Educación para la democracia y la participación ciudadana

Educación para la democracia y la participación ciudadana

Ensayo

La educación de los adultos en un tema que en los últimos años ha cobrado importancia en los diferentes sectores de la población de nuestro país, en vista de que en la actualidad existe un amplio número de personas adultas que requieren no solo existir sino vivir a conciencia su plenitud de vida en los últimos años que restan, es por ello, la preocupación de las entidades gubernamentales, que ha generado que se crearan y abrieran espacios para brindar a los jóvenes y adultos una alternativa de educación, para propiciar en ellos, una mayor participación ciudadana, conocimiento de su entorno y participar en los asuntos relacionados con las situaciones de la política actual.

        En lo que se refiere a educación, entendemos que significa formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen; también educar se refiere a la formación de valores que pueden darse en cursos de educación para adultos; el cual tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia.

Por consiguiente, desde mi punto de vista, hablar de educación para la democracia y la participación ciudadana es referirse a que la educación no solo debe basarse en contenidos académicos, sino formar a los ciudadanos a una concientización de su papel protagónico que deben ejercer en la sociedad, participando activamente en las decisiones importantes que se toman en este país, de una manera inteligente e informada a través de la educación.

Esta educación para la participación ciudadana y la democracia participan diferentes entes de la población como las llamadas organizaciones no gubernamentales las cuales participan apoyando y asesorando grupos de la población formados para propósitos comunes, de acuerdo a Elena Tapia quien en su obra literaria “Educación para la democracia y la participación ciudadana” dice lo siguiente: “La participación ciudadana y la democracia no son algo que se puedan ni se deban decretar, aun cuando quienes las impulsen estén convencidos de su importancia como garantía de la transformación del país (…) tras largos años de búsqueda cuestionamiento, estudio y convivencia colectiva”. (TAPIA Elena P.54)

A todo esto, se entiende que es necesaria la participación de las personas del pueblo o del vulgo para formarlos, educarlos para participar en la vida democrática del país, nuevamente cito a Elena Tapia en su obra: “Educación para la democracia y la participación ciudadana”; hablando de la democracia dice lo siguiente: “La democracia (…) no sólo se puede vivir en el Congreso de la Unión y las cámaras, los partidos, las organizaciones políticas civiles y sociales, sino también en la calle, en las escuelas, en la casa y en nuestras relaciones humanas”. (TAPIA, Elena P.54)

Por lo tanto, hablar de democracia es hablar de participación de los ciudadanos, así como de la necesidad de educar al pueblo cabe, pues, recordar respetuosamente al insigne estadista argentino, Domingo Faustino Sarmiento, cuando dijo que si el pueblo es el soberano, habría que educar al soberano, el cual es la gente común, la gente del pueblo; el haciendo referencia a los ciudadanos del pueblo como participantes en la vida democrática de la nación que al fin y al cabo la palabra democracia se refiere a gobierno del pueblo.

Desafortunadamente, la nación mexicana no ha visto los albores de una verdadera democracia en vista que los gobiernos que han transitado en el poder han ejercido una forma de gobierno autoritario bajo la figura escrita pero no ejercida de una democracia real, de los cuales las masas solo han servido como forma de clientelismo partidario, pero no teniendo verdadera participación ciudadana como es deseable para tener verdaderamente la práctica de la democracia auténtica.

Por supuesto que, es posible navegar en esta utopía de ver alcanzado y logrado la práctica de una verdadera, auténtica, real y verdadera democracia a través de la educación y con la contribución de la sociedad civil por el intermedio y la intervención de las organizaciones no gubernamentales como lo expresa de nuevo Elena Tapia, quien dice lo siguiente: “Un componente esencial de la educación en general es aquella dirigida a la población adulta es aprender, conocer y vivenciar lo que es la democracia, en donde el principio básico es el respeto a las diferencias”. (TAPIA, Elena P. 55)  

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