El Miedo Escenico

Resumen

Hablar en público puede ser una vocación o un reto que nos imponen las circunstancias en una habilidad importante pues permite destacarse, potenciar el autoestima e influir sobre otras personas. Sin embargo, el miedo a equivocarse y ser rechazado mejor conocido como el miedo escénico, es un enemigo a vencer para poder triunfar como un orador excelente.

Es difícil encontrar personas que no hayan sufrido episodios de miedo escénico. Esta experiencia de limitación que puede generar vergüenza, culpa, rabia y otros sentimientos desagradables, es conocida como la manifestación de temor aprendido más difundida en el mundo. Se comprende entonces que sea necesario comprender lo que nos sucede cuando se encuentra en una situación de hablar frente a otro, para descubrir convencer el estrés que típicamente tal situación nos produce.

Las causas del miedo escénico se han buscado en diferentes escenarios, que van desde traumas de vidas pasadas, configuración cerebral innata, patrones, traumas de la infancia y la adolescencia, aprendizaje por modelaje, exceso de perfeccionismo, sobreestimación de la opinión de los demás, etc. Cualquiera que sea la causa o grupos de causas, lo cierto es que estas imponen límites a nuestra operatividad, satisfacción, autonomía y determinación, y condicionan a padecer estados de tensión, parálisis o confusión claramente improductivos.

Para vencer al miedo escénico, se ha encontrado que el método más efectivo es la llamada terapia cognitivo- conductual, que combina un trabajo de cambio de creencias con aprendizaje de conductas efectivas. Algunos de los métodos combinados para superar el miedo escénico, son: afirmaciones verbales, visualizaciones guiadas, ensayo de conductas, relajación muscular, exposición forzada, refuerzos positivos, etc.

En cuanto a la disposición de la persona en este caso los estudiantes de la escuela de arquitectura es necesario que esta esté decidida a abordar el problema, con fuerza y determinación, sin contradicciones que bloqueen el proceso de superación emocional.

Introducción

El evento a desarrollar es el miedo de hablar en público, que puede ser un reto a circunstancias. Sin embargo, el miedo a equivocarse y ser rechazado es una forma de timidez que surge en presencia de grupos, es muy común al momento de presentar una exposición oral.

El miedo escénico es un proceso de ansiedad que sienten las personas que deben ponerse en pie para hablar ante un auditorio. Es una respuesta defensiva del organismo caracterizada por las distintas formas en los niveles cognitivos, fisiológicos y conductual.

Se debe comprender que el miedo escénico se derrota antes de pararse frente al público. Se tiene que aprender a prepararse adecuadamente para cualquier oportunidad que se tenga que hablar en público.

Planteamiento del problema

La vida está llena de debates que se adelantan oralmente en pequeños y a veces grandes grupos de personas. Para estos debates, la exposición tiene la función de proveer el argumento inicial. Sin embargo, la exposición oral y hablar en público es un desafío comunicativo muy diferente a la escritura esta es una situación que crea tensión y nervios productos del miedo escénico. En este caso nos enfocaremos en los estudiantes de la universidad Rafael Urdaneta de la escuela de arquitectura ya que algunos presentan una deficiencia a la hora de dar una exposición oral en público. En consecuencia el expositor no debe leer su exposición, eso no es exponer sino leer en voz alta. Igualmente, basar su exposición en textos aprendidos de memoria no es exponer sino recitar.

El miedo escénico comprende tres niveles; el nivel cognitivo, el nivel fisiológico y el nivel conductual. Se puede decir que en el nivel cognitivo existen; las fallas de memoria, expectativa de fracaso, exageración de errores, confusión de ideas, fallas de concentración, auto exigencia, temor al fracaso, temor al rechazo, temor al ridículo. El nivel fisiológico comprende; respiración acelerada, sudoración coplosa, urgencia urinaria, malestar estomacal, dolor de cabeza, sequedad en la boca, rubor facial, escalofríos, manos heladas, etc. Y por último el nivel conductual que comprende; posponer la acción, escape de la situación, acciones automáticas, rapidez al hablar, tartamudeo, bajo volumen de voz, uso de estimulantes, silencios frecuentes y pispileo de ojos.

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