Defensor Del Pueblo

Defensor del pueblo

La figura del Defensor del Pueblo u Ombudsman no es nueva y consiste en una autoridad del Estado encargada de garantizar los derechos de los habitantes ante abusos que puedan hacer los poderes políticos, legislativos y administrativos de ese mismo Estado. Esta figura existe en todos los países de Latinoamérica exceptuando Chile y Uruguay. El Ombudsman es muy importante y necesario para nuestro país y a pesar de que se viene debatiendo sobre su incorporación desde principios de los noventa, aun no hay resultados concretos.

Antes de explicar porque es importante tener un defensor del pueblo en Chile, debemos entender bien que es el ombudsman y que funciones cumple. Es un funcionario el cual tiene como misión la defensa y protección de los derechos humanos, garantías e intereses mencionados en nuestra Constitución y las leyes, ante hechos, actos u omisiones de la Administración; y el control del ejercicio de las funciones administrativas públicas. Cualquier persona que se vea afectada en sus derechos por actos indebidos de la administración, puede recurrir al Ombudsman, quien procede a investigarlos y si hay méritos para ello, recomienda los cambios pertinentes a la autoridad administrativa. Esta función no implica alterar ni duplicar la jurisdicción de los órganos administrativos o judiciales, puesto que el ombudsman carece de imperio, solo se impone por la vía de la persuasión, que es respaldada por las altas calificaciones morales e intelectuales que debe poseer el titular de ese cargo. Sin embargo, el ombudsman actúa con plena independencia, es decir, es una institución autónoma del Estado.

Si bien en el Estado de Chile existen organismos judiciales y administrativos que se encargan de atender los reclamos de las personas, hoy en día, nos encontramos en una sociedad menos conformista, por lo que cada vez aumentan la cantidad de reclamos, llegando a ser insuficiente los organismos que hoy cumplen con dicha función y con el ombudsman se busca ser un complemento, sin prejuicio de poder prevenir y reprimir conductas inadecuadas por parte de los funcionarios de la Administración Pública.

Hoy en día lo más parecido que tenemos a un ombudsman en Chile es la Comisión Defensora Ciudadana, que es un órgano asesor del presidente de la república, por lo que, no tiene la autonomía ni el peso legal suficiente como para actuar frente a situaciones de abuso dentro del Estado y menos aún frente a organizaciones privadas como los monopolios de servicios de utilidad pública, en cambio, el defensor del pueblo al ser autónomo tiene más poder y objetivismo.

Actualmente para que alguien reclame un derecho debe mediatizarlo llegando a la prensa de investigación o bien judicializarlo. Si tuviéramos un Defensor del Pueblo la gente tendría un canal con atribuciones para canalizar sus justas denuncias y las mismas serían canalizadas con seriedad y profesionalismo.

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