Ciudad sobre ciudad

Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí

Facultad de Ingeniera, Industria y Construcción

Arquitectura

Ensayo 1

Sociología Urbana B

Estudiante:

TOALA VALLE LISETH MONSERRATE

Docente:

Arq. Gabriel Barba

Séptimo semestre

Periodo 2022(2)[pic 1]

CIUDAD SOBRE CIUDAD

La fundación de una ciudad no es sólo cuestión de voluntad política o social composición física y material. Una ciudad se puede hacer con más gente y más gente; pequeños edificios, aunque con el tiempo la composición ha alcanzado grandes escalas más grande. Con el tiempo, puedes encontrar ciudades de diferentes estilos, organizadas, o desordenadas. Sin embargo, en todos los proyectos de carácter social, la prioridad es satisfacer las necesidades básicas de las personas, ya sea religioso, comercial o simplemente socio-estratégico. Pero a pesar del importante papel que juegan las ciudades en nuestra cultura, mucha gente lo sabe. Hay muy poco sobre la naturaleza del urbanismo y el proceso de urbanización.

Se ha intentado frecuentemente aislar las particularidades distintivas de la vida urbana. Los geógrafos, los historiadores, los economistas y los investigadores de la ciencia política han aportado los aspectos de sus disciplinas respectivas en definiciones distintas de la metrópoli.

Por tanto, la ciudad debe estar enfocada en la sociedad, las personas, la influencia de la mente humana y todo lo que ella conlleva para poder ser armónicamente funcional y estable; bien se expresa (Trías, 2001) enfatizando en la relevancia del ser humano en otras palabras descrito

“Ciudad ideal es la que se plasma en el motor espiritual a través de la creación”

La ciudad ideal es la que compara, pero también engloba el arte y la filosofía, haciéndolo por medio de la razón, mejorando la composición de la metrópoli, siendo arduamente calculado y descrito como una fusión melódica que funcione de la mano con el ser humano y lo ayude a eliminar las fronteras y limites mentales que lo detienen para buscar el bien común; pero esa podría ser una descripción también para la ciudad real, que aunque la genera como una índole mucho más tangible que la ciudad ideal, también se desglosa a favor de las personas y su convivencia con el medio.

Ciudad real engloba sociedad y cultura. (Trías, 2001)

Esto demuestra como una ciudad planificada con una visión racionalista fracasa a simple vista, las urbes son muchísimo más que cuadrículas formadas por calles e inmuebles. Tienen que integrar espacios que generen interrelaciones entre sus pobladores para permitir que la espontaneidad aflore.

Trías señala que la filosofía antes de ser un producto de la inteligencia constituye una emoción. Por tanto, este desarrollo vendrá marcado por tres emociones filosóficas fundamentales: el asombro, el vértigo y el amor-pasión. Tres elementos esenciales para comprender la noción del hombre como ser del límite, como anhelo de lo estético y de lo religioso en su afán de superar mediante lo simbólico las limitaciones impuestas a la razón por su carácter fronterizo.

Explicándolo desde otro ángulo, las ciudades cambian para ajustarse a los nuevos tiempos y necesidades. Las urbes excesivamente rígidas en su idealización dejan poco margen para permitir que evolucionen. Ordenar los programas que se desarrollan en la localidad por regiones es un procedimiento eficiente, sí, pero además encasilla e impide crear espacios donde se fomente y visibilice la variedad propia de los barrios que hoy son parte de las propias urbes.

Según, (Trías, 2001) refiriéndose a la cuidad del límite indica: La razón fronteriza, por su Parte, permite una doble ruta; una estrictamente gnoseológica, o relativa al conocimiento, que es la que permite trazar las distintas declaraciones (categoriales) que pueden realizarse en torno al ser del límite; otra es la que conduce a determinar el uso práctico de esa razón fronteriza (que es crítica por saberse fronteriza): la vía expedita para una posible ética del límite; la cual, a su vez, puede sugerir lo que podría ser una concepción cívica y política que dimane de esa inspiración limítrofe (o uso cínico-político de la razón fronteriza).

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