Comunicación Social.La globalización

Con mi corazón en Yambo

Carlos Alfredo Duran Pozo

Comunicación Social

Primero “A”

Comunicación Oral y Escrita

Universidad Estatal Amazónica

Puyo/Pastaza

2021

Introducción

María Fernanda Restrepo narra la historia sobre la desaparición y muerte de sus hermanos: Santiago de 17 años y Andrés de 14 en manos de la policía nacional, un caso que aún no tiene solución y que sin duda son un claro ejemplo del momento político que vivía el país en aquella época; una temporada marcada por las constantes violaciones a los derechos humanos y que sucedió cuando ella tenía apenas 10 años.

Desarrollo

María Fernanda Restrepo la hermana menor de la familia Restrepo, quien tenía 10 años cuando el 8 de enero de 1988 fue dejada a cargo de sus hermanos Santiago y Andrés debido a un viaje de sus padres Pedro Restrepo y Luz Arismendi a Bahía de Caráquez. Luego de que dejaran a Fernanda al colegio nunca más regresaron por ella.

Han pasado 33 años desde que los muchachos de 14 y 17 años fueron detenidos ilegal y arbitrariamente por la Policía Nacional de Ecuador y puestos a órdenes del Servicio de Investigación Criminal, torturados durante varios días por miembros del SIC-10 sin razón alguna.

Lo que hoy se sabe a partir de esa detención se basa en gran parte en el testimonio del ex agente de Policía, Hugo España. Según sus declaraciones, los niños fueron entregados al Servicio de Investigación Criminal de Pichincha, donde él trabajaba, y torturados durante varios días por miembros del SIC-10, grupo represivo de la Policía Nacional. En cierto momento, uno de los menores murió a consecuencia de la barbaridad de los asesinos.

Por decisión del Ministerio de Gobierno tomada en despacho, Robles Plaza, ordena el asesinato del segundo hermano quien era testigo de tan atroz hecho, según insiste desde años el padre de los niños.

En el secreto de las cuevas de Guápulo y escondidos por la noche, los cuerpos de los hermanos Restrepo fueron descuartizados, guardados en fundas de plástico y arrojados a la laguna de Yambo.

La búsqueda se emprendió en medio del desconocimiento de lo que estaba sucediendo con sus hijos, mientras eran engañados por agentes de la policía y en especial Doris Moran, les proporcionaba pruebas falsas que los hacían creer que estaban bien.

La lucha desigual para reclamar verdad y justicia iniciaba contra el poder. Todos los recursos legales se agotaron durante muchos años, pero lograron que algunos policías entre ellos el excomandante general de la Institución, Gilberto Molina fueran sentenciados.

El ser juzgado internacionalmente estaba latente en el entorno y el Estado ecuatoriano

admitió su culpabilidad en el crimen cometido contra los hermanos Restrepo el 24 de febrero de 1998. El acuerdo entre el Estado ecuatoriano y la familia

Restrepo comprometía al Estado a elaborar un informe detallado de lo sucedido con los desaparecidos, enjuiciar penalmente a todos los involucrados que aún no habían recibido sanción, realizar una búsqueda completa, encontrar los restos de los dos jóvenes y pagar una indemnización.

Únicamente la indemnización llego a cumplirse mientras que las personas que estaban frente al gobierno aun han sido intocadas.

Hay muchas interrogantes flotando en la historia como la que no reveló nunca la identidad del principal torturador y asesino, apodado como “El Chocolate”.

Las palabras de su madre antes de morir fueron no habrá ni perdón ni olvido ante tan tremendo suceso, solo quedará en las conciencias de los culpables el asesinato de los dos muchachos inocentes.

Pedro Restrepo padre de los muchachos va todos los miércoles a la plaza grande y frente al palacio presidencial pone banderas, afiches y de más, que evidencian un caso que aún no ha sido resuelto.

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