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Derecho Internacional, Antecedentes En Mexico


Enviado por   •  12 de Marzo de 2014  •  1.687 Palabras (7 Páginas)  •  692 Visitas

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Introducción

En el transcurso de la historia de México, el derecho internacional público ha tenido una gran importancia. En principio, no hay duda de que los pueblos anteriores a la Colonia tenían una práctica importante en materia de derecho internacional, por ejemplo, en materia de derecho de los tratados, derecho diplomático y consular, y el derecho de la guerra, práctica que se ha soslayado en los manuales de derecho internacional en términos generales, en los que parece que la historia de la humanidad empieza por los antiguos pueblos de la antigüedad del Oriente y de ahí a Occidente, pero se olvidan o minimizan las impresionantes culturas mesoamericanas, que florecieron antes de la llegada de los españoles. Estos pueblos, de una cultura refinada, tenían un sentido muy claro sobre el derecho y las normas de conducta que regulaban sus relaciones entre los diferentes conglomerados humanos.

el derecho internacional que predominaba en el México independiente, en el siglo XIX, dominado por tratados internacionales que en forma dolorosa iban configurando las fronteras estatales y el derecho internacional que se aplicaba a la joven nación mexicana sumergida en un entorno internacional bastante hostil agravado por una incapacidad de gobierno y de administración del Estado mexicano. México es mutilado para agrandar el territorio de la llamada “súper potencia” del siglo XXI. la anexión de Texas a Estados Unidos, la guerra contra México.

Antecedentes históricos de Derecho Internacional en México.

El análisis del derecho internacional en nuestro país se puede hacer desde la perspectiva del derecho existente en la época y que le era aplicable a la inexperta nación, sobre todo las instituciones referentes a responsabilidad internacional, reconocimiento, guerra, límites. Además, no olvidemos que el México contemporáneo, logra su independencia por medio de un tratado internacional. Precisamente el tratado de Córdoba firmado por el virrey Juan O’Donojú, que en esencia ratificaba el Plan de Iguala, es la base legal de la vida independiente de México. Al adquirir su independencia, México era, con más de cuatro millones de kilómetros cuadrados, el país más grande de la América Hispana y el segundo de todas las Américas, sólo menor que Brasil. De ahí que es muy útil estudiar los diferentes tratados internacionales celebrados entre el joven país independiente y sus vecinos fronterizos, precisamente para delimitar sus fronteras. En ese sentido es importante analizar toda la práctica política de nuestro país para lograr el reconocimiento de su gobierno y cómo el reconocimiento tenía efectos jurídicos vinculatorios ya que a través de él podía dar vida a un Estado.

También es digna de observación, desde la perspectiva del derecho internacional, la gran tragedia nacional de la mutilación del territorio nacional que empieza en el año de 1821 cuando se faculta a Moisés Austin para colonizar con trescientas familias no mexicanas una parte de Texas, lo cual fue el caballo de Troya anglosajón para después, en el año de 1836, lograr su independencia de México y posteriormente, en el año de 1845, cerrar el primer capítulo de desmembramiento del territorio mexicano, cuando el Congreso de Estados Unidos admite a Texas como parte de la Unión Americana. En realidad, imbuidos del destino manifiesto, los estadounidenses ya habían iniciado su expansión hacia el sur con el territorio logrado a través del tratado celebrado con España, Onis-Adams de 1819 en la que este país cedía el rico territorio de las Floridas a favor del país norteño.

México, país sin experiencia en gobernarse, con políticos de caricatura y con un territorio rico y privilegiado, era un manjar apetecible para las potencias del momento, que buscaban sólo pretextos para poner un pie en territorio nacional con ánimo de dominio como la intervención francesa de 1838 cuando el gobierno francés mandó a México una fuerza naval que se apoderó de Veracruz a fin de cobrarse las cuentas de un pastelero al que el gobierno de Bustamante sí accedía a pagarle.

Después viene la guerra estadounidense en contra de México. Esa guerra tan cobardemente preparada por los vecinos norteños, se ha tratado en excelentes trabajos históricos, aunque necesita todavía un análisis jurídico situado en el momento histórico y con la normatividad del momento como marco. De ahí la necesidad del estudio del tratado de Guadalupe Hidalgo del 2 de febrero de 1848. Más tarde la venta de La Mesilla por el nefasto Antonio López de Santa Anna es un objeto bastante atractivo de estudio de derecho internacional.

Otro hito en la historia del desastre nacional es la Convención de Londres de 1861 entre Inglaterra, España y Francia mediante la cual, ante la decisión del gobierno de Juárez de suspender el pago de la deuda externa y de sus intereses, decidieron estas potencias intervenir en México. Como sabemos la negociación con los gobiernos de Inglaterra y España, con los Tratados de La Soledad dejó sola a Francia, la que realizó una cruenta guerra de intervención contra México y más tarde Napoleón III ofreció el gobierno a Maximiliano de Habsburgo. Tanto el derecho convencional como consuetudinario del momento pueden dar una evaluación de la legalidad de tales actos en los que nuestro país se vio inmerso en ese oscuro, para nuestro país, siglo XIX, ya que sufrió la experiencia grave de una serie de intervenciones que convirtieron a México en una especie de Vietnam del siglo XIX.

En la década de los años setenta, el activismo en asuntos internacionales del presidente Luis Echeverría quien

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