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ETAPAS Y RASGOS DEFINIDORES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN ESPAÑOLA


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2019  •  Apuntes  •  3.162 Palabras (13 Páginas)  •  185 Visitas

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TEMA 1: ETAPAS Y RASGOS DEFINIDORES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN ESPAÑOLA

ÍNDICE

1-. Introducción

2-. Perspectiva histórica comparada

3-. Principales etapas

4-. Rasgos fundamentales del crecimiento de la economía española en el siglo XIX

5-. Rasgos fundamentales del crecimiento de la economía española en el siglo XX

1-. INTRODUCCIÓN

España, al igual que otras economías europeas, ha experimentado un intenso crecimiento económico, durante los dos últimos siglos.

Ese proceso se caracteriza, en primer lugar, por un aumento de la renta real per cápita y, en segundo lugar, por un cambio en la base económica, que se caracteriza por la progresiva pérdida de importancia de la agricultura frente a la industria y los servicios.

Junto con estas dos transformaciones principales en la economía española, también se han producido otros cambios relevantes:

  1. El pleno reconocimiento de la propiedad privada
  2. La mayor relevancia o protagonismo del mercado como institución a la hora de asignar los bienes y servicios y los factores productivos.

El origen de este proceso de cambio a nivel europeo se sitúa en la Revolución Industrial que se define como aquel conjunto de innovaciones mecánicas y de organización de la producción que unidas a otras innovaciones de tipo social e institucional favorece la ampliación de la capacidad productiva.

Es característico de la Revolución Industrial la incorporación de máquinas en el proceso productivo, sobre todo en los dos sectores que lideraron el proceso de Revolución Industrial (textil y siderometalúrgico).

También, es característico el sistema de producción en serie como innovaciones organizacionales, así como lo es también, el empleo asalariado, los hombres y mujeres en fábricas o la aparición de las sociedades mercantiles.

La Revolución Industrial surge en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII y pronto se extendió a otros países europeos como Francia, Bélgica y Suiza que, junto con EEUU, forman el grupo de naciones denominadas Early Startes o First Comers.

En cambio, otros países se incorporaron más tarde a esta Revolución Industrial como el caso de Italia, España y Alemania. A estos países se les denominan Late Comers o Late Joiners.

No resulta sencillo determinar cuáles son los factores que determinan que en unos países hayan surgido antes que en otros este proceso de desarrollo industrial, aunque si podemos aventurar algunos rasgos que, presumiblemente, retrasaron el crecimiento económico español, tal y como veremos en los epígrafes siguientes.

2-. PERSPECTIVA HISTÓRICA COMPARADA DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO ESPAÑOL

Hasta hace relativamente poco no era sencillo estudiar la evolución del crecimiento económico en los diferentes países debido a la ausencia de series históricas de datos lo suficientemente largas.

Sin embargo, recientemente se han construido series a partir de las cuáles ha sido posible analizar de forma comparada el crecimiento económico.

El indicador habitualmente utilizado para comparar ha sido la renta real per cápita

[pic 1]

Este gráfico que nos permite extraer una serie de rasgos característicos respecto del crecimiento económico español en los dos últimos siglos.

  1. Persistente retraso relativo de la economía española respecto de la Europa más “avanzada”

Se observa que España ha tenido siempre un persistente retraso relativo o económico respecto de los tres países que lideraron el proceso de industrialización en Europa.

Así, por ejemplo, hasta 1960 la renta per cápita española siempre ha sido inferior a la mitad de la renta per cápita inglesa. Es más, se observa incluso que nuestra renta per cápita ha estado siempre o casi siempre por debajo de la renta per cápita italiana, que es otro país meridional como nosotros, y sólo a principios del siglo XX ha empezado a recortar diferencias.

Si tomamos como referencia la renta per cápita media de los países que integran la UE 15 podemos señalar que, a principios del siglo XXI, existía todavía una brecha de 10 puntos porcentuales con la media española.

Teniendo esto en cuenta, podemos afirmar que la convergencia real de España con Europa se ha producido de forma tardía y aún hay es incompleta.

Es cierto que el intenso crecimiento experimentado por la economía española durante los años previos a la crisis permitió a nuestro país recortar importantes diferencias respecto la media europea, pero la recesión económica sufrida tras la crisis hizo aumentar nuevamente la brecha.

  1. Evolución similar a la de otros países periféricos (Grecia, Portugal e Italia):

A pesar de que existen diferencias y rasgos particulares en el crecimiento experimentado por estos países periféricos, se observa que la evolución temporal de su respectiva renta per cápita sigue una tendencia muy similar. Esto permite hablar de la existencia de una vertiente mediterránea del proceso de industrialización, concretamente se observan tres rasgos comunes:

  • Estos cuatro países poseen una renta inferior a la media de los países más avanzados
  • A estos cuatro países mediterráneos les ha costado y les sigue costando recortar diferencias respecto a estos países líderes.
  • Estos cuatro países reciben un gran impulso a su crecimiento tras la 2ª Guerra Mundial.

Dentro de los factores que pueden explicar ese crecimiento más lento de las economías mediterráneas europeas durante el siglo XIX podemos mencionar que en todas ellas había una desigualdad de la distribución de la propiedad de la tierra, utilizaban técnicas de productividad más ineficiente, inadecuada organización financiera de esta, falta de tradición y vocación empresarial en determinadas regiones de estos países, menor inversión en capital físico, tecnológico y humano.

A finales del siglo XIX, la tasa de analfabetización española era el doble de la de Francia y Bélgica.

En cambio, con la 2ª Guerra Mundial, estos cuatro países mediterráneos experimentan un notable crecimiento en comparación con otros países europeos. Dicho impulso puede ser explicado por los cuatro países tuvieron una similar capacidad para aprovechar los impulsos al crecimiento procedentes del exterior.

Esos impulsos al crecimiento fueron tres:

  • Entrada de flujos comerciales, tecnología y capital procedentes del exterior
  • En estos cuatro países se produjeron corrientes masivas de emigración hacia los mercados de trabajo centro-europeos con la correspondiente entrada de remesas en los países de origen
  • Los cuatro países se convirtieron en importantes centros receptores de turismo procedentes de esos mismos países centro-europeos.

  1. A pesar de la brecha, la trayectoria española es similar a la de la Europa más “avanzada”.

A pesar de que España siempre ha mantenido un retraso en su crecimiento esperado con respecto de Europa, lo cierto es que la trayectoria evolutiva de su renta per cápita puede ser calificada como una trayectoria plenamente europea.

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