El Uso De La Industria Cultural Como Instrumento De Control E Inserción De Nuevos Grupos Sociales Dentro De La Dinámica De Mercado.

El uso de la industria cultural como instrumento de control e inserción de nuevos grupos sociales dentro de la dinámica de mercado.

En los años recientes hemos notado el ascenso de un método publicitario sin precedentes donde se utiliza la cultura como método de manipulación, persuasión y de creación de identidades potencializado por los medios masivos de comunicación, ligado a una realidad social neoliberal en la cual el estatus se mide en el poder de consumo al cual accede el individuo, así notamos como los niños contemporáneos interiorizan esta visión, se ven inmersos en un mundo donde la música que escuchan, los comerciales que miran en televisión, las películas que van a ver al cine y los estereotipos existentes en ellas los hacen reconocer en lo “exitoso” y en lo que “está de moda” una meta hacia la cual dirigirse para poder ser plenos y haber triunfado en la vida, así es como vemos en el panorama que nos arroja la realidad actual de la niñez mexicana a infantes de 8 años ambicionando un teléfono celular costoso, escuchando música reggaetón o inmersos en actividades delincuenciales para nada acordes a su temprana edad con tal de conseguir los recursos económicos necesarios para poder comprar cosas o adquirir un estatus y entrar dentro de la dinámica social neoliberal de consumo. En esta nueva formación del individuo consumista y uniforme, la industria cultural juega un papel muy importante puesto que este nicho de entretenimiento actualmente es el mayor semillero de uniformidad, mostrándonos “lo que se debe ser” y “lo que se debe tener” proyectando en las películas o por lo menos en las de Hollywood la vanguardia en tecnología, ropa o en estilos de vida para nada cercanos a lo que vive un niño pobre de cualquier país latinoamericano, creando así un sentimiento aspiracional e introyectando en los espectadores el deseo de vivir el sueño americano con autos de lujo y mujeres u hombres físicamente perfectos viviendo felices en enormes casas después de librar férreas batallas contra el desamor, hombres lobos y demás hazañas características de este tipo de cine vocero de la lógica de consumo y del estilo de vida que nos venden los planeadores de la modernidad. Pero como nos dicen Horkheimer y Adorno nadie queda a salvo de la dominación y manipulación, ya que aunque un niño no mire cine Holliwoodense, este mirara otro tipo de cine y esto no quiere decir que quede a salvo de la uniformidad y se diferencie de los demás niños que se ven arrastrados por el mainstream, sino que esta diferencias acuñadas y difundidas son artificiales y solo sirven más bien para clasificar y organizar los consumidores, para adueñarse de ellos sin desperdicio. De esta manera es como funciona la industria cultural la cual debe tener productos para todos los consumidores, y así es como vemos actualmente a los niños siendo engullidos por la mercadotecnia quien como planteaba la escuela de Frankfurt pasa por alto importantes valores morales en pos de vender sus productos e imponer su visión.

Pero, ¿Qué repercusiones sociales tiene la industria cultural y sus conceptos de estereotipación, mecanización, repetición y universalización de lo que hoy en día se considera arte en las generaciones de niños y jóvenes mexicanos? Esta cuestión podría contestarse si echamos un vistazo a las calles de nuestra ciudad y ponemos énfasis en lo que se escucha en la radio día con día, por ejemplo el reggaetón,

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