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Cultura Ciudadana Como Politica Publica


Enviado por   •  4 de Abril de 2013  •  2.180 Palabras (9 Páginas)  •  1.118 Visitas

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La Cultura Ciudadana como política pública

Antanas Mockus

Paul Bramberg

Rocío Londoño

Claudia Peñaranda

Carolina Castro

Efraín Sánchez

Bogotá, marzo de 2004 La innovación clave de Cultura Ciudadana como política pública es asumir que un gobierno local puede, con el fin de cambiar o de consolidar algunos comportamientos, intentar con éxito influir de manera puntual sobre la cultura y la conciencia y no solamente sobre la ley y sus mecanismos de aplicación.

Un gobierno busca cambiar algunos comportamientos con dos propósitos:

1) para hacer cumplir la ley (recuérdese el juramento con el cual alcaldes y funcionarios públicos toman posesión de sus cargos) y

2) para lograr bienes colectivos (evitar un racionamiento de agua, reducir la congestión vial, reducir el número de niños quemados por fuegos artificiales). Muchas veces ambos propósitos van juntos: por ejemplo, cuando se busca aumentar la disciplina en la tributación.

A continuación se exponen, primero, los fundamentos teóricos de cultura ciudadana. Se describe luego, de manera genérica, la utilidad y pertinencia de los programas y acciones que un gobierno local puede promover en este campo. Luego se presenta una descripción general de los problemas y del impacto de las acciones de cultura ciudadana y una descripción de las estrategias de planeación e intervención.

Ley, moral y cultura son productos muy sofisticados de la historia que nos dan a los seres humanos la posibilidad de autogobernarnos: la cultura, al sedimentar los ingentes aprendizajes de siglos y milenios de experiencia y sentidos; la moral, al permitir reconocer en el corazón de cada cual el sentimiento de que, si pretendo actuar moralmente, mi acción moral debería también poder ser reconocida como tal por cualquier ser humano; y la ley, al permitir reconocer en ella la forma más legítima de regular de manera explícita, públicamente acordada, y según procedimientos públicamente predefinidos, unos comportamientos muy básicos, ello con el fin de facilitar la convivencia y facilitar la coexistencia de diversas opciones morales y culturales. Construir ciudadanía es aprender a asumir las tensiones entre esos tres sistemas reguladores para aumentar su convergencia por lo menos en lo más básico.

(I) ley, moral y cultura

1. Existen reglas informales que son un complemento inevitable de las reglas formales (legales). Cuando en una sociedad hay armonía entre unas y otras, los costos de celebrar y cumplir acuerdos se reducen; cuando se contradicen o la evolución de unas no se adecúa a la de las otras, los costos de celebrar y cumplir acuerdos se incrementan (Douglass North recibió en 1993 el premio Nóbel de Economía por haber desarrollado estas ideas y haberlas aplicado con éxito para explicar por qué las sociedades se desarrollan a ritmos tan distintos).

2. Las reglas informales pueden clasificarse en dos grandes áreas: las morales y las culturales.

3. Las reglas morales expresan básicamente principios interiorizados que cada persona aplica “desde adentro” y que le provocan culpa en caso de violarlos y satisfacción moral en caso de respetarlos. Las reglas morales se manifiestan a través de un sentido del deber y de la capacidad de actuar obedeciendo a ese sentido (algo muy emparentado con la propio-motivación o motivación intrínseca y muy distinto de la hetero-motivación o motivación extrínseca). Las pedagogías de la concientización (tan propias de Latinoamérica y en general del Tercer Mundo) intentan influir sobre estas reglas, buscando generar más solidaridad y cooperación, especialmente entre desconocidos que comparten una misma condición social.

4. La regulación cultural se expresa de manera más compleja. En primer lugar, las normas sociales cuya desobediencia lleva a la posibilidad de sanciones sociales (desde ver que alguien frunce el ceño en señal de desaprobación o censura, hasta ser excluido de un grupo) que por lo general inducen sentimientos de vergüenza. La conformidad a las normas sociales es premiada con reconocimiento e inclusión. En segundo lugar, la cultura regula a través de una delimitación y una jerarquización de los significados que contribuyen mucho al reconocimiento. A veces, a través de un curioso mecanismo inductivo, el reconocimiento se traduce en confianza. La cultura también involucra creencias, valores e ideales que (de una manera menos afín a la de las normas legales) también orientan el comportamiento de las personas. Lo clave es que a través de diversos mecanismos, en cada medio socio-cultural se logra una delimitación cultural de comportamientos culturalmente bien considerados, comportamientos neutros y comportamientos considerados (culturalmente) inaceptables.

5. La comprensión de lo hasta aquí expuesto puede afianzarse a través del ejercicio de preguntar ¿Cuál de los mecanismos legales, morales o culturales te regula más? Y ¿Cuál considero que regula más a los ciudadanos en general? (Ver Cuadro 1).

NORMAS LEGALES NORMAS MORALES NORMAS SOCIALES

Admiración por la Ley Autogratificación de la Conciencia Admiración y reconocimiento Social

Temor a la sanción Legal Temor a la Culpa Temor a la vergüenza y al rechazo social

Cuadro 1: Tres sistemas reguladores.

6. Aunque a raíz del ejercicio es interesante comparar lo que la gente responde sobre sí misma y lo que responde sobre los demás, la principal utilidad del ejercicio es que deja entrever que los seis cuadros contienen mecanismos relevantes. Prácticamente cualquier persona es regulada por todos ellos.

7. Cabe entonces retomar el tema de la consistencia regulatoria: lo que nos ordena la ley puede ser consistente o no con lo que nos ordena la conciencia o con lo grupalmente aceptado como válido. Además, una misma persona puede pertenecer a grupos distintos que no comparten una cierta norma (por ejemplo un grupo aprueba fumar el otro rechaza fumar). Algo de tensión entre ley, moral y cultura puede ser útil para las tres, pero el divorcio puede afectar gravemente la convivencia y la productividad de una sociedad. ¿Cuándo hay armonía de ley, moral y cultura? Fundamentalmente cuando hay aprobación moral y cultural hacia el

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