El Machismo hace que los hombres se crean Líderes

Hace unos días, había ido a la casa de mi prima Camila para visitarla ya que habían pasado meses de la última vez que nos habíamos visto. Al llegar, su casa estaba cerrada y nadie me atendía. Esperé unos minutos, hasta que la ví llegar. Se veía cansada y sucia pero feliz con una sonrisa de oreja a oreja. Le pregunté de donde venía y me respondió: “Vengo de entrenar, ¿no te dije que juego al fútbol? Para mi sorpresa, nunca había oído del fútbol femenino en la región, pensé que no se le daba demasiada importancia, pero me pareció interesante que un deporte que la sociedad lo considera “de hombres” sea practicado por las mujeres de la zona.

Una de las dificultades que confronta la sociedad es la visión extremista que adoptan hombres y mujeres tanto en su forma de pensar así como de actuar, con respecto a su interrelación con el sexo opuesto. Por un lado está la perspectiva machista del varón que buscando hacer preponderar su naturaleza, toma una actitud de rudeza y hasta diría contraria hacia la mujer. Habitualmente, el hombre trata de representar un perfil como el de aquel que tiene supremacía y autoridad sobre la mujer, que su palabra es ley tenga o no la razón, aunque en su interior muchas veces se vea preso de sus errores. “Los hombres no lloran” dice esta popular frase, pero lo que no se alcanza a entender es que el hombre posee emociones y sentimientos.

El machismo hace que los hombres se crean líderes ante las mujeres y a todo lo que no compruebe ser de machos. Esto los hace oponerse a cosas que no se consideren de hombres. Rechazan a los homosexuales, a nuevas ideas o pensamientos que piensan distinto a su masculinidad. Piensan que si acceden estas cosas demuestran debilidad, que está asociada con mujeres y no les gusta verse débiles porque piensan que los hace inferior.

En la antigüedad, las mujeres no eran valoradas a tal punto que los hombres decían que éstas eran la encarnación del mal. Nadie ni nada las protegía, no tenían educación, no podían trabajar. Decían que las mujeres tenían el papel de ser buenas esposas y reproductoras. Pese a que se ha avanzado sobre el machismo, todavía en la actualidad, la sociedad sigue imponiendo estereotipos.

Pero, ¿No somos todos iguales? Por lo visto no, o eso es lo que nos quieren mostrar. Las publicidades gráficas son un claro ejemplo de esta diferenciación de géneros. Por un lado, nos manifiestan a las mujeres, encargadas de los niños y de la limpieza del hogar. Por otro, el macho, que debe ser dominante, joven, casual y exitoso. ¿Únicamente las mujeres deben encargarse de los niños? No, tanto la maternidad como el cuidado de los niños no son responsabilidades individuales sino sociales y no son exclusivas de las mujeres. Por lo tanto, deben ser garantizadas por todos los miembros de la sociedad.

Sumado al machismo que existe en las publicidades, también

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