Educación inclusiva o educación sin exclusiones

EDUCACIÓN INCLUSIVA O EDUCACIÓN SIN EXCLUSIONES

• GERARDO ECHEITA SARRIONANDÍA
• MARTA SANDOVAL

        La obra habla, desde un comienzo, sobre un enfoque global de lo que son las inclusiones y exclusiones entorno al mundo entero. Se sabe que existen diversos tipos de diversidad tanto laboral, social y desde luego educativa. Precisamente por esto se sabe que existe gran cantidad de desigualdad y en gran porcentaje existe exclusión social ante las personas con capacidades diferentes. Sinceramente coincido con la exposición del autor ya que vivimos en una sociedad estable y sin disposición al cambio. El campo educativo no se salva de esta situación, debido la educación puede ser un factor de cohesión social si procura transformar la diversidad en un factor positivo de entendimiento mutuo entre los individuos y los grupos humanos y al mismo tiempo evita ser un factor de exclusión social y escolar.

A lo largo de la historia la educación ha cometido diversos errores en cuestión a la diversidad, la adopta desde una postura optimista, sabiendo que en la realidad no es cien por ciento así.

Sabemos que en muchas ocasiones en la escuela no se atienden las necesidades de los niños y esto conlleva al “fracaso escolar”, pero no nos damos cuenta que no es cuestión que una vez más, sean los alumnos quienes deban adaptarse al centro, sino que debemos aspirar a que sean los centros y, quizá hasta más allá, más importante aún, el sistema educativo en su conjunto.

La educación inclusiva es una proclamación desenfadada, una invitación pública y política a la celebración de la diferencia. Para ello se requiere un continuo interés que permita promover una cultura educativa inclusiva. Que siendo sinceros, considerando el contexto en el que estamos, en nuestro país, y los factores que no envuelven en la actualidad (factores políticos, económicos, sociales etc.) esta idea del autor es un tanto futurista más no imposible, ya que existe una cultura que nos prohíbe seguir progresando.

El autor nos la su definición de inclusión como: “El proceso de aumentar la participación de los alumnos en el currículo en las comunidades escolares y en la cultura, a la vez que se reduce, su exclusión en los mismos”. Esta definición nos hace prestar atención al hecho, en primer lugar, de que la inclusión o la exclusión no son situaciones definitivas, sino un proceso en el que ambos extremos, inclusión-exclusión, están en continua tensión, de forma que el avance hacia uno sólo se puede producir por la reducción significativa del otro.

La educación escolar puede y debe jugar un papel decisivo para que la nueva sociedad de la información en la que estamos viviendo no se configure también como una sociedad de desigualdad, de guerra y de exclusión.

Sabemos que el rol que nos pertenece es el de mediadores pero aun así, desde una posición de observadores no se puede realizar gran cosa, por eso la misma sociedad nos exige que se debe adoptar una postura participativa y proactiva en esta situación que hoy en día afecta mucho a nuestro país y que mejor forma para disminuirlo que desde la educación.

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