El Imperialismo

EL IMPERIALISMO

Casi siempre, cuando escuchamos la palabra “imperio”, o cualquiera parecida, a muchos se les viene a la cabeza el imperio romano, español o británico, que colonizaron vastos territorios y los dominaron por largos períodos de tiempo. Podríamos hacer una lista de “imperios” o “imperialismos” en casi todos los lugares del mundo y en casi todas las épocas de la historia de la humanidad. Incluso, si se preguntara por la problemática del imperialismo, posiblemente alguien respondería que es un problema del pasado y que hoy en día se ven muy pocos casos, como son el de Puerto Rico y el de las islas Malvinas al sur de Argentina. Pero, el imperialismo actual, no es nada del pasado, por el contrario es un fenómeno moderno, actual y de mucha importancia, económica, política y social, que engloba al mundo entero y que constituye la forma más denigrante de dominación, explotación, robo y saqueo que nunca haya visto la humanidad.

Quién hizo la definición, quizás, la más precisa del imperialismo, fue sin lugar a duda, Lenin, en el preciso título de su obra sobre el tema: “El imperialismo, fase superior del capitalismo”.

Cuando surgió el capitalismo, hace más de cinco siglos, representó un progreso muy grande para la humanidad. La burguesía naciente era una clase revolucionaria, que se enfrentaba al viejo orden feudal, con un sistema económico muy ligado al campo, apegado a la tierra, basado en unas relaciones de servidumbre, atrasado y oscurantista, que no dejaba desarrollar la economía y por tal motivo el progreso del hombre.

Al triunfar la burguesía y llegar al poder, se abrió un camino a un nuevo sistema económico, basado en la libertad de los siervos (libertad para dejarse contratar en las fábricas de los burgueses, cosa que no podían hacer en un feudo), en la competencia entre los diferentes empresarios, en la libertad de empresa y en la propiedad privada sobre los medios de producción. Desde sus comienzos era un sistema económico de explotación, donde la burguesía tomaba el poder del estado para poder explotar al proletariado en su beneficio.

Aunque, comparado con el orden feudal, permitió un grandísimo desarrollo de la humanidad. A partir de la revolución industrial, la humanidad conoció un gran desarrollo de sus fuerzas productivas y de la ciencia, además de muchos descubrimientos, que hicieron que la humanidad en un tiempo relativamente corto, progresara, más de lo que lo había hecho en el resto de su existencia en el planeta.

Pero el capitalismo no se quedó estancado. Este evolucionó y sus alcances fueron apareciendo. El libre mercado y la libre competencia, que le daban una apariencia inofensiva y maravillosa, desaparecieron. El capital industrial cada vez se fue concentrando en menos manos. El capital de los bancos que siempre había sido un intermediario para los negocios de la burguesía, se alió directamente con el sector industrial y empezaron a prestarse entre sí, a financiar sólo a empresas que a ellos les convenía, empezaron a imponerle normas a otras empresas, o sea a dominarlas. Las empresas pequeñas y medianas se vieron ante una decisión crucial, o desaparecían por causa de la quiebra, producto la competencia totalmente desigual, o se aliaban a los poderosos grupos que surgían.

Así surgieron grandes compañías, cuyas ventas, por ejemplo, superaban ampliamente la cantidad de exportaciones que realizaban países poco desarrollados; gigantes poderosísimos que controlaban muchísimas empresas, imponiendo sus condiciones y hablando claro, con respecto a quien mandaba. El alcance de estas compañías llegaba, siempre, mucho más allá de las fronteras del país en el que tuvieron origen. En resumen, surgió el capital financiero y el mercado competitivo, se convirtió en monopolio.

El capitalismo se convirtió definitivamente en un sistema mundial y los capitales de las poderosas compañías empezaron a exportarse hacia todo el mundo, como quien exporta un carro, para llegar a otros países a explotar obreros, a imponer condiciones a los países a los cuales llegaban y quebrantar la soberanía, imponiendo pactos económicos, políticos y militares. Hasta el punto más remoto de la tierra se ha visto alcanzado por los brazos de los nuevos colonizadores, del nuevo sistema mundial.

Si se produce algún producto y se quiere vender, este tiene que adecuarse a las condiciones del capitalismo mundial, o sea del imperialismo. Si en el país se crea un proyecto para construir un sistema de acueducto, y este es financiado por un banco imperialista, entonces el banco impone todas las condiciones como: qué empresa imperialista aliada con el banco va a contratar

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