El Trabajo Infantil En Chile Y Sus Implicancias Para El Desarrollo Integral De Los Niños

Resumen ejecutivo

Este informe se basa en un concepto de trabajo mucho más abierto que el que se tiene normalmente, llegando a abarcar tanto el trabajo remunerado como el que no es remunerado. Lo que más buscan los niños con este tipo de labores es el de recibir reconocimiento por parte de los adultos, y sentirse con responsabilidades y conscientes de que si no lo hacen ellos el trabajo no será terminado. Para ellos trabajar no significa dejar de ir al colegio, sino que lo ven como algo que complementa sus estudios, dada la factibilidad de adquirir nuevas competencias que les servirán para desempeñarse a futuro.

La experiencia de un trabajo bien hecho puede ser de enorme ayuda para contribuir a fortalecer el estatus social de los niños y su participación activa en la sociedad.

I. Contextualización y presentación del problema

El trabajo infantil no es algo nuevo en la sociedad, ya que desde los comienzos de la humanidad los niños fueron un gran aporte para la ejecución de los distintos quehaceres domésticos. Esto se fue incrementando paulatinamente a lo largo de la historia hasta que, en la revolución industrial, el aumento explosivo de puestos de trabajo obligó a la inserción de mujeres y niños en el ámbito laboral. Esto último se vio favorecido porque la fuerza laboral masculina no lograba abarcar todas las tareas que se requerían, además de que a los menores de edad se les podía pagar salarios más pequeños.

A lo largo de las últimas décadas ha ido creciendo enormemente la preocupación en lo que concierne al trabajo infantil. Por lo general se tiene la convicción de que es perjudicial para la vida de un estudiante, ya que conlleva a que se deje de ir al colegio a cambio de salir a trabajar. Hoy en día se tiende a pensar que el porcentaje de niños que trabaja en Chile es muy bajo; sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que se los puede ver todos los días ayudando en las labores de la casa, además de otros trabajos remunerados en los que se puedan desempeñar.

Debido a lo dicho en los párrafos anteriores, surge la inquietud de si puede el trabajo infantil llegar a ser beneficioso para los niños y su entorno. Al revisar diversos estudios sobre este tema, se puede apreciar que estos se han fijado principalmente en las causas y efectos del trabajo de menores de 16 años, y en el cómo este puede infringir las normas existentes, por lo que parten de la base de que es malo para los niños el que trabajen y no consideran la gran variedad de experiencias y aprendizajes que una labor les puede brindar. Este informe busca revertir esta situación, y hacer que el trabajo de los menores de edad no sea visto como un problema social que hay que erradicar, “sino a que se tome en serio a los niños y niñas trabajadores como sujetos que tienen sus propios sentimientos, sus propias concepciones y actuaciones en todos los aspectos de su vida” (Hungerland et al., 2006, p.127).

Este trabajo intentará, entre otras cosas, cambiar el concepto de trabajo infantil que se tiene actualmente y darle un enfoque más amplio, que dé cabida a que se haga en forma responsable. Esta labor no tiene por qué ser en una fábrica o empresa, sino que también deben ser considerados aquellos trabajos que se ejecuten dentro del hogar, sean o no remunerados. Se buscará mostrar también la importancia de que los padres tengan un alto nivel de instrucción, ya que mientras mayor sea este, más firmes son las posibilidades de que el niño prosiga sus estudios (Ray y Lancaster, 2008).

II. Soluciones actuales:

Los estudios que se han realizado hasta el momento se han ocupado principalmente de la legalidad o de las causas y los efectos del trabajo infantil. La pregunta principal ha sido casi siempre sobre el punto en el que el trabajo de los niños infringe las legislaciones existentes y en qué medida el trabajo es dañino para ellos. Estos estudios parten de la base de que el concepto de trabajo infantil es un problema legal y social, y no lo ve como una opción para que los niños adquieran una serie de competencias. Por otra parte, no se toma en cuenta el entorno –tanto de vida como socio cultural- en el que les toca vivir, lo cual es un error dada la fuerte influencia de estos factores en la percepción de un niño, e influye también en el cómo se enfrentará a diversas situaciones.

Otro problema que se aprecia es que los investigadores suelen dar juicios absolutos, muchas veces incluso antes de comenzar con los estudios y basándose en criterios propios. Revisando algunas fuentes que se percatan de este problema - quienes le preguntan su opinión a los niños trabajadores- los resultados llegan a ser totalmente distintos, lo que refleja lo sesgado de los juicios de quienes elaboran los informes, además de negarle a los niños y niñas de evaluar su propia situación.

Finalmente, aunque no menos importante debido a que es parte medular de este informe, es necesario hablar sobre el concepto que se tiene actualmente del trabajo infantil. Si bien la elaboración de un concepto resulta indispensable para poder expresar ideas, en este caso se ha tendido a demonizar la noción de trabajo infantil, ya que genera inmediatamente una valoración negativa y predispone a que cualquier persona que se quiera referir sobre este tema parta desde la base de que se trata de algo malo. Si bien es difícil finiquitar con este problema, es posible, e indispensable, mitigar sus efectos para terminar de esta forma con juicios de valor que nada aportan a la sociedad.

Uno de los campos laborales más importantes de los niños, al igual que en las mujeres, es el hogar. A este campo no se le ha dado prácticamente ninguna importancia, hasta el punto de no ser considerado como trabajo ni siquiera por los mismos niños, lo cual es un error. Además de esto, hay algunos trabajos remunerados realizados por menores de edad que tampoco son considerados como tales, dado al bajo aporte a la economía familiar. Es este último factor de hecho el que más influye al momento de asignar el estatus que tiene cada miembro de la familia, lo que se ve reflejado en que el jefe del hogar es siempre el que más aporta al ingreso familiar.

III. Soluciones propuestas:

Retomando el párrafo anterior, el trabajo, y en especial aquel que es remunerado, es uno de los puntos más importantes que tienen hoy en día las personas para fijarse en la posición social que se ocupa tanto dentro de la comunidad como de la familia. Es por esta razón que quien genere la mayoría de los ingresos de la familia será quien la dirija, así como los que quieran tener un poco más de independencia deberán necesariamente ganar algo de dinero

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