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DERECHOS LABORALES 1979 Y 1980

renzoj11 de Agosto de 2012

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DERECHOS LABORALES 1970 Y 1990

a. El crecimiento demográfico

En la segunda mitad del siglo XX la población peruana creció en mas de 4 veces como resultado de un significativo incremento en las tasas de crecimiento poblacional (gráfico No. 1). En efecto, las tasas de crecimiento demográfico, que en décadas pasadas fluctuaban alrededor del 1.6%, entre fines de los setenta y comienzos de los ochenta empezaron a crecer de manera acelerada, llegando al 2.8% anual en 1972 y al 2.6% en 1981 . Se espera que recién a partirEl mercado laboral peruano: situación actual y opciones para los próximos años de la segunda década del siglo que empieza las tasas de crecimiento demográfico se sitúen nuevamente en sus niveles históricos.

b. La evolución de la tasa de participación

Adicionalmente, la tasa de participación (proporción de personas que trabaja o busca trabajo) se incrementó significativamente en las ultimas décadas . En 1970 las tasas de participación apenas alcanzaban al 55% de la población, en tanto que en 1998 superaron el 64%.

El crecimiento de la participación laboral se explica principalmente por el masivo ingreso de las mujeres al mercado de trabajo en las últimas décadas. Como se observa en el gráfico 2, en 1970 la tasa de participación de las mujeres alcanzaba al 38% en tanto que en 1998 representó el 58%. Es decir, la proporción de mujeres en el mercado laboral actualmente es claramente mayor a la de hace tres décadas. Diversos factores explican este comportamiento. Entre ellos, la evolución positiva del nivel educativo de las mujeres es uno de los más importantes. Por ejemplo, la generación nacida en los años cuarenta cuenta con 3.5 años menos de educación que la generación nacida en los setenta. Mas aun, en la generación del cuarenta, los hombres tenían un 51% mas de educación que las mujeres, porcentaje que se ha reducido a 13% en la generación de los noventa. Es decir, las mujeres han incrementado sus niveles educativos de manera más rápida que los hombres, lo cual definitivamente ha cambiado su rol en el hogar y el mercado de trabajo.

Cabe indicar que la reducción de las tasas de fecundidad también debe haber influido de manera considerable en este proceso pues implica menor necesidad de tiempo de la mujer en el hogar y por tanto mayor tiempo disponible para actividades del mercado de trabajo.

Fuente: Elaboración propia

c. La caída en la demanda de mano de obra y el excedente laboral

No solo la oferta de mano de obra se incrementó en las últimas décadas. Desde mediados de los setenta, el Producto Bruto Interno (PBI) inició una tendencia decreciente que se mantuvo hasta principios de los noventa. Este fenómeno ha sido analizado en varios estudios y ha sido vinculado con políticas económicas artificialmente expansivas que finalmente terminaron por deteriorar la producción nacional. En cualquier caso, al caer la producción agregada ante cualquier elasticidad producto empleo positiva la demanda de mano de obra se debió contraer de manera proporcional. Como se sabe, la demanda de mano de obra se deriva directamente de la producción: si no hay producción, no se puede demandar trabajo.

Ambos procesos – crecimiento de la oferta y caída en la demanda - dieron origen al denominado excedente de mano de obra que no pudo ser acomodado adecuadamente en el mercado laboral (gráfico 3). Cabe enfatizar que este excedente de mano de obra es el acumulado de varios años en que existió exceso de oferta y por tanto difícilmente podrá desaparecer en el corto plazo.

Ahora bien, la existencia de este excedente de mano de obra no dio origen a un importante nivel de desempleo en el país. Por el contrario, el ajuste del mercado de trabajo ocurrió vía precios, es decir, ha determinado menores ingresos reales para todos los participantes del mercado laboral

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III. EL MERCADO DE TRABAJO EN LOS NOVENTA

En esta sección se analiza las principales tendencias observadas en el mercado de trabajo en la década de los noventa, en particular, concentrando la atención en el nivel de empleo y la evolución del desempleo.

a. La evolución del empleo

En la década de los noventa el volumen de empleo ha evolucionado de manera directamente relacionada con el nivel de producción (grafico 4). Se puede observar que existen tres periodos bien definidos. El primero de ellos abarca los años 90-92, y se caracteriza por ser un periodo en el cual el empleo se mantuvo prácticamente estancado en vista de las dificultades económicas que experimentaba la economía.

