óptimo.

Dentro de las principales tareas del maestro está la planificación  de las clases. A través de esta, los docentes logran plasmar en forma escrita lo que realizarán en las aulas, así como diseñan, seleccionan y organizan estrategias de enseñanza que otorgan sentido a los contenidos presentados y entregan a sus alumnos las mejores herramientas para la adquisición del aprendizaje.  No obstante, en ocasiones los centros educativos no cuentan con las herramientas, equipo o recursos didácticos requeridos.

Sobre planificar, Bonillo (2009) señala:

Planificar es la acción consistente en utilizar un conjunto de procedimientos mediante los cuales se introduce una mayor racionalidad y organización en unas acciones y actividades previstas de antemano con las que se pretende  alcanzar determinados objetivos, habida cuenta de la  limitación  de los medios. (p. 52).

De acuerdo con lo externado anteriormente, la planificación debe reunir una serie de requisitos que coadyuvan a que se realice tomando en consideración a todos los actores que intervienen en el proceso educativo.  Esto por cuanto se amerita la participación, ya que cada uno tiene una responsabilidad en el proceso de enseñanza aprendizaje y deben cumplir con esta.  Asimismo, el compromiso de los educadores es un aspecto que inciden en la calidad educativa, necesaria en la actualidad para que los niños y jóvenes puedan contar con profesionales que desempeñen sus funciones  con amor a su labor.  De igual modo, ese compromiso favorece la satisfacción en el trabajo; ya que podrá encontrar soluciones a los problemas que enfrente.

Sobre este particular, Robbins (2010) manifiesta que el término satisfacción laboral se refiere “a la actitud general del individuo hacia su profesión, la persona satisfecha mostrará actitudes positivas, mientras una persona insatisfecha conservará actitudes negativas”  (p. 108).  La satisfacción que el docente encuentra cuando sus alumnos logran la asimilación de los contenidos por medio de las estrategias y recursos didáctico que utilice son invaluables y, eso se alcanza por ese compromiso que se convierte en vocación.

El término vocación es definido por Sánchez (2005) como:

Palabra proveniente del latín vocatĭo, -ōnis, acción de llamar. Se entiende como la inclinación hacia que el sujeto manifiesta hacia determinada profesión o carrera. La vocación es un concepto tradicionalmente ligado con la llamada interior que recibe una persona. Nace del interior y por ello, parece entrañar seguridad, acierto y convencimiento (p. 726).

        En consecuencia, es ahí donde radica lo concerniente al compromiso; puesto que si la persona está completamente segura que ha escogido la profesión correcta, ningún obstáculo podrá alterar ese sentimiento.  En lo concerniente a los educadores, es la vocación lo que incrementa en el compromiso que aún cuando su ocupación  es poco reconocido y, más bien, en muchas ocasiones es hasta ignorado o menospreciado se mantiene firme.

        La visión que tienen los profesionales en educación cuando comienza sus funciones puede verse frustradas por la diversidad de dilemas que cada día debe desafiar; pero debe saber superarlas para así cumplir con sus deberes y obligaciones no por obligación, sino todo lo contrario con agrado.  Esto es percibido por los estudiantes, quienes sentirán que sus profesores hacen su gestión por amor y como compensación el aprendizaje de sus discentes y participarán con más ánimo en las actividades escolares; cosa que no sucede cuando los discentes notan que sus docentes lo efectúan por imposición.

        Esto por cuanto al tener un verdadero compromiso, se incrementa la motivación y la autoeficacia, lo cual también incide en el ambiente del aula, las interrelaciones alumno – docente, la práctica pedagógica, la dedicación hacia las tareas, en fin una serie de aspectos que favorecen no solo que el contexto sea apropiado, sino, que también el desarrollo cognitivo de los estudiantes.

        Por autoeficacia Braden (2001) menciona “es la confianza en la eficacia de su mente, en su capacidad de pensar. Por extensión, es la confianza en su capacidad de aprender, de tomar decisiones y hacer las elecciones adecuadas, y de responder de manera eficaz a los cambios” (p. 54).  En consecuencia, la autoeficacia incidirá en los cambios que tengan que realizar para promover la calidad educativa.  Esto por cuanto por medio la autoeficacia abarca la percepción que el propio educador tenga sobre su propia capacidad.

        En ese sentido, González (2006) expresa:

Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los profesores consiste en adaptar sus estrategias de enseñanza al nuevo modelo que caracteriza la educación actual. Desde esta perspectiva, los logros de los profesores en relación con sus actividades docentes van a depender, en buena medida, de la confianza que tenga en sí mismos para abordar todos estos cambios que conlleva su nuevo rol. Los sentimientos de competencia y de eficacia personal no sólo parecen influir en las expectativas de éxito como docentes, sino que tienen claras consecuencias sobre la motivación y el rendimiento de sus estudiantes (p. 37).

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