El Arte Del Buen Maestro

“EL ARTE DEL BUEN MAESTRO” (Emilio Tenti)

El libro de tenti trata sobre las cualidades que se tuvieran en tiempos anteriores para poder calificar a una persona como un “buen maestro”, existen dos tipos de maestros, los que se hacen y los que nacen, lo que me llamó mucho la atención son los llamados maestros empíricos.

Antes los maestros salían adelante día a día con su con su propio conocimiento, sin la necesidad de ocupar una planeación o algo externo, sólo era él, sus alumnos y su conocimiento ganado en base a la experiencia, ya con el paso del tiempo se empezaron a pedir los títulos a los maestros empíricos, y de ahí se formaron los maestros pedagógicos, pues necesitaban una prueba de sus estudios como docentes para poder laborar como se requería.

Mi punto de vista seria que ambos maestros, tanto empíricos como pedagógicos se necesitan, ya que un maestro pedagógico necesita de la práctica que tiene un maestro empírico, y el maestro empírico necesita del conocimiento ganado que tiene el pedagógico. Esta es una manera en donde ambos maestros deben de combinarse para poder ser un buen maestro y llevar a sus alumnos por el camino del bien paso por paso.

Las Cualidades Clásicas Vocación y Moral

Pude comprender que el termino Magisterio no se define como una profesión si no como una misión o sacerdocio, señala que a falta de vocación espontanea que es lo que siempre debería ser, buena es la vocación adquirida mediante la reflexión y el esfuerzo de la voluntad, explica que más que nada ser maestro tiene que ser por vocación natural y no la artificial (que es la que se obtiene por el resultado de un esfuerzo analítico y de una disciplina en particular). No se trata de escoger al Magisterio entre otros oficios, tenerla como segunda opción porque ya no sería estar aquí por vocación natural, la haríamos una vocación artificial. En un proyecto político-ideológico hacía que el maestro solo fuera alguien que solo transmitiera conocimientos, pensamientos y habilidades, por esta razón el maestro era definido como prototipo del hombre ideal y no era vocación natural, no se formaba al alumno como persona, fue por eso que se integro a la mujer como docente, porque ella se fijaban en los aspectos morales, materiales del niño, era apta para este oficio, tenían una vocación más natural que de un hombre que solo escogía el magisterio por trabajar. Para este entonces ya se buscaba educar y enseñar.

Nos indica las características tanto morales y físicos que cada maestro debe tener, los morales son; entusiasmo, paciencia, perseverancia, dulzura, ternura, afabilidad, prudencia, honestidad, desinterés, vida sin tacha, firmeza de carácter, caballerosidad, entrega y temperancia. Y las físicas en las que resaltan: tener un buen porte y buenos modales, este aspecto de características físicas

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