El segundo periodo cubre los años 93-95 y es un periodo de alto crecimiento del empleo. Durante este periodo, la economía creció a tasas sumamente elevadas (8.8 % promedio anual) especialmente liderado por los sectores de servicios no personales, pesca y construcción, el último de los cuales tiene elevados efectos multiplicadores sobre el empleo. Finalmente, a partir de 1996 empieza un periodo de fluctuaciones en el empleo, de manera muy similar a las observadas en el nivel del PBI. La producción se vio afectada por diversos factores entre los que destacan, principalmente, choques derivadas de la presencia del fenómeno del niño y la crisis internacional.

Cabe indicar que el empleo no ha crecido a la misma tasa que el PBI; de hecho, entre 1993 y 1998 el PBI creció a una tasa de 6.2 % anual mientras que el empleo lo hizo en 5.3 % anual. Por otro lado, el ritmo de crecimiento de los ingresos en los últimos años ha sido pronunciado debido principalmente al efecto de recuperación frente a la drástica reducción observada a inicios de la década.

Por otro lado, el empleo asalariado se redujo principalmente por la drástica reducción del empleo público que paso del 11.9% del empleo en 1991 a 6.9% en 1997. En cambio, la proporción de trabajadores independientes se incremento ligeramente.

Aunque, el empleo asalariado privado se mantuvo alrededor del 43 %, en su interior se han observado importantes cambios. en función a los cambios ocurridos en la regulación laboral. Como se sabe, la reforma laboral implico entre otras cosas, la eliminación de la estabilidad laboral absoluta y la promoción de contratación temporal de mano de obra. Esto ha determinado que la proporción de trabajadores asalariados privados permanentes se haya reducido de 40.4% en 1989 a 26.3% en 1997. Por el contrario, los trabajadores temporales se han incrementado de 9.3% a 16 % en el mismo periodo. Un tema interesante, es que ni las controversiales formas de contratación por services o cooperativas ni los convenios de capacitación laboral, han sido utilizados de manera importante por las empresas. Por el contrario, lo que parece haberse incrementado notablemente es la subcontratación directa, principalmente bajo la forma de locación de servicios u honorarios profesionales. Asimismo, los trabajadores sin contrato (bajo la mesa) se han incrementado de 34.4% a 41.2%.

Lima Metropolitana: Indicadores de Calidad del Empleo

(en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia.

Calculado para los trabajadores asalariados privados.

b. La evolución del desempleo

Una de las principales razones de por qué el debate electoral reciente se ha centrado en el mercado laboral es que según muchas encuestas de opinión, el problema del desempleo es la principal preocupación de los peruanos. Es decir, muchas personas consideran que cada vez es mas difícil conseguir un empleo.

Esta percepción, sin embargo, contrasta con las estadísticas oficiales sobre desempleo. Las tasas de desempleo registradas por el INEI han fluctuado alrededor del 8% de la Población Económicamente Activa (PEA) en lo que va de la década. Mas aún, las series de desempleo indican que esta tasa jamás ha excedido el 10% de la PEA desde que se cuenta con estadísticas laborales en el país. Si se comparan estas tasas con las existentes en otros países, se puede decir que Perú se encuentra en el promedio latinoamericano (grafico 6). Este tipo de observación ha llevado a la conclusión de que el problema del desempleo en el país en realidad no seria muy grande.

Gráfico 6

Países seleccionados: Promedio de la tasas de desempleo: 90-97

(en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia en base a estadísticas de la CEPAL.

¿Cómo es posible que las tasas de desempleo sean bajas si la percepción generalizada es que el problema es mayor? En Chacaltana (1999b) se muestra que la tasa de desempleo es un indicador estático que captura de manera muy limitada los dinámicos fenómenos que ocurren en el mercado de trabajo. Los desempleados no son los mismos siempre y en general las personas cambian de status laboral de manera muy frecuente . Esto se puede observar en el cuadro 2. Un 41.3% de las personas cambian de situación laboral al interior del año en tanto que solo un 39.7% tuvo empleo todo el año. Curiosamente, casi no existen desempleados que se mantengan en esa condición durante todo el año, es decir, no existe desempleo de larga duración en el país.

Perú Urbano, 1996:

Movilidad trimestral de la PET (%)

Fuente: Panel de hogares. ENAHO 1996.

Por estas razones, analizar dinámicamente el mercado laboral. Un análisis dinámico requiere observar la rotación laboral y la duración del fenómeno. En el cuadro 3, se muestra en primer lugar, la proporción de la PEA que estuvo desempleada al menos una vez en el año

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