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ENFRENTAMIENTO ENTRE POLICÍAS Y NATIVOS EN EL LOTE 95


Enviado por   •  17 de Enero de 2021  •  Exámen  •  1.478 Palabras (6 Páginas)  •  89 Visitas

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“EXAMEN FINAL”

  Integrantes:

  1. Espinoza Cortés, Malú
  2. Pareja Rado, Betsy Fiorela
  3. Asto Ito, Maximo Alfredo
  4. Hinostroza Barrios, Rigoberto James

Docente:

Haidy Criss Villaroel Torres

Curso:

Ciudadanía y reflexión ética

Lima, Perú 2020

ENFRENTAMIENTO ENTRE POLICÍAS Y NATIVOS EN EL LOTE 95

Según la emisora RPP Noticias, en el 2020, Apu Lizardo presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) afirmó que la empresa petrolera PetroTal extrae recursos del suelo de la región Loreto por más de 50 años en un territorio denominado “Lote 95”. También, enfatizo que, a pesar de las ingentes ganancias de la industria, el canon que este otorga mantiene en la pobreza a varias comunidades indígenas. Además, Apu menciona que la llegada del coronavirus vulnera aún más la situación de las comunidades. Por eso, diversas comunidades indígenas de dicha región se organizaron para protestar pacíficamente alrededor de PetroTal.  Sin embargo, al finalizar esta manifestación fallecieron 3 indígenas y varios policías quedaron heridos. Por ello, se generan las siguientes controversias ¿Se respetó la condición de ciudadanos de los nativos?, ¿Crees que, con este conflicto, el Estado ha protegido los intereses de los nativos frente a las acciones emprendidas por la empresa? y ¿Crees que estas comunidades nativas son reconocidas por el Estado? Desde nuestro punto de vista creemos que se ha mantenido en absoluto abandono a nuestros hermanos nativos. A continuación, se sustentará nuestra postura con tres argumentos.

En primer lugar, no se respeta la condición de ciudadanos hacia los nativos, ya que por parte del Estado y PetroTal no se aceptan los diversos códigos morales que existen y tienen diversas personas para que no se genere ningún tipo de conflicto en el futuro.

       Ser ciudadano y ciudadana significa, más allá de las prácticas concretas, tener, por un lado, el derecho de reclamar y por lo tanto salir del plano subordinado. Por el otro, ejercer una “práctica conflictiva vinculada al poder, que refleja las luchas acerca de quiénes podrían decir qué en el proceso de definir cuáles son los problemas sociales comunes y cómo serán abordados.” (Van Gunsteren, en: Jelin, Igualdad y diferencia, p. 194). Por ejemplo, los nativos al ver que las cantidades de horas que se le brindaba el agua como luz no eran suficientes fueron en forma pacífica a pedir que se les aumente esas horas, lo cual los efectivos que resguardaban la planta petrolera en un momento no dado perdieron el control y empezó la balacera. Los nativos que exigen aquella protesta solo deseaban justicia social. Este hecho crucial que se dio no sólo transformó el panorama de los policías y Petro Tal que los podríamos llamar actores sociales, sino que incluyó en el debate público la centralidad de la importancia en la vida de las personas.

Posteriormente, sabemos que en él Perú se arrastran estereotipos, prejuicios y representaciones racistas que están profundamente arraigados, debemos hacer un esfuerzo para evitarlos.

      Se trata, entonces, de demandas de reconocimiento que entrelazan de manera compleja las nociones de pertenencia, igualdad y diferencia (Fraser 1997). De esa manera, ocurre que nuestros hermanos nativos buscan ser reconocidos por sus derechos, al mismo tiempo poseedores de estas tierras que durante años les pertenece, pero que por su riqueza y conveniencia el Estado la tomó. El reconocimiento que se les debe dar debe establecer respeto y valoración. Lo cual no se ve tratándolos no como personas sino como seres irracionales, pero no se dan cuenta que son iguales a nosotros.

En segundo lugar, creemos que el Estado no resguarda el interés de las comunidades nativas frente a las acciones de la empresa PetroTal, porque descarta su apoyo a la exigencia de dichas comunidades. Por un lado, según el libro “El Estado de derecho en la construcción de la ciudadanía” de Gisela Rivas y Gustavo Zambrano, menciona que un país es considerado como Estado de derecho cuando exige el respeto de los derechos fundamentales. Por ejemplo, en el artículo 1° de la actual Constitución Política del Perú recalca que el fin supremo del Estado es la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad. Teóricamente, Perú parece ser es un Estado de derecho que respalda el bienestar de sus ciudadanos. Sin embargo, de acuerdo con el diario Redacción Lamula, varias personas se reunieron afuera de la industria para reclamar la falta de servicios de agua y luz. Además, las comunidades aldeanas exigían el cese de las actividades de dicho local, pues consideran que estas labores empeoran la situación del covid-19 en la región. En otras palabras, las normas jurídicas del Perú aluden a un país con Estado de derecho, pero como hemos evidenciado a través de los medios de comunicación se espera que ocurran decesos humanos en una protesta para que las autoridades consideren la petición de un conjunto de comunidades nativas. Por otro lado, el texto “Una crítica al ideal contemporáneo de democracia” enfatiza que la democracia en las sociedades actuales se inclina hacia lo que el pueblo considera justo. Es decir, las decisiones del gobierno son las que exige la mayoría de ciudadanos. Por el contrario, el Ministerio del Interior en lugar de apoyar a las comunidades nativas, emitió un comunicado en el que culpabilizaba a los pobladores indígenas de iniciar los actos violentos durante la manifestación. A raíz de la problemática, la empresa PetroTal decidió detener sus actividades.

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