El Periodismo Como Filosofía De Vida

Universidad José Vasconcelos

Géneros Periodísticos Opilativos

Ensayo

“Filosofía de Vida; la única manera de ser periodista.”

Alumno

Ismael García Rentería

Facilitador

Lic. Mario Alberto Contreras Salinas

Noviembre 2013

Introducción

“La única manera de ser periodista, es tener al periodismo como una filosofía de vida”.

Al decir filosofía de vida, halamos de la forma personal en que se percibe el mundo, la forma en que se define la existencia, el conocimiento, la moral y el leguaje.

Parafraseando a Katherine Evans es posible dar una interpretación a la afirmación que hace unos momentos plasmé, sin lugar a dudas no se puede ser un periodista si no se entiende el mundo con una filosofía de vida periodística (hablando claro, del buen periodismo, ya que es de él único que vale la pena hablar).

En la actualidad es interesante escuchar hablar a las personas sobre el periodismo. Desde estudiantes hasta profesionistas dialogan y debaten sobre la información que los periodistas hacen llegar hasta sus hogares.

La mayoría del tiempo es una serie de quejas y sugerencias de como los periodistas podrían hacer mejor su trabajo, y la verdad es que el trabajo actual de los periodistas deja mucho que desear, y hablo por aquellos que no viven con una filosofía periodística que son lamentablemente la gran mayoría.

Y a raíz de ésta problemática (la crisis informativa en México) surge la hipótesis que propongo “Filosofía de Vida; la única manera de ser periodista” postulando que el periodismo que se ejerce en el país es en muchas formas debido a la falta de compromiso por párate de quienes lo ejercen, proponiendo una solución y una explicación a como en verdad la única forma de hacer buen periodismo, es teniéndolo como una filosofía de vida.

Desarrollo

Comenzaremos éste ensayo por establecer que existen dos tipos de periodismo, el buen y el mal periodismo, captaremos las cualidades del buen y el mal periodista, la verdad es que son fáciles de diferenciar, parafraseando a Kapuscinski, en el buen periodismo, además de la descripción de un acontecimiento, se tiene también la explicación del porque ha sucedido, en cambio en el mal periodismo, encontramos solo la descripción sin ninguna referencia al contexto histórico.

En el mal periodismo encontramos solamente una descripción, debido a muchas razones posibles; comodidad, facilidad, incluso un argumento más sólido podría ser la crisis de comunicación que comentaba hace un momento en la que está sumergido el estado mexicano, debido a la venta de información ofertada por las grandes cadenas del país que han dejado de ofrecer información y han optado por competir con las demás cadenas.

Posiblemente el principal problema está en limitarnos a no decir la verdad, de un tiempo hacia acá, se ha descubierto que los medios de comunicación son una forma muy efectiva de conducir un pueblo. El ciudadano medio, que trabaja, vuelve a casa cansado y quiere tan solo estar un rato con su familia, recibe únicamente lo que llega a esos cinco minutos de telediario. Los temas principales que dan vida a las <<noticias del día>> deciden qué pensamos del mundo y cómo lo pensamos.

El problema con los medios de comunicación es que, son tan grandes, influyentes e importantes que han empezado a construir un mundo propio. Un mundo que tiene poco que ver con la realidad. No reflejan la realidad del mundo, ni siquiera están poco interesados en hacerlo, sino en competir entre ellos.

Una cadena televisiva no puede permitirse carecer de la noticia que tiene la competencia. Y es así como poco a poco se acaba observando no la vida real, sino a la competencia.

Hoy en día, los medios de comunicación se mueven en manadas, todos hacia el mismo lugar, cubriendo las mismas noticias, como una parvada de palomas sin un interés propio definido, más que no ser sacado de la jugada, no ser desplazado de la nota que todo el mundo debe ver. Porque el objetivo de los grandes grupos de comunicación no es el de ofrecer una imagen del mundo, sino el de no ser opacados por otros grupos.

De ahí surge el mal periodismo, de velar por los intereses de una gran compañía comunicativa, de limitarse a buscar solo lo que te han pedido encontrar, de no tener un juicio personal, de no encarar y defender el principio de un periodista, que es describir la historia en el momento mismo de su desarrollo.

El periodista se ve sometido a muchas y distintas presiones para que escriba lo que su jefe quiere que escriba. Es sin duda una lucha constante entre los ideales y voluntades del periodista y lo que sus jefes obligan a hacer. En nuestro país por ejemplo podría a atreverme a declarar que existe la censura.

Sin embargo es en éste momento cuando el buen periodismo lucha para evitarlo y para escribir, él lo posible, todo lo que pretende escribir, a pesar de todo.

El periodismo es un estilo de vida, una manera de existir. Así como el mochilero decide recorrer el mundo de las maneras más inverosímiles, o el médico decide que curar enfermos es la tarea esencial para la cual vino a la tierra, el periodista asume que su deber filosófico es contar la realidad de la manera más fidedigna posible y dar a su trabajo un irrenunciable sentido de servicio a la comunidad.

Pero…¿Cómo es ese estilo de vida? Es posible que alguien se ajuste a ésta manera de vida? Sin duda no es sencillo, lo que contrapone la situación de la gran demanda que tienen las escuelas de periodismo en el país.

¿Qué es ser periodista?, ¿Por qué ser periodista? Muchos problemas no ocurrirían si estas preguntas estuvieran claras en en la mente de los miles de estudiantes que cada año entran a la universidad soñando con ser grandes escritores, o en las de aquellos que buscan un lugar en la vida haciéndose periodistas.

Las salas de redacción están probablemente llenas de jóvenes con ideas equivocadas. Ellos pierden su tiempo y lo hacen perder a otras personas. Con su vocación distorsionada, desgastan una oportunidad

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