Demografía

La Demografía es la ciencia que estudia estadísticamente la estructura y dinámica de las poblaciones, así como las leyes que rigen estos fenómenos. Su objetivo son las poblaciones humanas, que podemos definir como el conjunto de personas que habitualmente residen en una zona geográfica, en un momento determinado.

Entre sus fines podemos enumerar los siguientes:

1. Analizar la dimensión de las poblaciones. Estudia ¿cuántos son?

2. Conocer la estructura. Cómo se distribuyen en función de variables demográficas de persona (edad, sexo, estudios, raza, residencia, etc…). Estudia ¿Quiénes son? Y ¿Cuántos son?

3. Estudiar la evolución a lo largo del tiempo del número y estructura de la población.

4. Determinar los fenómenos demográficos que condicionan el número, estructura y variaciones de la población de una zona geográfica en función del tiempo:

• Natalidad

• Mortalidad

• Fenómenos migratorios

La Demografía tiene interés y aplicación en Salud Pública ya que permite:

• Elaborar tasas e indicadores sanitarios de gran utilidad para realizar un diagnóstico de salud de una población y, por lo tanto, de gran utilidad para la planificación y la programación sanitaria.

• Llevar a cabo estudios epidemiológicos. La epidemiología necesita de datos de población y su distribución según características de persona, lugar y tiempo.

Las variables demográficas.

Una variable demográfica es cualquier evento, circunstancia o cosa que puede adoptar diferentes valores. En demografía, las variables pueden optar valores distintos a lo largo del tiempo, ya que es una ciencia temporal. Igualmente tienen distintos valores en lugares diferentes del espacio, debido a que es también una ciencia espacial.

Las variables claves son el stock (tamaño, densidad, etc. contabilizan un hecho en un momento dado) y los flujos (nacimientos, defunciones, migraciones, etc. contabilizan un hecho en un periodo de tiempo).

Tasas demográficas: natalidad, mortalidad y migración.

Las tasas demográficas sirven para medir los flujos demográficos en relación a una población. Permiten efectuar con mayor facilidad comparaciones entre dos poblaciones, aunque tengan diferente tamaño absoluto.

Mortalidad.

La mortalidad mide el número de personas que fallecen en un momento. Es un fenómeno biológico con un componente social. Para medir se puede utilizar:

- Tasa bruta de mortalidad = fallecidos / total de población.

Esta tasa se ve afectada por la estructura por edad de la población (puede dar resultados erróneos).

- Tasa de mortalidad infantil = fallecidos en un año determinado con menos de un año de vida / nacimientos en ese mismo año y en ese mismo lugar.

Se tienen en cierta medida, los datos de estructura por edad (un grupo estratégico).

- Tasas específicas de mortalidad por edad y sexo = fallecidos con edad y sexo determinados / personas con esa edad y sexo.

Se pueden hacer de año en año o por quinquenios (cogiendo grupos de edad más amplios).

Esperanza de vida.

Se puede calcular para cualquier edad. Mide el número promedio de años que le quedan por vivir en unas condiciones concretas. No es una predicción para el futuro, ya que las condiciones cambian, pero nos dan una comparativa actual (para comparar diversos países).

La medida más utilizada es la de la tasa de esperanza de vida al nacer. Su cálculo no es tan inmediato, ya que se obtiene de la tabla de mortalidad (observación continua de una generación).

- Esperanza de vida al nacer = 0.5 + (supervivientes / tasa mortalidad infantil).

El calendario del fenómeno muestra la distribución de la mortalidad con la edad. La intensidad del fenómeno es la proporción de personas que sufren el fenómeno demográfico. De unos países a otros lo que varía es el calendario (la intensidad es la misma), que se sintetiza con la esperanza de vida al nacer (muestra una media aritmética). Hay que tener en cuenta que sólo varía la esperanza de vida de una generación (la generación debe de haber muerto).

Para crear la esperanza en un momento dado se debe establecer para la mortalidad en un año concreto. Se supone una generación ficticia (unión de generaciones), que se ve sometida a unos riesgos (cocientes de mortalidad), lo que dará una medida comparativa, complicada de obtener, aunque es muy utilizada.

Tipos de mortalidad según sus causas.

- Exógena: razones externas (infecciosas).

- Endógena: desarreglos internos (enfermedades coronarias, cáncer...).

- Accidental: accidentes en el mundo externo.

Con una esperanza de vida baja, las infecciosas llegan casi a la mitad de fallecimientos. Si aumenta la esperanza de vida, descienden las infecciosas, pero aumentan las endógenas.

El descenso de la mortalidad en Europa sucede en el S. XVIII y XIX [1], cuando aún no estaban funcionando la mayoría de los avances médicos producidos posteriormente (vacunas, sulfamidas, antibióticos...). El descenso de la mortalidad no se debe a avances médicos, sino a otras razones ligadas a factores sociales y ambientales (inducidas por MC KEOWN en diversos estudios):

- Mejoras en la alimentación: mayores defensas y mayor producción agraria tras la revolución industrial y agraria.

- Introducción de medidas de higiene pública: purificación del agua, eliminación de basuras y mejor higiene en los alimentos.

- Aumento de la higiene personal: baños, duchas, ropa de algodón (más fácil de lavar).

- Aumento de la valoración social de los niños: disminución de tasa de mortalidad infantil.

Estas causas explican por qué el descenso no fue muy acentuado. Abarcó unos doscientos años, ya que fue una difusión lenta y simultánea al proceso de modernización y desarrollo económico.. La transición demográfica europea fue baja y larga.

También

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