Derecho Penal
adita8921 de Mayo de 2012
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El Gobierno de Porfirio Díaz es uno de los acontecimientos más importantes de la historia mexicana. Se ha dicho que el país gozó de estabilidad y una gran prosperidad económica. En este trabajo se hará un análisis crítico para determinar si en esta época realmente se presentó un verdadero desarrollo económico, político y social. Para ello, se abordará el concepto de Estado y cuál debería ser su función social, así como las características particulares del Estado Liberal Oligárquico de Díaz, bajo el modelo de producción capitalista y sus consecuencias sociales hasta el día de hoy.
Definición del concepto Estado y su función en la sociedad.
Mucho se ha hablado sobre la necesidad del hombre de vivir en sociedad. Según Platón la sociedad surge como un efecto natural de las necesidades humanas, que para ser cubiertas se requiere de la división del trabajo[1]. De acuerdo al pensamiento platónico, el hombre es por naturaleza un ser social, sólo dentro de una sociedad puede desarrollarse plenamente, en este sentido podría decirse que dado que el ser humano debe naturalmente pertenecer a una sociedad, las sociedades deberían fundamentar sus principios, leyes y normas en la propia naturaleza humana para que de esta manera se encuentre en posibilidades de alcanzar el despliegue de todas su potencialidades y ser feliz, ya que siguiendo a Aristóteles, éste es el último fin del hombre.[2]
Encontrar la mejor forma de organización social, así como sus fundamentos ha sido motivo de discusión para los pensadores de todos los tiempos. A pesar de que a la fecha no ha sido posible encontrar una respuesta universal al respecto, todos los pensadores han coincidido en que para el funcionamiento de toda organización social es necesario establecer acuerdos, normas de conducta que eviten el caos y el anarquismo dentro de la organización social que volvería imposible la convivencia. Sin embargo, pese a que este hecho ha sido aceptado por las todos los grupos de individuos, determinar cuáles serán esos lineamientos no ha corrido la misma suerte, ya que lo que ha sido valido para uno en un tiempo o espacio determinados no lo es para otros.
Según Aristóteles la legislación debe fundamentarse en la justicia y para él “lo justo natural es lo que tiene en todas partes la misma eficacia”[3]. De la misma manera Cicerón pensaba que el consenso de todos los pueblos debería considerarse ley de la naturaleza.[4] Durante mucho tiempo se pensó que la legislación social debería fundamentase en lo que la mayoría determinara como justo. Sin embargo, contraria a esta postura existe la filosofía del derecho natural que establece que las leyes deben atender a la naturaleza humana, que pueden ser develados a través de la razón. Locke uno de los principales exponentes de la corriente iusnaturalista consideró que para establecer las reglas antes era necesario comprender cuáles son las pasiones de la humanidad, sus necesidades, las condiciones objetivas de su existencia así como los fines que persigue. Es decir, la legislación debe ir acorde con el ser del hombre. Desde esta perspectiva existe una unión prácticamente indisoluble entre el ser humano y el derecho.
Algunos autores han definido con el nombre de Estado al conjunto de individuos, de seres humanos, que hacen vida en común sobre un fragmento limitado de corteza terrestre.[5] Definir el concepto de Estado es difícil, al hacerlo se corre el riesgo de reducirlo, esto es debido a la cantidad de doctrinas que han abordado la problemática en torno al concepto, sin embargo, en lo que la mayoría de autores han coincidido es que en éste se constituye por tres elementos principales: territorio, población y gobierno.[6] El elemento territorio se refiere a la superficie terrestre, delimitada artificialmente donde vive el grupo de personas que se encuentran sometidas a un régimen jurídico. La población se refiere a los seres humanos a las personas, sin las cuales no tendría sentido ningún organismo estatal, pues la función de éste, en palabras de Rousseau es procurar el bien de la comunidad, es decir, de las personas y por último el elemento gobierno, siguiendo al mismo autor, es el cuerpo intermedio distinto del soberano y del pueblo encargado de ejecutar las leyes. De acuerdo con el pensador en cuestión, toda organización social debe vivir bajo normas y asegurando que exista alguien que vele por el cumplimiento de estas leyes. Según él la libertad es un valor intrínseco al ser humano, entendiendo ésta como la posibilidad de elegir y auto- determinarse, lo que de entrada parece contraponerse a la idea de ser sometido y aceptar ser determinado de manera extrínseca, sin embargo, Rousseau en su obra el contrato social, concilia estas dos posturas, al decir que si bien todos los hombres son libres e iguales, para estar en sociedad necesitan renunciar a su libertad natural para disfrutar de una libertad civil, ya que sólo de esta manera es posible garantizar la igualdad y el bienestar social. Siguiendo el pensamiento roussoniano la función fundamental del estado debe ser velar por el bien de la comunidad, basando la legislación en la justicia y respetando la naturaleza humana. A pesar de que su filosofía ha sido uno de los pilares fundamentales de la democracia y de toda la filosofía política, otros autores han estado en total desacuerdo, de hecho han encontrado que el estado es un aparato opresor cuyo principal propósito es garantizar el dominio de la clase burguesa. Marx dice que en toda organización social existe una lucha de clases y mediante la ideología que es trasmitida a los individuos a través de las instituciones creadoras de sentido como la escuela, la iglesia, los medios de comunicación, la cultura. La clase opresora (burgueses) se asegura de seguir oprimiendo a la clase subordinada ( trabajadores), que son las principal fuente de la riqueza.[7] La crírtica de Marx va dirigida al estado capitalista, sistema político predominante en la actualidad.
