El concepto de derechos humanos
yankeesjhanTutorial2 de Julio de 2013
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Derechos humanos
Los Derechos Humanos son el conjunto de valores éticos que componen la dignidad humana propia de todos los hombres desde que nacen, sin distingo de religión, raza, edad, sexo, condición social, pensamiento, etc.
Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles.
Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho internacional. El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.
Cuento todos nacimos libres
Cerca de un bosque, había una vez un lobo tan flaco que no tenía más que piel y huesos. Su flacura la debía, entre otras cosas, a que no se podía acercar a los ganados, pues estaban protegidos por los perros guardianes. Por eso, sólo de vez en cuando podía meterle el diente a un poco de carne.
Un día, el lobo estaba acechando el rebaño de ovejas, para ver si la suerte lo ayudaba y alcanzaba a cazar, encontró a un perro mastín que se había extraviado. El animal era rollizo y lustroso. Se veía que estaba bien alimentado. El lobo lo hubiese atacado de buena gana para servirse un buen almuerzo. Pero, con mucha sensatez, pensó que tendría que emprender una batalla y que el enemigo tenía trazas de defenderse bien.
Por eso, el lobo decidió acercársele con la mayor cortesía y entablar una conversación con él.
- Te felicito, amigo, tienes un hermoso cuerpo – dijo el lobo.
- Amigo lobo, tú no luces tan bien como yo porque no quieres – contestó el mastín.
El lobo lo miró asombrado.
¿Cómo que no quiero? A mí me gustaría estar tan bien alimentado como tú.
- Entonces, deja el bosque – repuso el perro-. Los animales que en él se guarecen son unos desdichados, muertos siempre de hambre. ¡Ni un bocado seguro! ¡Todo a la suerte! ¡Siempre al acecho de lo que sea!
- Es verdad – dijo tristemente el lobo-. Cada día que amanece, me pregunto si tendré un buen almuerzo. Y, cuando llega la noche, casi siempre me voy a dormir con la barriga vacía.
- Entonces, no lo pienses más – repuso el perro-. Sígueme y tendrás mejor vida.
- ¿Y qué tendré que hacer? – preguntó el lobo, que desconfiado, sabía que nada era gratuito en esta vida.
- Casi nada- repuso el perro-. Tienes que proteger la casa, perseguir a los ladrones, jugar con los de la casa y complacer al amo. Con tan poco como esto, tendrás a cambio, huesos de pollo, pichones y, además algunas caricias.
El lobo, al escuchar esto, se imaginó que tendría un buen porvenir y decidió irse con el mastín y ayudarlo a encontrar su casa.
Iban caminando, cuando el lobo advirtió que el perro tenía una peladura en el cuello.
- ¿Qué es eso? – le preguntó
- Nada – contestó el perro.
- ¡Cómo que nada! Si te veo el cuello pelado. ¿Por qué lo tienes así!
- Será la marca del collar al que estoy amarrado.
- ¡Amarrado! – Exclamó el lobo- ¿Qué? ¿Estás amarrado? ¿No vas y vienes adonde tú quieres y a la hora que quieres?
- No siempre… Pero eso, ¿Qué importa?
- ¡A mí me importa! Mi libertad es más importante que tu comida. El precio que debo pagar por el alimento es demasiado alto. Y la libertad es el mayor tesoro que poseo en el mundo – dijo el lobo y se echó a correr. Aún está corriendo.
Cuento de no a la discriminación
EL CUENTO DEL NIÑO DEL PELO VERDE
Erase una vez, un matrimonio campesino que deseaba muchísimo tener un bebe, pasaban los años y no venía ningún niño, así que un día, la madre fue a la bruja del bosque y pidió que le hiciera un conjuro para así poder tener su ansiado niño.
Así lo hizo la bruja pero a la madre advirtió “tu niño será especial, mágico y debes amarlo siempre, sino la desdicha te traerá”.
Y, nueve meses después, nació un bebe precioso con unos ojos negros encantadores, pero…. OHHHHHH!!!! Qué susto se llevaron los campesinos cuando vieron que su niño tenía el pelo verde, verde como una manzana.
Lloraron los campesinos avergonzados del hijo que habían tenido, ¿Cómo pasearían por el pueblo?, ¿Qué dirán los demás niños?, “que desgracia” decía la Madre, “que vergüenza” decía el Padre.
