Ciudad de los niños

¡Buen día!

La Ciudad de los Niños nace en el año 1996 como un proyecto del Gobierno Municipal proponiendo incluir la miradas de los niños, siguiendo la iniciativa del pedagogo italiano Francesco Tonucci, de crear Consejos de Niños, para escuchar a los más pequeños a la hora de la planificación de los espacios y políticas públicas.

El Consejo de Niños, es un espacio de participación dentro de la Ciudad de los Niños. Lo constituyen chicos de 8, 9 y 10 años de edad, en grupos aproximados de 20 participantes, elegidos por sorteo de sus escuelas, instituciones, organizaciones no gubernamentales y, también, aquellos que desean pasar por la experiencia del Consejo. En un comienzo, el Consejo, sólo funcionaba en la Ciudad de los Niños, pero actualmente, con la idea de descentralizar, funcionan 10 consejos en diferentes zonas de la ciudad.

Cada Consejo se reúne una vez a la semana donde surgen ideas, inquietudes, propuestas, coordinados por profesionales que facilitan el surgimiento de las mismas mediante métodos lúdicos. Y una vez cada 15 días, se designa un lugar en común donde se juntan todos los consejos para conocerse y debatir todo lo trabajado. Luego, las propuestas, son retomadas por el equipo de La Ciudad de los Niños para darles forma y continuidad. Luego de un año de trabajo, los consejeros piensan, discuten, y deciden, entre todos, un proyecto que le presentan al ejecutivo principal.

Los consejeros han realizado gran cantidad de proyectos, algunos fueron concretados por la Municipalidad y otros no, pero dentro de la Ciudad de los Niños todos fueron llevados a cabo.

Un ejemplo fue el proyecto del año 2014 llamado: ¿Y… si llenamos la ciudad de mariposas? Dentro de las reuniones de consejo, los chicos empezaron a debatir sobre el medioambiente y notaron que en algunas zonas de la ciudad había mariposas y en otras no… allí empezó la investigación para encontrar el motivo y descubrieron que la mariposa monarca deja sus huevos en las asclepias, ya que son su fuente de alimento. De la asociación de un niño surgió la idea de que “sembrar asclepias era sembrar mariposas”.

Así se formó este proyecto, el cual consistió en realizar una campaña en la que se trabaje en dos instancias: Por un lado, invitar a chicos y grandes a sumarse plantando asclepias en sus jardines, balcones y macetas. Por otro, pedirle al municipio y a las instituciones intermedias que ayuden a plantarlas en los parques y plazas de la ciudad. Para esto se generó un pequeño instructivo, que contiene en su interior una mariposa realizada en papel reciclado, con la particularidad de tener dentro suyo las semillas de asclepias y las instrucciones para sembrar la planta.

El proyecto tuvo tanto éxito que hasta el día de hoy siguen repartiendo semillas de asclepias. ¡Yo también me sumé y ya tengo una gran planta de asclepia en mi jardín!

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