El Capitalismo y Estado Liberal Oligárquico Mexicano.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, México vivió uno de los momentos más importantes de su historia política, económica y social. Durante este tiempo se consolidó el proceso de desarrollo del capitalismo,
Para Marx, que no utilizó el término, sino expresiones como modo de producción capitatisia o acumulación capitalista, el capitalismo se caracteriza por la producción mecanizada, la propiedad privada de los medios de producción y la creación de una plusvalía (generada por los trabajadores, pero de la que se apropian los propietarios de los medios de producción); su formación se encuentra en La gradual separación de los trabajadores de la propiedad de los medios de producción, iniciada en el siglo XVI y culminada con la generalización del trabajo de fábrica.[8]
Tras la caída de la dominación española, el caciquismo, el caudillismo y la extensión de las pautas oligárquicas, fueron expresiones sociales que obtuvieron la dominación política del país. Por ello, el primer momento de la vida independiente de México, conocido comúnmente con el nombre de “periodo de anarquía”, contemplaba un Estado nacional que lo era sólo formalmente, pues carecía de control efectivo sobre la población y el territorio” [9]. A este periodo político se le denomina, Estado Liberal Oligárquico, (1867-1914) forma de gobierno que se caracterizó por “una contradicción interna. Se trata de una combinación eficiente de dos tendencias encadenadas, aunque encontradas. Por un lado, en el plano de las relaciones jurídico-políticas, es liberal. (…) Por otro lado, en el plano de las prácticas políticas imperantes, es oligárquico.”[10] Es decir, existía el predominio de estructuras sociales y políticas con matices estamentales y raciales. Por ello, no existían los partidos políticos, predominaban las formas de liderazgo político como el caciquismo y el caudillismo y era común la explotación de los trabajadores, de maneras no propiamente capitalistas, sin embargo, el estado liberal oligárquico, se concibe como capitalista porque con la separación entre la sociedad y el Estado, se expresa cierta autonomía, por otro lado, se presentó un ataque a las corporaciones y se abrió la economía, también en este tiempo se dio la organización de la hacienda pública, se creó un ejército y una burocracia. Sin embargo, las libertades del liberalismo fundamentadas en la democracia fueron ejercidas únicamente por algunos cuantos y con el paso del tiempo el grupo se redujo aún más, provocando que el Estado fuera cada vez más autoritario. El modo de producción era capitalista. En estas condiciones las ideas del liberalismo jacobino de Juárez fueron remplazadas por las ideas positivistas, promotoras del capitalismo. Bajo el marco capitalista las dos principales clases sociales eran la burguesía y el proletariado quienes formaban el grueso de la población. La burguesía se encontraba dividida principalmente en dos grupos, por un lado estaban los inversionistas extranjeros que habían llegado con la apertura de la economía y la construcción de vías férreas que abrieron las puertas al imperialismo y por otro lado, estaban los terratenientes que poseían vestigios patrimoniales (hacendados tradicionales) o los que se beneficiaron de las reformas agrarias y los privilegios políticos para adquirir sus propiedades, que en la mayoría de los casos habían sido confiscadas a la iglesia.( hacendados modernos). Inicialmente no se presentaron conflictos entre los grupos que formaban el bloque de poder. Sin embargo, con el
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