Y, fue entonces que la madre recordó las palabras de la bruja, “especial”, “mágico”, “debes amarlo”, la madre se imaginó que el niño podría hacer magia, así que comenzó a pedirle deseos, pero…. Aun no era el momento… el niño era muy pequeño.
Pasado algún tiempo, los campesinos tuvieron 2 hijos varones más, que no habían sido pedidos con ningún conjuro de bruja y los cuales eran como cualquier otro niño, pero… ¿Qué paso con el niño del pelo Verde?
Luis, así le habían llamado, era un niño solitario, triste, sus hermanos se burlaban de él, nadie en el pueblo quería ser su amigo, en la escuela todos se reían de su pelo, hasta el punto que el niño siempre usaba un sombrero para tapar su cabellera que no dejaba de crecer y nunca cambiaba de color.
Un día camino a casa por el bosque, Luis vio algo que brillaba en la rama de un árbol, se acercó y de pronto esa lucecita se fue haciendo cada vez más grande hasta convertirse en una preciosa Ada, habló el Ada y dijo a Luis:
“Piensa en algo que desees y tu deseo se hará realidad,
lo único que no puedes cambiar es como eres en verdad”
Luis llegó a casa muy contento y dijo a sus Padres: “ Puedo hacer magia!!!!”, “pedidme lo que queráis”… los padres se rieron y sus hermanos también, pero nuevamente un recuerdo vago vino a la mente de la Madre…. “mágico”… así que le dijo a Luis:
“Quiero ser duquesa, vivir en un castillo, tener mucho dinero y muchas joyas, quiero ser rica”. Dicho esto, Luis cerro fuertemente sus ojos y de pronto…. Qué maravilla!!!!!!!!!! Estaban en un castillo, hermoso, lleno de hermosas joyas, vestidos, sirvientes, era un sueño hecho realidad.
Cuando el rumor llego al pueblo, todos empezaron a “querer” a Luis, todos querían jugar con él y no dejaban de pedirle deseos, que Luis, al sentirse querido y aceptado por todos no dejaba de complacer.
La vida cambió para Luis, desde ese día que cumplió su primer deseo, pasó a ser el niño más querido de la ciudad… Hasta que!
Una noche, de invierno frío y de lluvia, se oyó tocar la puerta del castillo, la “Nueva Duquesa” abrió la puerta, afuera una niña harapienta, sucia y mojada, clamaba por comida y techo para esa noche.
“Deme usted algo de comer, y déjeme dormir aquí, por favor. Afuera está muy frío y llueve, y tengo mucha hambre”.
La Duquesa furiosa, gritó a la niña, “hija de la calle, aquí no hay nada para ti, vete que ensucias mi castillo”.
Luis, que vio lo que había pasado, dijo a su Madre en tono de reclamo: “Madre, déjala pasar”, y así su madre lo hizo. Luis, el niño del pelo verde, cerró sus ojos y de pronto la niña estaba limpia, vestida con suficiente abrigo y con una mesa llena de manjares para ella.
Mientras la niña comía, Luis se ocupó de otra cosa… Fue a buscar a su familia y reunió a todo el pueblo y dijo:
“Fui siempre burlado por todos vosotros, fui aislado de vuestros juegos, de vuestras vidas, sólo, cuando pude cumplir vuestros deseos os hicisteis mis amigos”.
“Pues os digo, vuestra vida está llena de riqueza, pero vuestro corazón como el de mi madre no tiene amor para los que somos distintos”
“Por eso, todo lo deseado, será quitado y todos vosotros seréis distintos al resto del mundo”
Luis cerró los ojos y de pronto… OHHHHH!!!! Cada persona del pueblo era distinta…. Unos tenían tres ojos, otros tenían 6 dedos en cada mano, otros tenían el cabello de distintos colores y así… cada uno de ellos era diferente.
Luis, busco a la hermosa niña, y con ella se fue,
a otros lugares donde él era él,
y nadie juzgaría por el tono de su piel,
ni su cabello, ni su risa, ni su forma de ser.
Cuento derecho a la vida
El derecho a la vida
Hablar de la vida de los niños y las niñas, de su derecho a existir, es hablar de la vida de las personas. De la vida
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